Judith 10,3

Se quitó el sayal que se había puesto, se despojó de los vestidos de viuda, se lavó el cuerpo con agua, se ungió con exquisitos perfumes, se peinó los cabellos, se puso una diadema en la cabeza y se vistió las ropas alegres con que solía ataviarse los días en que vivía su marido Manasés.

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