I Samuel 16 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 23 versitos |
1 Yahvéh dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, una vez que yo lo he rechazado para que no sea rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete adonde te envío, a la casa de Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.
2 Contestó Samuel: ¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me matará. Díjole Yahvéh: Lleva contigo una becerra, y di: He venido a ofrecer un sacrificio a Yahvéh.
3 Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te daré a conocer lo que has de hacer: ungirás para mí a aquel que yo te diga.
4 Hizo Samuel lo que le mandó Yahvéh y se fue a Belén. Los ancianos de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le dijeron: ¿Tu llegada es en son de paz?
5 Elrespondió: ¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahvéh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio. Purificó a Jesé y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.
6 Cuando llegaron ellos, vio a Eliab, y se dijo: Seguramente está ante Yahvéh su ungido.
7 Pero Yahvéh dijo a Samuel: No mires su buena presencia ni su gran estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre no ve más que la apariencia, pero Yahvéh ve el corazón.
8 jesé llamó a Abinadab y lo presentó ante Samuel, quien dijo: Tampoco a éste lo ha elegido Yahvéh.
9 Jesé le presentó a Sammá; pero Samuel dijo: Tampoco a éste lo ha elegido Yahvéh.
10 Jesé hizo pasar a sus siete hijos ante Samuel, y éste dijo a Jesé: A ninguno de éstos ha elegido Yahvéh.
11 Dijo entonces Samuel a Jesé: ¿No tienes más hijos? Respondió: Aún queda el más pequeño, que está apacentando las ovejas. Dijo Samuel a Jesé: Manda a buscarlo, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
12 Mandó, pues, que lo trajeran. Era rubio, de bellos ojos y de buena presencia. Dijo entonces Yahvéh: Levántate y úngelo, pues ése es.
13 Tomó Samuel el cuerno del aceite y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y el espíritu de Yahvéh se apoderó de David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Rama.
14 El espíritu de Yahvéh apartóse de Saúl, y un espíritu malo enviado por Yahvéh lo atormentaba.
15 Dijéronle entonces a Saúl sus servidores: Mira que te atormenta un mal espíritu de Dios.
16 Que nuestro señor lo ordene y los siervos que están en tu presencia buscarán un hombre que sepa tañer el arpa; y así, cuando el espíritu malo de Dios venga sobre ti, él la tocará y te sentirás mejor.
17 Dijo entonces Saúl a sus siervos: Buscadme un hombre que sepa tocar bien y traédmelo.
18 Respondió uno de los criados: Yo conozco a un hijo de Jesé de Belén que sabe tañer y que, al mismo tiempo, es valiente y aguerrido, de palabra amena y de buena presencia; y Yahvéh está con él.
19 Saúl despachó mensajeros a Jesé que le dijeran: Envíame tu hijo David, el que está con las ovejas.
20 Tomó Jesé un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito, y se los envió a Saúl por medio de su hijo David.
21 Llegó David adonde estaba Saúl, y se presentó ante él, quien le cobró mucho afecto y lo hizo su escudero.
22 Luego Saúl envió a decir a Jesé: Te ruego que David se quede a mi servicio, pues ha hallado gracia a mis ojos.
23 Así, cuando el espíritu de Dios se apoderaba de Saúl, tomaba David el arpa y la tañía con su mano; con ello Saúl se sentía aliviado y mejoraba, pues el espíritu malo se alejaba de él.

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Introducción a I Samuel

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas