Isaías 64 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 12 versitos |
1 ¡Ah, si rasgaras los cielos y bajaras ante ti las montañas temblarían, como cuando el fuego enciende la leña,
2 o hace hervir el agua, para dar a conocer a tus enemigos tu nombre, y ante ti las naciones temblaran,
3 porque hiciste cosas terribles que no esperábamos,
4 que desde hace tiempo no se habían oído! Ningún oído escuchó, ningún ojo vio que un Dios fuera de ti obre asi con quien espera en él.
5 ¡Ah, si acogieras a quienes practican la justicia, a quienes se acuerdan de ti en sus caminos!
6 He aquí que estás enojado: hemos pecado contra ti desde antiguo, y hemos sido rebeldes.
7 Somos como el impuro todos nosotros, como ropa sucia todas nuestras justicias. Nos marchitamos como hojarasca todos nosotros, nuestras culpas nos arrastran como el viento.
8 Y nadie invoca tu nombre ni se anima para asirse a ti; escondiste tu rostro de nosotros y nos hiciste titubear por culpa nuestra.
9 Pero ahora, Yahvéh, tú eres nuestro padre. Nosotros somos la arcilla y tú el alfarero, obra de tus manos todos nosotros.
10 No te enojes, Yahvéh, hasta el extremo, ni recuerdes por siempre la culpa; mira, ve: ¡Tu pueblo somos todos nosotros! Tus santas ciudades son un desierto, Sión en desierto se ha convertido, Jerusalén, en desolación.
11 Nuestra santa y espléndida casa, donde te alabaron nuestros padres, se ha vuelto pasto del fuego, y todas nuestras cosas preciosas en ruinas están.
12 ¿Te retendrás, Yahvéh, ante estas cosas? ¿Callarás y nos humillarás el extremo?

Patrocinio

 
 

Introducción a Isaías

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas