I Crónicas 22 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 19 versitos |
1 Dijo entonces David: ¡Ésta es la casa de Yahvéh Dios, y éste es el altar del holocausto para Israel!
2 Mandó David reunir a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y los puso de canteros que labraran piedras talladas para edificar el templo de Dios.
3 Mandó preparar también hierro en abundancia para la clavazón. de los batientes de las puertas y para las grapas, así como bronce en cantidad incalculable;
4 y madera de cedro sin cuento, pues los sidonios y los tirios habían traído a David maderas de cedro en gran cantidad.
5 David se decía: Mi hijo Salomón es joven e inexperto, y el templo que haya de edificarse a Yahvéh ha de ser sobremanera grandioso, para que tenga renombre y gloria en todos los países. Quiero, pues, hacerle los preparativos. Y, en efecto, David hizo abundantes preparativos antes de su muerte.
6 Llamó luego a su hijo Salomón y le ordenó edificar un templo a Yahvéh, Dios de Israel.
7 Dijo David a Salomón: Hijo mío, yo tenía deseo de construir un templo al nombre de Yahvéh, mi Dios.
8 Pero me fue dirigida la palabra de Yahvéh, que me dijo: Mucha sangre has derramado y has hecho grandes guerras. Por eso no puedes tú edificar un templo a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en tierra delante de mí.
9 Pero mira: te va a nacer un hijo, que será hombre de paz, y yo le daré paz con todos sus enemigos de alrededor, pues Salomón será su nombre. Paz y sosiego le daré yo a Israel durante sus días.
10 El edificará un templo a mi nombre; y él será para mí un hijo y yo seré para él un padre, y mantendré firme el trono de su reino sobre Israel para siempre.
11 Ahora, pues, hijo mío, que Yahvéh esté contigo para que prosperes y edifiques el templo de Yahvéh, tu Dios, como él lo ha predicho de ti.
12 Que Yahvéh te conceda prudencia y sabiduría cuando te pongas a regir a Israel, para que guardes la ley de Yahvéh, tu Dios.
13 Ciertamente prosperarás si cuidas de cumplir los preceptos y las normas que Yahvéh ordenó a Moisés para Israel. ¡Sé fuerte y animoso! ¡No temas ni desmayes!
14 Ya ves que yo, en mi pobreza, he preparado para el templo de Yahvéh: cien mil talentos de oro; un millón de talentos de plata; bronce y hierro en tal abundancia, que no se puede pesar; y también tengo preparadas maderas y piedras. Tú añadirás a esto más aún.
15 Tienes a mano muchos operarios: canteros, talladores de piedra y de madera, y toda clase de expertos para todo género de trabajos.
16 Hay oro, plata, bronce y hierro sin cuento. Disponte, pues, a comenzar la obra, y que Yahvéh esté contigo.
17 Asimismo, ordenó David a todos los jefes de Israel que ayudasen a su hijo Salomón:
18 ¿No está con vosotros Yahvéh, vuestro Dios, y no os ha dado paz por todas partes? Porque él es quien ha entregado en mi mano a los habitantes del país y quien ha sometido la tierra ante Dios y ante su pueblo.
19 Ahora, pues, poned vuestro corazón y vuestra alma en buscar a Yahvéh, Dios vuestro, y edificad el santuario de Yahvéh Dios, para que el arca de la alianza de Yahvéh y los utensilios sagrados de Dios sean trasladados al templo que se ha de construir en honor del nombre de Yahvéh.

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Introducción a I Crónicas

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas