Isaías 48 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 22 versitos |
1 Escuchad esto, los de la casa de Jacob, los que lleváis el nombre de Israel, los que salieron de la semilla de Judá, los que juran por el nombre de Yahvéh y del Dios de Israel hacen mención, no con verdad ni con rectitud,
2 los que toman el nombre de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, - Yahvéh Sebaot es su nombre -:
3 Anuncié, con tiempo, las cosas pasadas de mi boca salieron y las declaré, de repente actué y acontecieron.
4 Porque sabía que eres obstinado, que un tendón de hierro es tu cuello, y tu frente de bronce,
5 te lo anuncié con tiempo, antes de que sucediera te lo declaré, para que no dijeras: Lo hizo mi ídolo, mi estatua tallada o fundida lo ordenó.
6 Tú lo has oído, míralo todo, y vosotros ¿no lo anunciaréis? Te declaro cosas nuevas ahora, cosas ocultas que no conocías.
7 Ahora han sido creadas, no hace tiempo, y antes de hoy no las habías oído, para que no digas: ¡Ya lo sabía!
8 Ni lo habías oído ni sabido, ni antes tu oído se había abierto, porque yo sabía que siempre traicionas y que eres rebelde desde el seno materno.
9 Por amor de mi nombre doy largas a mi ira, por mi honor me refreno ante ti para no aniquilarte.
10 Mira: te he acendrado, y no por dinero, te he probado en el crisol de la tribulación.
11 Por amor mío, por amor mío lo hago, pues ¡cómo voy a ser profanado!, y mi gloria a otro no doy.
12 Escúchame, Jacob, siervo mío, Israel, llamado por mí: Soy yo, yo, el primero, y también el último soy yo.
13 Mi mano fundó la tierra y mi diestra desplegó el cielo; grito yo hacia ellos, y todos a una se presentan.
14 ¡Reuníos, todos vosotros, y escuchad! ¿Quién de ellos anunció estas cosas? Yahvéh lo ama, él cumple su voluntad con Babilonia y con la estirpe de los caldeos.
15 Yo, yo mismo lo dije y lo llamé, lo traje y saldrá bien su empresa. Y ahora el Señor Yahvéh me ha enviado con su espíritu.
16 Acercaos a mí y escuchad esto: Así dice Yahvéh, tu redentor, el Santo de Israel: No hablé en secreto desde el principio, desde el tiempo en que esto sucedió, allí estaba yo.
17 Yo, Yahvéh, soy tu Dios que te enseña lo que te es provechoso, que te encamina por el camino que andas.
18 ¡Ah, si hubieras atendido a mis preceptos! Tu paz, habría sido como un río y tu justicia como las olas del mar;
19 tu estirpe, habría sido como la arena, y como sus granos, los vástagos de tus entrañas; no habría sido raído ni extirpado tu nombre de mi presencia.
20 ¡ Salid de Babel! ¡Huid de Caldea! Con voz jubilosa anunciad, proclamad esto, hacedlo llegar al confín de la tierra, decid: Redimió Yahvéh a su siervo Jacob.
21 Por estepas los condujo y no tuvieron sed; agua de la roca les hizo brotar; hendió la roca y corrieron las aguas.
22 No hay paz, dice Yahvéh, para los malos.

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Introducción a Isaías

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas