Numeros  19 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 22 versitos |
1 Habló Yahvéh a Moisés y a Aarón, diciéndoles:
2 Ésta es la disposición de la ley que ha ordenado Yahvéh: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca roja sin defecto, que no tenga tara alguna, y sobre la cual todavía no se haya puesto yugo.
3 La entregaréis a Eleazar, el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento y la hará degollar en su presencia.
4 Después Eleazar, el sacerdote, tomando un poco de sangre con el dedo, hará con ella siete aspersiones hacia la entrada de la tienda de la reunión.
5 Hará quemar la vaca en su presencia, quemando también la piel, la carne, la sangre y los excrementos.
6 Luego el sacerdote tomará madera de cedro, hisopo e hilo escarlata, y lo echará en medio de la hoguera en que arde la vaca.
7 El sacerdote lavará sus vestidos y bañará su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento y será impuro hasta la tarde.
8 El que haya quemado la vaca lavará sus vestidos, bañará su cuerpo con agua y será impuro hasta la tarde.
9 Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento en un lugar puro; y estarán a disposición de la comunidad de los hijos de Israel para preparar el agua lustral. Es un sacrificio por el pecado.
10 El que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos y permanecerá impuro hasta la tarde. Será ésta una ley perpetua para los hijos de Israel y para el extranjero que mora entre ellos.
11 El que tocare un muerto, el cadáver de un hombre cualquiera, será impuro por siete días.
12 El día tercero y el séptimo se purificará con aquellas aguas y será puro; pero no lo será si no se purifica el día tercero y el séptimo.
13 Quien haya tocado un muerto, el cadáver de un hombre que ha muerto, y no se haya purificado, contamina el tabernáculo de Yahvéh, y será exterminado de Israel; es impuro y su impureza pesa todavía sobre él, porque no ha sido derramada sobre él el agua lustral.
14 Ésta es la ley para cuando alguno muera en la tienda: todo el que entre en la tienda y cuanto haya en ella será impuro por siete días.
15 Y toda vasija abierta que no tenga sobre sí tapadera ajustada, será impura.
16 Cualquiera que en pleno campo tocare un muerto a espada, o un muerto cualquiera, o huesos humanos o un sepulcro, será impuro por siete días.
17 Para el hombre impuro se tomará ceniza de la víctima quemada en el sacrificio por el pecado, y se verterá sobre ella agua viva dentro de una vasija.
18 Un hombre puro tomará hisopo, lo sumergirá en el agua y rociará la tienda y todos los muebles y personas que allí hubiere, y también al que hubiera tocado huesos, o a un hombre asesinado, o a un muerto cualquiera o un sepulcro.
19 El hombre puro rociará al impuro el tercero y el séptimo día; y cuando lo haya purificado el día séptimo, el impuro lavará sus vestidos, se bañará en agua, y por la tarde ya será puro.
20 Pero el hombre que, siendo impuro, no se purifique, será extirpado de en medio de la comunidad, por haber contaminado el santuario de Yahvéh: el agua lustral no se ha vertido sobre él; es impuro.
21 Ésta será ley perpetua para vosotros. El que haga la aspersión con agua lustral, lavará sus vestidos; y el que toque el agua lustral quedará impuro hasta la tarde.
22 Todo lo que toque el impuro quedará impuro; y la persona que lo toque, quedará impura hasta la tarde.

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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