Eclesiástico 28 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 26 versitos |
1 Del vengativo se vengará el Señor y tendrá bien en cuenta sus pecados.
2 Perdona la ofensa de tu prójimo; y cuando ores te serán perdonados los pecados.
3 Guarda un hombre contra otro la cólera, ¿y va a buscar curación ante el Señor?
4 No tiene compasión de su semejante, ¿y ruega por sus pecados?
5 Si él, simple mortal, guarda rencor, ¿quién le perdonará sus pecados?
6 Acuérdate de las postrimer así y cesa de odiar; recuerda la corrupción y la muerte, y guarda los mandamientos.
7 Acuérdate de los mandamientos y no guardes rencor al prójimo; recuerda la alianza del Altísimo y pasa por alto las ofensas.
8 Aléjate de las riñas y evitarás pecados; pues el hombre iracundo enciende contiendas.
9 El hombre pecador enreda a los amigos, y entre los que viven en paz arroja la discordia.
10 Según el combustible se enciende el fuego; y según la porfía se enciende la disputa. Según la fuerza del hombre será su furor; y según su riqueza se excitará su cólera.
11 Disputa precipitada enciende el fuego; y riña rápida hace correr la sangre.
12 Si soplas sobre una chispa, se inflamará; si escupes sobre ella, se apagará; y ambas cosas proceden de tu boca.
13 Maldice al murmurador y de doble lengua; pues perdió a muchos que vivían en paz.
14 La lengua entrometida hizo vacilar a muchos, y los arrojó de una nación a otra; abatió ciudades fuertes, y derribó casas de nobles.
15 La lengua entrometida expulsa a mujeres hacendosas, y las despoja del fruto de sus fatigas.
16 Quien la escuche no encontrará reposo, ni levantará su tienda en paz.
17 El golpe del látigo hace cardenales; pero el golpe de la lengua quebranta los huesos.
18 Muchos cayeron al filo de la espada; pero no tantos como los que cayeron por la lengua.
19 Dichoso quien está a cubierto de ella, que no pasó a través de su furor; que no arrastró su yugo, y en sus cadenas no se vio preso.
20 Pues su yugo es yugo de hierro, y sus cadenas, cadenas de bronce.
21 Muerte miserable es su muerte, y es preferible el hades.
22 No se apoderará de los piadosos, y en su llama no se quemarán.
23 Los que abandonan al Señor caerán en ella; y en ellos arderá y no se apagará. Será enviada contra ellos como león, y como leopardo los destrozará.
24 Mira: cerca tu hacienda con espinos, encierra tu plata y tu oro.
25 Haz balanza y pesas para tus palabras, y para tu boca haz puerta y cerrojo.
26 Cuida de no resbalar por ella, no sea que caigas ante quien te acecha.

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Introducción a Eclesiástico

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas