I Reyes 6 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 38 versitos |
1 El año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel del país de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de ziv, es decir, el segundo mes, Salomón comenzó a edificar el templo de Yahvéh.
2 El templo edificado por Salomón en honor de Yahvéh tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho, y treinta de alto.
3 El ulam, que estaba delante del hekal del templo, tenía veinte codos de largo en el sentido de lo ancho del templo, y diez de ancho en el sentido de lo largo del mismo.
4 Hizo en el templo ventanas cerradas con rejas.
5 Edificó una construcción aneja, adosada al muro, en torno al hekal y al debir, y así hizo plantas en todo alrededor.
6 La planta inferior tenía cinco codos de ancho, la intermedia seis, y la tercera siete; pues había hecho unos retallos alrededor del templo, por fuera, para no tener que empotrar vigas en los muros del templo.
7 En la construcción del templo se empleaban piedras talladas ya en la misma cantera, de suerte que, durante la construcción del templo, no se oía ruido de martillos, cinceles ni instrumento alguno de hierro.
8 La entrada al piso inferior estaba al lado derecho del templo; por una escalera de caracol se subía al piso intermedio, y de éste al tercero.
9 Una vez edificado y terminado el templo, lo recubrió con molduras y artesonados de cedro.
10 Luego construyó el anejo de todo el templo, de cinco codos de altura cada piso, y los trabó al templo mediante vigas de cedro.
11 Entonces Yahvéh dirigió a Salomón las siguientes palabras:
12 Por este templo que estás construyendo, si caminas según mis mandamientos, si cumples mis normas, si guardas todos mis preceptos y andas conforme a ellos, mantendré mi promesa contigo, la que hice a tu padre David:
13 habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a mi pueblo Israel.
14 Una vez que terminó de construir el templo,
15 revistió los muros por dentro con tablas de cedro, desde el suelo hasta el techo; revistió, pues, de madera todo el interior, y cubrió el pavimento del templo con tablas de ciprés.
16 Revistió también con tablas de cedro los veinte codos del fondo del templo, desde el suelo hasta el techo, y destinó esta parte interior para el debir.
17 Los cuarenta codos del templo que estaban delante del debir constituían el hekal.
18 El cedro del interior del templo tenía esculpidas coloquíntidas y guirnaldas de flores; era todo de cedro, de modo que no se veía la piedra.
19 La parte más interior del templo lo destinó a debir, para colocar en ella el arca de la alianza de Yahvéh.
20 El debir tenía veinte codos de largo, veinte de ancho y veinte de alto, y lo recubrió de oro puro; pero el altar lo revistió de cedro.
21 Salomón recubrió de oro puro el interior del templo, y cerró con cadenas de oro la parte anterior del debir, que revistió de oro.
22 Recubrió, pues, de oro todo el templo, absolutamente todo; e igualmente recubrió de oro todo el altar que estaba delante del debir.
23 Hizo también para el debir dos querubines de madera de olivo silvestre, de diez codos de altura.
24 Un ala del primer querubín tenía cinco codos, y cinco la otra, de suerte que había diez codos desde el extremo de una ala al de la otra.
25 El otro querubín tenía también diez codos, pues ambos querubines tenían la misma medida y forma.
26 El primer querubín tenía diez codos de alto, igual que el segundo.
27 Colocó los querubines en la parte más interior del templo; y las alas de los querubines estaban extendidas, de modo que el ala del uno tocaba una pared, y la del otro la opuesta; y las otras dos alas se tocaban una a otra en el centro del templo.
28 Recubrió también de oro los querubines.
29 Y en todos los muros que rodeaban el templo esculpió bajorrelieves con figuras de querubines, palmeras y guirnaldas de flores, por dentro y por fuera.
30 También revistió de oro el pavimento del templo, tanto en el interior como en el exterior.
31 A la entrada del debir hizo una puerta de dos hojas de madera de olivo silvestre, y el dintel y las jambas eran pentagonales.
32 Las dos hojas de la puerta eran de madera de olivo silvestre, y esculpió sobre ellas bajorrelieves de querubines, palmeras y guirnaldas de flores; y las recubrió de oro, así como los querubines y las palmeras.
33 Hizo también a la entrada del hekal jambas de madera de olivo silvestre cuadrangulares,
34 y dos batientes de madera de ciprés; cada uno de los cuales tenía dos piezas giratorias;
35 y en ellas esculpió querubines, palmeras y guirnaldas de flores, y las recubrió de oro, bien ajustado a las talladuras.
36 Construyó, además, el atrio interior con tres hileras de piedras talladas y una hilera de tablones de cedro.
37 El año cuarto, el mes de ziv, se pusieron los cimientos del templo de Yahvéh ;
38 y en el año undécimo, en el mes de bul, es decir, el octavo mes, quedó terminado el templo en todos sus detalles y según sus planos. Lo edificó, pues, en siete años.

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas