I Samuel 23 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 29 versitos |
1 Avisaron a David diciéndole: Mira, los filisteos están atacando a Queilá y saquean las eras.
2 David consultó entonces a Yahvéh: ¿Debo ir a batir a estos filisteos? Respondió Yahvéh a David: Vete; los derrotarás y salvarás así a Queilá.
3 Pero los hombres de David le dijeron: Mira: Si aquí, en Judá, nosotros tenemos miedo, ¿cuánto más si vamos a Queilá contra las huestes de los filisteos?
4 David consultó de nuevo a Yahvéh, y Yahvéh le respondió: Parte y baja a Queilá, porque yo voy a entregar a los filisteos en tus manos.
5 Fue David con sus hombres a Queilá y atacó a los filisteos; se apoderó de sus ganados, les infligió una gran derrota y salvó David a los habitantes de Queilá.
6 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélek, huyó al lado de David y bajó con el a Queilá, llevaba consigo el efod.
7 Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá, y dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mis manos, pues ha ido a encerrarse en una ciudad que tiene puertas y cerrojos.
8 Convocó luego Saúl a todo el pueblo a la guerra para bajar a Queilá y poner cerco a David y a sus hombres.
9 Supo David que Saúl maquinaba el mal contra él, y dijo al sacerdote Abiatar: Trae el efod.
10 Y dijo David: ¡Oh Yahvéh, Dios de Israel! Tu siervo ha oído que Saúl intenta venir a Queilá, para arrasar la ciudad por causa mía.
11 ¿Los habitantes de Queilá me entregarán en sus manos? ¿Bajará efectivamente Saúl, como ha oído decir tu siervo? Yahvéh, Dios de Israel, dígnate manifestarlo a tu siervo. Y contestó Yahvéh: Bajará.
12 David preguntó: ¿Me entregarán los habitantes de Queilá, a mí y a mis hombres, en manos de Saúl? Respondió Yahvéh: Te entregarán.
13 Entonces David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos, y, saliendo de Queilá, caminaban sin rumbo fijo. Cuando Saúl se enteró de que David había huido de Queilá, suspendió la expedición.
14 David vivía en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba continuamente, Dios no lo entregó en sus manos.
15 David tuvo miedo al saber que Saúl había salido a campaña para atentar contra su vida. David estaba en el desierto de Zif, en Jorsá.
16 Fue entonces cuando Yonatán, hijo de Saúl, se puso en camino para ir en busca de David, en Jorsá, y confortarlo de parte de Dios.
17 Y le dijo: No temas; que la mano de Saúl, mi padre, no te ha de sorprender. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Incluso mi padre Saúl se da cuenta de esto.
18 Hicieron los dos una alianza en presencia de Yahvéh ; David se quedó en Jorsá, y Yonatán se volvió a su casa.
19 Algunos habitantes de Zif subieron a Guibá, donde estaba Saúl, para decirle: ¿No sabes que David está escondido entre nosotros en los refugios de JorSá, en la colina de Jakilá, que está al sur de Yeáimón?
20 Ahora, pues, ya que estás deseando bajar, ¡oh rey! baja, y nosotros nos encargaremos de entregarlo en manos del rey.
21 Respondió Saúl: ¡Benditos seáis de Yahvéh, pues os habéis compadecido de mí!
22 Id, pues, y aseguraos todavía mejor; averiguad y mirad bien el lugar por donde anda y quién lo ha visto, porque me han dicho que es sumamente astuto.
23 Recorred y registrad todos los escondrijos en los que se suele ocultar; después volved a mí con informes exactos. Entonces yo iré con vosotros. Y si está en la comarca, yo lo buscaré entre todas las familias de Judá.
24 Ellos se fueron y regresaron a Zif antes que Saúl. Pero David y sus hombres se habían retirado al desierto de Maón, en la estepa, al sur de Yeüimón.
25 Luego Saúl y sus hombres salieron en busca de él. Pero se lo avisaron a David y éste bajó a la peña que hay en el desierto de Maón. Informado de ello Saúl, se fue en persecución de David por el desierto de Maón.
26 Iba Saúl por un lado de la colina, y David y sus hombres iban por el otro. David se apresuraba por escapar de Saúl, mientras éste y sus hombres procuraban cerrar el cerco en torno a David y los suyos para prenderlos.
27 Llegó entonces a Saúl un mensajero y le dijo: Apresúrate a venir, porque los filisteos han invadido el país.
28 Y Saúl abandonó la persecución de David y se fue al encuentro de los filisteos. Por eso se llama aquel lugar la peña de las Separaciones.
29 David subió de allí y se asentó en los refugios de EnGuedí.

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Introducción a I Samuel

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas