Jeremías  48 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 47 versitos |
1 Así dice Yahvéh Sebaot, Dios de Israel: ¡Ay de Nebó, porque está devastada; Quiryatáyim, avergonzada y tomada; avergonzada la acrópolis y derruida,
2 ya no existe la gloria de Moab! En JeSbón planean su ruina: ¡Ea, borrémosla de las naciones! También tú, Madmén, enmudeces, detrás de ti va la espada.
3 ¡Oid! Gritos desde Joronáyim: Devastación, desastre inmenso.
4 Destrozada está Moab, pregonan a gritos hasta Soar.
5 Sí; la subida de Lujit la suben llorando; Sí; en la bajada de Joronáyim se oyen gritos de desastre.
6 Huid, salvad vuestra vida, sed como onagro en el desierto.
7 Por haber confiado en tus castillos y tesoros, también tú serás conquistada. Kemós saldrá para el destierro, con sus sacerdotes y sus príncipes.
8 Viene un devastador a cada ciudad, ninguna ciudad se salvará: perecerá el valle, será saqueada la llanura, como ha dicho Yahvéh.
9 Dad alas a Moab pues tendrá que volar. Sus ciudades serán un desierto, sin que nadie las habite.
10 ¡Maldito quien haga la obra de Yahvéh con negligencia! ¡Maldito quien prive de sangre a su espada!
11 Descansaba Moab desde su juventud, reposaba como vino en su poso; no había sido trasegado de tinaja en tinaja, ni había ido al destierro; por eso le quedaba su sabor, no se alteraba su aroma.
12 Por eso, mirad que vienen días- oráculo de Yahvéh -, en que enviaré trasvasadores que lo trasvasarán, vaciarán sus tinajas y romperán sus botijas.
13 Y Moab se avergonzará de Kemós, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, en quien confiaba.
14 ¿Cómo podéis decir: Somos guerreros, hombres fuertes para la guerra?
15 El devastador de Moab sube contra él, la flor de sus jóvenes baja al matadero- oráculo del Rey, cuyo nombre es Yahvéh Sebaot -.
16 La ruina de Moab está próxima a llegar, y su desgracia se echa encima.
17 Dadle el pésame, vecinos suyos todos, y todos los que conocéis su nombre decid: ¡Ay cómo se ha roto el bastón poderoso, el cetro glorioso!
18 Baja de la gloria y siéntate en lo seco, hija que habitas en Dibón; pues el devastador de Moab sube contra ti, destruye tus castillos.
19 Detente en el camino y otea, habitante de Aroer. Pregunta al fugitivo y a la evadida, di: ¿Qué sucede?
20 Moab está avergonzado; sí, destrozado. Clamad y gritad, anunciad en el Arnón: Moab está devastado.
21 Un juicio llega al país de la llanura, a Jolón, a Yahsá y a Mefaat;
22 a Dibón, a Nebó y a BetDiblatáyim;
23 a Quiryatáyim, a BetGamul y a BetMeón;
24 a Queriyyot y a Bosrá y a todas las ciudades del país de Moab, a las lejanas y a las cercanas.
25 El cuerno de Moab se ha partido, su brazo está roto- oráculo de Yahvéh -. -
26 Embriagadlo, porque contra Yahvéh se engrandeció, para que Moab se revuelque en su vómito, y para que también él sea la irrisión.
27 ¿No fue Israel la irrisión para ti? ¿Fue acaso sorprendido entre ladrones, para que siempre que hablabas de él movieras la cabeza?
28 Dejad las ciudades, morad en las rocas, habitantes de Moab. Sed como la paloma que anida en los lados de la boca de un barranco.
29 Hemos oído del orgullo de Moab, el orgullosísimo; de su altivez, su orgullo y su soberbia, de la altanería de su corazón.
30 Conozco su arrogancia- oráculo de Yahvéh -, la inconsistencia de sus fanfarronadas, la inconsistencia de sus actuaciones.
31 Por eso gimo por Moab, por todo Moab grito, suspiro por los hombres de QuirJeres.
32 Más que se llora por Yazer lloro por ti, viña de Sibmá, cuyos sarmientos pasaban el mar, llegando hasta Yazer. Sobre tu cosecha y tu vendimia cayó el devastador.
33 El gozo y la alegría han desaparecido del vergel y de la tierra de Moab. Faltó el vino en las tinajas; ya no pisa el pisador del lagar, sus cantos de alegría no son ya cantos de alegría.
34 El clamor de Jesbón y de Elalé llega hasta Yahas. Dan voces desde Soar hasta Joronáyim y EglatSeliSiyyá, pues también las aguas de Mimrim se convierten en desierto.
35 Haré desaparecer de Moab - oráculo de Yahvéh - al que ofrece holocausto en los lugares altos e inciensa a sus dioses.
36 Por eso, resuena mi corazón por Moab como una flauta; como una flauta resuena mi corazón por los hombres de QuirJeres, porque el ahorro que habían hecho se ha perdido.
37 Sí; todas las cabezas están decalvadas y todas las barbas rapadas; hay incisiones en todas las manos, y sacos en todas las cinturas.
38 En todas las terrazas de Moab y en sus plazas, todo es lamentación, porque he destrozado a Moab como un vaso que no agrada - oráculo de Yahvéh -.
39 ¡Ay cómo ha sido destrozado! ¡Ay cómo ha vuelto vergonzosamente la espalda Moab! Moab será la irrisión y el horror de todos los que le rodean.
40 Porque así dice Yahvéh: Mirad cómo un águila vuela y extiende sus alas sobre Moab.
41 Serán conquistadas sus ciudades, sus fortalezas ocupadas; el corazón de los guerreros de Moab será, en aquel día como el corazón de una mujer en trance departo.
42 Moab será aniquilado, dejará de ser un pueblo, porque contra Yahvéh se engrandeció.
43 Terror, trampa, traba contra ti, habitante de Moab- oráculo de Yahvéh -.
44 Quien huya del terror caerá en la trampa; quien suba de la trampa será prendido en la traba, pues traeré esto a Moab el año de su castigo- oráculo de Yahvéh -.
45 A la sombra de JeSbón se paran sin fuerza los fugitivos, porque sale fuego de JeSbón, una llama del área de Sijón, que devora las sienes de Moab, el cráneo de los turbulentos.
46 ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Kemós! Tus hijos son llevados cautivos, tus hijas van al destierro.
47 Pero cambiaré la suerte de Moab al fin de los días - oráculo de Yahvéh -. Hasta aquí el juicio de Moab.

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas