Ezequiel  29 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 21 versitos |
1 El año décimo, el día doce del décimo mes, la palabra de Yahvéh me fue dirigida en estos términos:
2 Hijo de hombre, dirige tu rostro hacia el Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra Egipto entero.
3 Habla y di: Así dice el Señor Yahvéh: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de sus Nilos, que dice: Mis Nilos son míos; yo los he hecho.
4 Pondré garfios en tus quijadas, pegaré a tus escamas los peces de tus Nilos; de en medio de tus Nilos te sacaré y todos los peces de tus Nilos se pegarán a tus escamas.
5 Te echaré al desierto a ti y a todos los peces de tus Nilos; en pleno campo caerás, no serás recogido ni enterrado; a las fieras del campo y a las aves del cielo te echaré como pasto.
6 Y sabrán todos los habitantes de Egipto que yo soy Yahvéh, porque has sido un bastón de caña para la casa de Israel.
7 Cuando te tomaban en la mano, te rompías y les lacerabas toda la palma. Cuando se apoyaban en ti, te quebrabas y les hacías vacilar las caderas.
8 Por eso, así dice el Señor Yahvéh: Voy a traer contra ti la espada que exterminará de ti a hombres y animales.
9 El país de Egipto será un desierto y una ruina; y sabrán que yo soy Yahvéh. Puesto que tú has dicho: El Nilo es mío; yo lo hice,
10 por eso, aquí estoy contra ti y contra tus Nilos; haré del país de Egipto una ruina completa y un desierto, desde Migdol a Siene, y hasta la frontera de Etiopía.
11 No pasará por él pie de hombre, ni pie de animal pasará por él; no será habitado durante cuarenta años.
12 Haré del país de Egipto una desolación en medio de tierras desoladas, y sus ciudades serán una desolación en medio de ciudades derruidas durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios por las naciones y los diseminaré por los países.
13 Porque así dice el Señor Yahvéh: Al cabo de cuarenta años recogeré a los egipcios de los pueblos por los que anduvieron dispersos.
14 Cambiaré la suerte de los egipcios y los volveré al país de Patrós, a su país de origen, y formarán allí un pequeño reino.
15 Será el más pequeño de los reinos y no volverá a elevarse sobre las naciones; los reduciré casi a la nada, para que no dominen a las naciones.
16 Y ya no volverá a ser para la casa de Israel confianza alguna que recuerde la iniquidad de haberse dirigido a él; y así sabrán que yo soy el Señor Yahvéh.
17 El año veintisiete, el día uno del primer mes, la palabra de Yahvéh me fue dirigida en estos términos:
18 Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, empeñó su ejército en una gran operación contra Tiro. Todas las cabezas han sido decalvadas y todas las espaldas desolladas, pero ni para él ni para su ejército hubo algún provecho de esa operación que emprendió contra Tiro.
19 Por eso, así dice el Señor Yahvéh: Voy a entregar a Nabucodonosor, rey de Babilonia, el país de Egipto. Él se llevará sus riquezas, tomará sus despojos, con ello hará su botín, y el provecho será para su ejército.
20 Por la hazaña que emprendió contra Tiro, le entregaré el país de Egipto, pues en favor de mi causa la emprendió - oráculo del Señor Yahvéh -.
21 Aquel día haré que brote el poderío de la casa de Israel, y a ti te daré la facultad de hablar en medio de ellos; y así sabrán que yo soy Yahvéh.

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Introducción a Ezequiel 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas