Deuteronomio  34 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 12 versitos |
1 Moisés subió desde las estepas de Moab al monte Nebó, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y Yahvéh le hizo ver todo el país: Galaad hasta Dan,
2 todo Neftalí y la tierra de Efraím y de Manases, todo el territorio de Judá hasta el mar occidental,
3 el Négueb y el circuito del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar.
4 Y Yahvéh le dijo: Ahí tienes la tierra que bajo juramento prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: A tu descendencia se la daré. Te la hago ver con tus ojos, pero no entrarás en ella.
5 Moisés, el siervo de Dios, murió allí, en el país de Moab, conforme a la palabra de Yahvéh.
6 Y fue sepultado en el valle, en la tierra de Moab, frente a BetPeor, y nadie hasta hoy sabe dónde está su tumba.
7 Moisés murió a la edad de ciento veinte años. Sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor.
8 Los hijos de Israel lloraron a Moisés en las estepas de Moab durante treinta días, y se cumplieron los días de llanto por el duelo de Moisés.
9 Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, pues Moisés le había impuesto las manos. Los hijos de Israel le obedecieron e hicieron como Yahvéh había ordenado a Moisés.
10 No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien trataba Yahvéh cara a cara,
11 ni por tantas señales y prodigios como Yahvéh le mandó hacer en tierra de Egipto contra el Faraón, contra todos sus siervos y contra toda su tierra,
12 ni por su mano tan fuerte y por las cosas tan grandes y terribles que él hizo a los ojos de todo Israel.

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Introducción a Deuteronomio 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas