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Genesis 1 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 31 versitos |
1 Al principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 La tierra estaba desierta y vacía. Había tinieblas sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.
3 Dijo Dios: Haya luz; y hubo luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de las tinieblas.
5 Y a la luz llamó Dios día, y a las tinieblas noche. Y hubo tarde y mañana: día primero.
6 Dijo Dios: Haya firmamento en medio de las aguas, que separe unas aguas de otras.
7 E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que están debajo del firmamento de las que están encima del firmamento. Y así fue.
8 Al firmamento llamó Dios cielo. Y hubo tarde y mañana: día segundo.
9 Dijo Dios: Reúnanse en un lugar las aguas de debajo de los cielos y aparezca lo seco. Y así fue.
10 A lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión de las aguas llamó mar. Y vio Dios que estaba bien.
11 Dijo Dios: Produzca la tierra vegetación: plantas con semillas, árboles frutales que den sobre la tierra fruto según su especie, con la semilla dentro. Y así fue.
12 Y produjo la tierra vegetación: plantas con semilla según su especie, y árboles que dan fruto, con la semilla en él, según su especie. Y vio Dios que estaba bien.
13 Y hubo tarde y mañana: día tercero.
14 Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos que separen el día de la noche, y que sirvan de señales para estaciones, días y años.
15 Sirvan de lumbreras en el firmamento de los cielos que den luz sobre la tierra. Y así fue.
16 Hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que dominara en el día, y la lumbrera menor para que dominara en la noche; y también las estrellas.
17 Y Dios las puso en el firmamento de los cielos para que diesen luz sobre la tierra,
18 para que señoreasen sobre el día y la noche, y separasen la luz de las tinieblas. Y vio Dios que estaba bien.
19 Y hubo tarde y mañana: día cuarto.
20 Dijo Dios: Bullan las aguas en un hervidero de seres vivientes, y vuelen aves sobre la tierra bajo el firmamento de los cielos.
21 Y creó Dios los grandes cetáceos y todos los seres vivos que serpentean y bullen en las aguas, según su especie, y todas las aves aladas según su especie. Y vio Dios que estaba bien.
22 Y Dios los bendijo diciendo: Sed fecundos y multiplicaos; llenad las aguas del mar, y multiplíquense las aves sobre la tierra.
23 Y hubo tarde y mañana: día quinto. -
24 Dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganados, reptiles y animales salvajes según su especie; y así fue.
25 Hizo Dios los animales salvajes según su especie, los ganados, según su especie, y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que estaba bien. -
26 Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre la tierra y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Dios los bendijo, diciéndoles: Sed fecundos y multiplicaos; llenad la tierra y dominadla; señoread sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo viviente que se mueve sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os doy cuantas plantas de semilla hay sobre la haz de la tierra, y todo árbol que en sí tiene fruto con semilla de árbol, para que os sirva de alimento.
30 Y a todo animal salvaje, a todo volátil de los cielos, a todo ser que se mueve sobre la tierra y en el que hay hálito de vida, doy toda hierba verde por alimento. Y así fue.
31 Y contempló Dios toda su obra y ésta estaba muy bien. Y hubo tarde y mañana: día sexto.

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Introducción a Genesis

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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