Genesis 19 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 38 versitos |
1 Los dos ángeles llegaron a Sodoma a la caída de la tarde, y Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Cuando los vio Lot, se levantó para ir a su encuentro, y se postró rostro en tierra,
2 diciéndoles: Os ruego, señores míos, que vengáis a la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche. Os lavaréis los pies; y por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino.
3 Y contestaron: No, pasaremos la noche en la plaza. Como porfiara mucho con ellos, le siguieron y entraron en su casa; les preparó un banquete, coció ázimos, y comieron.
4 No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, jóvenes y viejos, todo el pueblo sin excepción.
5 Llamaron a Lot y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que entraron en tu casa esta noche? Sácanoslos para que abusemos de ellos.
6 Salió Lot hacia ellos, a la entrada, y cerró tras de sí la puerta.
7 Luego les dijo: Os ruego, hermanos míos, que no cometáis tal maldad.
8 Mirad, tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced con ellas como bien os parezca. Pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que se cobijaron a la sombra de mi techo.
9 Dijeron ellos: ¡Quítate de ahí! Y añadieron: ¡El que vino a morar aquí como extranjero quiere erigirse en juez! Ahora te trataremos peor que a ellos. Y forcejearon violentamente con el hombre, con Lot, y se acercaron para romper la puerta.
10 Entonces los dos hombres alargaron su mano, metieron a Lot en casa, con ellos, y cerraron la puerta.
11 Y a los que estaban a la entrada de la casa, los hirieron de ceguera, desde el menor hasta el mayor, de modo que no lograron dar con la puerta.
12 Los dos hombres dijeron a Lot: ¿Tienes todavía alguien aquí: algún yerno? A tus hijos, a tus hijas y a todo cuanto tengas en la ciudad, hazlo salir de esta localidad,
13 pues vamos a destruirla, porque es grande el clamor que contra ella se ha levantado ante la faz de Yahvéh, y Yahvéh nos ha enviado para destruirla.
14 Salió Lot, y habló a sus yernos, los que iban a desposarse con sus hijas, diciéndoles: Levantaos, salid de este lugar, porque Yahvéh va a destruir la ciudad. Pero a los yernos les pareció que bromeaba.
15 Al rayar el alba, los ángeles apremiaron a Lot, diciéndole: Levántate, toma a tu mujer y a las dos hijas que tienes, no sea que perezcas por el pecado de la ciudad.
16 Como él vacilaba, los hombres asieron de las manos a él, a su mujer y a sus dos hijas, por la misericordia de Yahvéh hacia él, le hicieron salir, y lo condujeron fuera de la ciudad.
17 Mientras los sacaban fuera, dijéronle: Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura. Escapa al monte, si no quieres perecer.
18 Lot les contestó: No, señor mío.
19 Puesto que tu siervo ha hallado gracia a tus ojos, y ha sido grande la misericordia que has hecho conmigo al salvar mi vida, mira que no puedo huir al monte, no sea que me alcance el desastre y yo muera.
20 Cerca está esa ciudad a la que puedo huir. Es pequeña. Deja que me refugie en ella. ¿No es pequeña? Así salvaría la vida.
21 Y le contestó: Bien, te hago favor también en esto, y no destruiré la ciudad de la que hablas.
22 Date prisa, huye allá; pues nada puedo hacer mientras tú no llegues allí. Por esto a la ciudad se le llama Sóar.
23 Había salido el sol sobre la tierra cuando llegó Lot a Sóar.
24 Entonces Yahvéh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahvéh, desde los cielos,
25 y destruyó estas ciudades y toda la llanura, con todos los habitantes de las ciudades y las plantas del suelo.
26 La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal.
27 Abraham se levantó de madrugada y se fue al lugar donde había estado delante de Yahvéh,
28 y mirando hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra del contorno, vio que el humo subía de la tierra como la humareda de un horno.
29 Cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe, mientras destruía las ciudades en las cuales había habitado Lot.
30 Subió Lot de Sóar y habitó en el monte con sus dos hijas, porque temía habitar en Sóar; vivió en una cueva con sus dos hijas.
31 Dijo la mayor. a la menor: Nuestro padre es ya viejo, y no queda en la tierra hombre que venga a nosotras, como es costumbre en toda la tierra.
32 ¡Ea! Embriaguemos a nuestro padre con vino, acostémonos con él y obtendremos descendencia por nuestro padre.
33 En aquella misma noche dieron de beber vino a su padre, y acercándose a él la mayor, se acostó con su padre; pero él no la sintió ni cuando ella se acostó ni cuando se levantó.
34 Al día siguiente dijo la mayor a la menor: Anoche me acosté yo con mi padre; démosle de beber vino también esta noche, acércate y acuéstate con él, y obtendremos posteridad por nuestro padre.
35 Dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y la menor fue y se acostó con él; pero él no la sintió ni cuando ella se acostó, ni cuando se levantó.
36 Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre.
37 Dio a luz la mayor un hijo, al que puso por nombre Moab, que es el padre de los moabitas, que perduran hasta hoy.
38 También la menor dio a luz un hijo, al que puso el nombre de BenAmmí, que es el padre de los ammonitas, que perduran hasta hoy.

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Introducción a Genesis

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas