Isaías 2 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 22 versitos |
1 Revelación que tuvo Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y de Jerusalén:
2 Sucederá al fin de los días que la montaña del templo de Yahvéh estará asentada en la cumbre de los montes y se elevará por encima de los collados. Afluirán a ella todas las naciones,
3 vendrán pueblos numerosos y dirán: Venid y subamos a la montaña de Yahvéh, al templo del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y sigamos sus senderos, porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén, la palabra de Yahvéh.
4 El juzgará las naciones y será el arbitro de pueblos numerosos; forjarán azadones con sus espadas y hoces con sus lanzas. No alzará la espada nación contra nación ni se adiestrarán más en la guerra.
5 ¡Casa de Jacob, venid y caminemos a la luz de Yahvéh!
6 Sí, has rechazado a tu pueblo, a la casa de Jacob, porque están llenos de adivinos, de agoreros, como los filisteos, y sobreabundan en hijos extranjeros.
7 Su país está lleno de plata y de oro, no tienen fin sus tesoros; su país está lleno de caballos, no tienen fin sus carrozas.
8 Su país está lleno de dioses: adoran la obra de sus manos, lo que hicieron sus dedos.
9 El hombre se inclinó, el mortal se abajó. ¡No los perdones!
10 Entra en la roca, escóndete en el polvo ante el terror de Yahvéh, ante el esplendor de su majestad, cuando se levante a conmover la tierra.
11 Los ojos altivos del hombre serán abajados, la altanería de los humanos será abatida, y sólo Yahvéh será ensalzado en aquel día.
12 Porque es el día de Yahvéh Sebaot: contra todo soberbio y altanero, contra todo elevado, para abatirlo,
13 contra todos los cedros del Líbano, los más altos y los más elevados, contra todas las encinas de Basan;
14 contra todas las montañas altas, contra todas las colinas elevadas;
15 contra toda torre empinada, contra toda muralla almenada;
16 contra todas las naves de Tarsis, contra todos los barcos de placer.
17 La altivez del hombre será doblegada, la altanería de los humanos será abatida, y sólo Yahvéh será ensalzado en aquel día.
18 En cuanto a los dioses, todo desaparecerá.
19 Entrarán en las cavernas de las rocas y en los antros de la tierra ante el terror de Yahvéh, ante el esplendor de su majestad, cuando se levante a conmover la tierra.
20 Aquel día arrojará el hombre sus dioses de plata y sus dioses de oro, que se había fabricado para adorarlos, a los topos y a los murciélagos,
21 para meterse en las grietas de las rocas, y en las hendiduras de las peñas ante el terror de Yahvéh, ante el esplendor de su majestad, cuando se levante a conmover la tierra. '
22 Dejaos del hombreen cuya nariz apenas hay un soplo; pues ¿en qué puede estimársele?

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Introducción a Isaías

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas