Nehemías 6 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 19 versitos |
1 Todavía no había acabado yo de poner las puertas, cuando Sambalat, Tobías, Guesem el árabe y los otros enemigos nuestros supieron que había reconstruido la muralla sin que ya quedara brecha, aunque todavía no se habían puesto las hojas de las puertas.
2 Entonces Sambalat y Guesem mandaron a decirme: “Ven, y entrevistémonos en los pueblos del valle del Ono.” Ellos tenían pensado hacerme mal.
3 Yo les mandé emisarios, diciendo: “Estoy ocupado en la grande obra y no puedo ir, porque tendría que interrumpirla para verme con vosotros.”
4 Por cuatro veces me pidieron lo mismo, y siempre les di la misma respuesta.
5 La quinta vez me mandó Sambalat el mismo mensaje por medio de un servidor suyo, que traía en la mano una carta abierta.
6 En ella estaba escrito: “Dicese entre las gentes, y Guesem lo confirma, que tú y los judíos pensáis rebelaros, y que, con este fin, construís las murallas. Según estas mismas informaciones, tú serás su rey. Asimismo se dice
7 que tienes ya profetas que predican de ti por Jerusalén, diciendo: “Judá tiene rey.” Esto seguramente llegará a oídos del rey. Ven, pues, y hablarnos.”
8 Entonces mandé decirle: “No hay nada de lo que dices; eres tú quien lo inventó.”
9 Pues todos querían asustarnos, creyendo que así dejaríamos los trabajos; por eso yo me di a la obra con más ardor todavía."
10 Fui luego en secreto a casa de Semeyas, hijo de Delayas, hijo de JMetabeel, al no poder venir él por estar impedido, y me dijo: “Vamos juntos a la casa de Dios, a la parte interior del templo; cerremos bien las puertas del santuario, porque van a venir a matarte; esta noche vendrán a matarte,”
11 Yo le contesté: “¿Huir un hombre como yo? ¿Es que un hombre como yo puede entrar en el templo y seguir viviendo? No entraré.”
12 Entonces conocí que no era Dios quien le enviaba, sino que me aconsejaba esto porque Sambalat y Tobías le habían sobornado con dinero,
13 y creían que así yo me atemorizaría y seguiría su consejo, cometiendo un pecado que podrían aprovechar para infamarme y cubrirme de oprobio.
14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sambalat y de sus obras. Acuérdate también de Naadía la profetisa y de los otros profetas que procuraban atemorizarme.
15 La muralla quedó terminada el día veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días;"
16 y cuando todos nuestros enemigos lo supieron, todas las gentes que habitaban en torno nuestro entraron en temor y experimentaron una gran humillación, teniendo que reconocer que la obra se había llevado a cabo por la voluntad de Dios.
17 Había también entonces grandes de Judá que mandaban frecuentemente cartas a Tobías, y las recibían de éste,
18 pues muchos de Judá se habían conjurado con él, por ser yerno de Secanías, hijo de Araí, y haber tomado su hijo Jojanán por mujer la hija de Mesulam, hijo de Baraquías.
19 Hablaban bien de él en mi presencia y le iban a contar lo que yo decía, y Tobías escribía sus cartas con el fin de atemorizarme.

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Introducción a Nehemías

Times New Roman ;;; Riched20 5.40.11.2210;
Esdras-Nehemias.

Introducción.

Título.
Llámanse así por razón de que los protagonistas de los mencionados libros son Esdras y Nehemías. En el antiguo canon judío formaban un solo libro, que llevaba el título de Esdras; la misma unidad existía en los antiguos códices griegos (BSA) de los LXX, en los que ocupa el primer puesto el libro de Esdras A, que corresponde al III de Esdras, apócrifo, seguido de Esdras Â, ï sea de los libros canónicos de Esdras-Nehemías. Los Santos Padres dividieron el libro en dos, atendiendo a su argumento. Al primero llamaron Esdras, y Nehemías al segundo, por razón de las palabras de Neh 1:1. Esta división entró en el texto hebraico a partir de la edición de D. Bomberg (Venecia 1917). En la Vulgata se les llama 1 y 2 de Esdras.

Texto.
El libro fue escrito originariamente en hebreo en su mayor parte bien conservado en general, pero deficiente en cuanto a la transcripción de los nombres propios y números. En general, la lengua hebraica es decadente en cuanto a la gramática y sintaxis, principalmente en las partes que son propias del autor; menudean los aramaísmos. Dos pasajes están escritos en lengua aramaica, Esd 4:8-6:18; 7:12-26, sobre cuya índole disputan los autores. La versión griega se ha conservado en los códices BSA; fue hecha directamente del hebreo; de gran utilidad para la crítica textual es la revisión de Luciano. En general, el texto griego es inferior al hebreo (Kxos-Termann).

Argumento y división.
Tres son los temas principales que se desarrollan en el libro: i) Reconstrucción del templo (Esd c.1-6, menos 4:6-23). 2) Reparación de los muros de Jerusalén y repoblación de la misma (Esd 4:6-23; Neh c.1-13). 3) Bases jurídicas del judaismo (Esd c.7-19). A la restauración material, moral y religiosa de la comunidad hebraica se dedicaron los sionistas a partir del decreto de Ciro (538 a.C.)· Podríamos dividir el libro de Esdras en dos partes: i) Vuelta de los primeros cautivos bajo el caudillaje de Zorobabel (c.1-6), y 2) Caravana de repatriados conducidos por Esdras y reforma de costumbres (c.7-10). También el libro de Nehemías presenta una dob división: i) Nehemías llega a Jerusalén (c.1-7). 2) Reforma llevada a cabo por Esdras.

Autor.
Cada día toma más auge la sentencia de los que defienden que al principio los libros de Esdras y Nehemías formaban parte integrante de las Crónicas, siendo uno mismo el autor de unos y otros. Los que admiten esta unidad de autor insisten en las analogías; pero, si bien es verdad que entre estos libros es idéntico el espíritu de redacción, existen diferencia en cuanto al método empleado. La época de la redacción final es la de Alejandro Magno.

Documentos.
En la primera parte del libro de Esdras (1:1-6:22) hallamos una sección en hebreo y otra en aramaico (4:6-6:18). En la hebraica cabe distinguir dos documentos: i) edicto de Ciro (1:1-4), Que se reproduce en 6:3-5, y 2) elenco de repatriados (2:1-70), que, con ligeras variantes, se halla en la segunda (4:6-6:22), donde se incluyen los siguientes documentos: a) carta de los samaritanos a Artajerjes (4:7-16); b) respuesta del rey (4:17-22); c) carta de Tatnaí y Setar-Boznaí a Darío I (5:6-17), y a) contestación del monarca (6:3-12). El autor sagrado ha añadido a las mencionadas fuentes algunas indicaciones (4:7), las ha encuadrado en su contexto histórico (4:24-5:5), ha puesto una conclusión de índole histórica (6:13-18), terminando con una noticia sobre la celebración de la pascua (6:19-22). A las fuentes mencionadas cabe añadir, según algunos autores, otra, de origen hebraico en los dos primeros capítulos, visible, según dicen, en Esd 1:2-4; 8-11.
En la última parte del libro (c.7-10) aparecen las Memorias de Esdras. Según Lusseau, este documento representa la relación global de su memorial destinado a las autoridades persas (7:1-10:44). Es importante este documento por los datos cronológicos que encierra. En estas memorias se incluye una carta, en arameo, del rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y escriba (7:11; 26).
Las Memorias de Nehemías abarcan desde Neh 1:1 hasta 12, 27-13-3; con la inserción de otros documentos contemporáneos (Neh 3:1-32; 11:4-19) y otro de origen más antiguo (7:6-72). El autor no siempre reproduce íntegramente las fuentes de que se sirve; algunas veces ha suprimido aquello que no interesaba y ha añadido algo que conducía a su fin (Neh 11:25-12:26; Neh 8:7-9; 9:4-5; 12:33-36); otras las ha resumido (Esd 4:6-7; 7:1-11) o retocado ligeramente o las ha desplazado de su contexto (Esd 4:6-6:18). Los capítulos Neh 8-10 interrumpen el discurso directo, desplazan la reforma material al terreno religioso y moral, reapareciendo la figura de Esdras. Su colocación plantea un problema no resuelto todavía.

¿Esdras-Nehemías, o a la inversa?
La lectura del libro supone que los acontecimientos se sucedie-°n según el orden cronológico actual de Esdras-Nehemías.
Este orden tradicional es puesto en tela de juicio por muchos autores recientes, católicos e independientes, siguiendo a Van Hoonacker, quienes proponen el siguiente curso de los acontecimientos·1) reconstrucción del templo por los repatriados con ocasión del edicto de Ciro (año 538; Esd 1:1-6:22); 2) en el año veinte de Artajerjes I Longimano (445-44) se dirige Nehemías a Jerusalén, emprendiendo el trabajo de reconstrucción de las murallas (comienzo de las 70 semanas del profeta Daniel, Dan 9:24-27); 3) al año séptimo del reinado de Artajerjes II Mnemone (404-358), es decir, el 398, llegó Esdras a Jerusalén para acometer la reforma religiosa (Esd 7:1-10:44). Sus argumentos tienen importancia, lo que explica el gran favor que ha encontrado esta inversión entre los autores católicos (Touzard, Renie, Ricciotti, Vandervost, Pelaia, Le-Maire-Baldi, etc.) e independientes. Pero no son decisivos. Es difícil, escribe Dhorme, pronunciarse sobre esta cuestión, que obligaría a reconsiderar toda la historia de la restauración hecha por Esdras y Nehemías. Según el espíritu del autor sagrado, el templo es antes que la ciudad, el sacerdote antes que el gobernador.
Podríamos amontonar razones en pro y en contra de esta debatida cuestión; nuestra posición coincide con la de Schneider al decir que se inclina más por la prioridad de Nehemías; pero, haciendo suyas unas palabras del P. De Vaux 1, añade: Sin embargo, no estoy todavía convencido de ello. Lemaire-Baldi y Pelaia confiesan que las razones aportadas para la prioridad de Nehemías no son apodícticas; tomadas aisladamente, pueden impugnarse; consideradas en su conjunto, tienen gran valor.

Historia profana del período Esdras-Nehemías.
Las noticias sobre la repatriación y reorganización de la comunidad judaica en Jerusalén por obra de Esdras y Nehemías corresponden a un marco histórico que tiene como término a quo el año 538 y como fin el reinado de Artajerjes II (404-358). El año 539, Ciro entró triunfante en Babilonia. Murió en 530, sucediéndole su hijo Cambises (530-522), que sometió a Egipto, achacándole Heródoto haberse dejado dominar allí por su locura sacrilega, noticia que confirma un texto de Elefantina en que se dice que destruyó todos los templos egipcios, excepto el de Yaho (Yahvé; Pritchard, 492).
A Cambises siguió Darío I (521-486), que unificó el imperio, construyó una red de caminos por todo el país, dividió el imperio en veinte satrapías, ensanchando sus límites. La quinta satrapía, llamada Abarnahara, comprendía Palestina, Fenicia, Chipre y Siria. Sucedióle Jerjes (485-464). Fue un rey muelle, afeminado, despótico y cruel. En el libro de Ester se da de él un retrato muy parecido a este que hemos mencionado de Heródoto. Fue asesinado en una revuelta de palacio, junto con su hijo Darío. Subió al trono Artajerjes I (464-424), con el sobrenombre de Longimano. A su muerte reinó su hijo Jerjes II, sólo por cuarenta y cinco días. Darío II (424-405), hijo de Artajerjes, siguió las inspiraciones de s mujer Parisatis. Del séptimo año de Darío (417) se conserva un texto del sátrapa de Egipto, Arsames, que señala a los judíos de la colonia de Asuán la manera de celebrar la pascua.
A él siguió Artajerjes II (404-358), llamado Mnemone. Tuvo que sofocar la revuelta de su hermano Ciro el Joven, a quien venció en la batalla de Kunaxa (401 a.C.). El año 404, Egipto consiguió la independencia, dando inicio la 28 dinastía. Los partidarios del orden Ne-hemías-Esdras colocan la misión de este último el año 398 a.C., en tiempos en que a la dinastía 28, de Amisteo, sucedió la 29, de Neferites I (398-392), contra la que combatía encarnizadamente Artajerjes. ¿Era buena esta fecha para autorizar la repatriación de numerosos judíos capitaneados por Esdras?
Esta rápida ojeada histórica confirma que la historia bíblica y profana corren paralelas, sin desacuerdos ni antinomias.

Los judíos en el imperio persa.
Los judíos marcharon al destierro por última vez el año 587 por orden de Nabucodonosor. En un principio fueron recluidos en campos de concentración, de donde fueron sacados para dedicarse a trabajos de construcción, de canalización y riegos agrícolas. Estableciéronse en lugares cercanos a Babilonia, junto al río Kebar, en Tell Abib (Ez 3:15) y otros lugares de la región de Nippur. Acudían a Babilonia en busca de trabajo o se afincaban en el campo dedicados a la explotación agrícola (Ez 3:15-23). Pronto gozaron de relativa libertad de movimientos, autorizándoseles enviar cartas a Palestina (Jer c.29; 51:59; Neh 1:1ss), agruparse y gobernarse por sus ancianos (Jer 29:1; Ez 8:1; 14:1). Con el tiempo, la fortuna sonrió a no pocos, que atesoraron grandes riquezas, ocuparon elevados cargos, mientras otros vivían en la indigencia. Se han conservado los archivos de la familia Murashu, que en tiempos de Artajerjes I y Darío II dedicábase a operaciones bancarias, al comercio, administración de bienes, etc.2. Con abundantes medios de vida en Babilonia, se comprende que muchos se negaron a repatriarse llegado el momento de la libertad en tiempos de los persas.
La administración persa mostróse liberal con los pueblos subyugados por Babilonia, a los que se autorizaba gobernarse según sus propias leyes. Los primeros gobernadores de los repatriados pertenecían a la dinastía davídica.

Renovación religiosa.
Fue el exilio una dura prueba para Israel (Jer 31:15). Corría peligro de que al contacto con los pueblos paganos perdiera su peculiaridad religiosa, su sentimiento de pertenencia a Yahvé y de que Denegara de un Dios que, en concepto de algunos, no fue capaz de liberarlo de manos de Nabucodonosor. Pero la actividad de los profetas, sobre todo Jeremías y Ezequiel, salvó al pueblo en esta Coyuntura trágica. Israel supo reaccionar favorablemente. Ezequiel fue el promotor de las grandes corrientes religiosas existentes despues del exilio: separación total del mundo pagano, estudio de 1 Ley. Las almas encontraban asimismo una literatura tonificante en el oráculo de Is c.40-55, que, a causa de sus predicciones mesiánicas, excitaban también el patriotismo. Con el exilio nace el judaísmo y se constituye el Estado-Iglesia 3.
Los repatriados iniciaron su vida según las Escrituras, que, por obra de Esdras, se comienzan a codificar, formando el canon de las Escrituras sagradas. En toda la literatura sagrada, mosaica y profética, coleccionada en esta época se encontraba la respuesta de Israel a la revelación divina. Restauróse el altar de los sacrificios, el templo y la ciudad santa; Israel surgía con espíritu y corazón nuevos (Ez 6:9; 11:19) Y reanudaba su alianza con Dios (Ez 11:20; 14:11).

Doctrina religiosa.
Los judíos que habitaban en Babilonia no se desentendieron de sus hermanos que en Judea ponían las bases del nuevo Estado de Israel. Zorobabel, Esdras y Nehemías fueron hombres providenciales, instrumentos de que se sirvió Dios para despertar la conciencia de su pueblo escogido. Sometido Israel al dominio persa, no trató de sacudir su yugo, proclamar su independencia nacional, sino que centró todas sus actividades en torno al templo y a la sombra de los muros de la ciudad santa. La Ley será su norma de fe y costumbres; de su meditación y estudio surgirán diversas leyes encaminadas a separar, segregar al pueblo escogido de las gentes del país y obligarle a un comportamiento escrupuloso de las leyes de la teocracia. Quienes se negaban a acatarlas eran separados de la comunidad. Israel se agrupa en torno a un solo Dios, a un único templo servido por sacerdotes y levitas. En las sinagogas empezó a leerse la Ley y los Profetas, con lo que se recuerda constantemente al pueblo sus deberes religiosos. Un cuerpo de escribas se entrega al estudio de la Escritura. Es una época de renovación espiritual silenciosa, pero eficaz.

1 RB 63 (1956) 423-427.
2 G. Cardascia, Les Archives de Murashu (París 1951).


Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Nehemías 6,1-19

Propuesta insidiosa (6:1-4).
1 Todavía no había acabado yo de poner las puertas, cuando Sambalat, Tobías, Guesem el árabe y los otros enemigos nuestros supieron que había reconstruido la muralla sin que ya quedara brecha, aunque todavía no se habían puesto las hojas de las puertas. 2Entonces Sambalat y Guesem mandaron a decirme: Ven, y entrevistémonos en los pueblos del valle del Ono. Ellos tenían pensado hacerme mal. 3Yo les mandé emisarios, diciendo: Estoy ocupado en la grande obra y no puedo ir, porque tendría que interrumpirla para verme con vosotros. 4Por cuatro veces me pidieron lo mismo, y siempre les di la misma respuesta.

El relato del malestar entre la clase trabajadora interrumpió la historia de la reconstrucción de las murallas (4:17). Las dificultades externas forzaron de tal manera las obras, que los mismos enemigos fueron los primeros en maravillarse de la rapidez con que se habían llevado a término. Un ataque armado contra una ciudad amurallada no tenía probabilidades de éxito, ni el rey de Persia lo hubiera autorizado. Entonces los enemigos de los judíos idearon una estratagema: convocar a Nehemías a una reunión que tendría lugar en país neutral, a unos 50 kilómetros de Jerusalén, en el poblado de Kefira, en el valle de Ono, lugar que corresponde al actual Kefira Ana, a nueve kilómetros al noroeste de Lidda. El texto hebraico dice en las ciudades, lección que debe cambiarse en una de las ciudades. Unos interpretan el término hebraico Kefirim como nombre propio de una ciudad o aldea, muy probablemente Kefira (Esdr 2:25; Jos_9:17). Nehemías intuyó lo que estaban maquinando y rehusó la invitación alegando que estaba ocupado.

Carta de Sambalat (Jos_6:5-9).
5 La quinta vez me mandó Sambalat el mismo mensaje por medio de un servidor suyo, que traía en la mano una carta abierta. 6 En ella estaba escrito: Dicese entre las gentes, y Guesem lo confirma, que tú y los judíos pensáis rebelaros, y que, con este fin, construís las murallas. Según estas mismas informaciones, tú serás su rey. Asimismo se dice 7 que tienes ya profetas que predican de ti por Jerusalén, diciendo: Judá tiene rey. Esto seguramente llegará a oídos del rey. Ven, pues, y hablarnos. 8Entonces mandé decirle: No hay nada de lo que dices; eres tú quien lo inventó. 9 Pues todos querían asustarnos, creyendo que así dejaríamos los trabajos; por eso yo me di a la obra con más ardor todavía.

La tozudez de Sambalat le movió a insistir. Al mandar la carta abierta no pretendía mofarse o insultar a Nehemías, sino más bien sembrar entre el público la inquietud y divulgar unas acusaciones que él había inventado o recogido de ambientes dudosos. Efectivamente, Guesem (Jos_2:19) había lanzado la acusación de que Nehemías y los judíos querían rebelarse contra el rey de Persia. Otro rumor habla de la existencia de profetas enviados por Dios y encargados de apoyar la candidatura de Nehemías como nuevo rey de Israel La declaración de los profetas era tenida por palabra de Dios· bastaba que ellos ungieran rey a Nehemías para que el pueblo lo reconociera como tal. En la historia de Israel (Saúl, David, Jehú) existen ejemplos de la intervención profética en la elección y unción real. El profetismo existía todavía (v. 10-14). La proclamación de Nehemías por rey significaría una rebelión contra el poder central, pero se ajustaría a ciertas tendencias judías que habían visto en Zorobabel al rey mesiánico anunciado por Ageo (Jos_2:20-23). Si este movimiento hubiérase producido en torno a Nehemías, fomentándolo él, hubiera alterado sin duda sus relaciones con el monarca persa. Tampoco Nehemías se intimida ante estas nuevas amenazas; al contrario, reaccionó hasta el punto de decir a Sambalat que todo lo había inventado él.

Juego sucio de Semeyas (Jos_6:10-14).
10 Fui luego en secreto a casa de Semeyas, hijo de Delayas, hijo de JMetabeel, al no poder venir él por estar impedido, y me dijo: Vamos juntos a la casa de Dios, a la parte interior del templo; cerremos bien las puertas del santuario, porque van a venir a matarte; esta noche vendrán a matarte, 11Yo le contesté: ¿Huir un hombre como yo? ¿Es que un hombre como yo puede entrar en el templo y seguir viviendo? No entraré. 12Entonces conocí que no era Dios quien le enviaba, sino que me aconsejaba esto porque Sambalat y Tobías le habían sobornado con dinero, 13y creían que así yo me atemorizaría y seguiría su consejo, cometiendo un pecado que podrían aprovechar para infamarme y cubrirme de oprobio. 14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sambalat y de sus obras. Acuérdate también de Naadía la profetisa y de los otros profetas que procuraban atemorizarme.
Parece que no salió de Nehemías la idea de ir a la casa de o meyas. Más bien el texto sugiere que este último fingió encontrarse en estado de exaltación mántica, manifestando el deseo de verlo y hablarle. La palabra hebraica asur, impedido, cerrado (Jer_36:5) es interpretada diversamente. Unos le dan un sentido simbolic como queriendo manifestar que permanece encerrado en casa
para significar a Nehemías que corre peligro de que le recluyan. Otros suponen que una impureza ritual le retenía en casa sin poder ir al templo (Jer_36:5; 1Re_14:10). El falso profeta había inventado un plan misterioso con el fin de agarrar a Nehemías en la trampa, porque la voz popular le concedía la categoría de profeta, y, por pertenecer al orden sacerdotal, Nehemías acudió a la llamada de Serneyas. Pronto adivinó la malicia que había en sus palabras. Le proponía huir al templo y buscar asilo en el lugar santísimo, donde no podían entrar los laicos bajo pena de muerte (Exo_33:20; Num_18:7). El mismo Semeyas, de la veintitrés clase sacerdotal (1Cr_24:13), hubiera denunciado el hecho y reclamado las penas que la Ley prescribía contra los profanadores del santuario. Huyendo demostraría cobardía ante sus subditos y ante los enemigos.
¿Podía ser verdadero profeta el que así aconsejaba? No puede un profeta de Yahvé inducir a que se falte a los deberes del propio estado y se quebranten los preceptos de Dios. Supo después Nehemías que Sambalat y Tobías habían sobornado con dinero a Semeyas. Ruega Nehemías a Dios que castigue a sus enemigos conforme a sus maldades, invocando la ley del tallón (Exo_21:23; Lev_24:28; Deu_19:21). ¿Por qué se invoca la justicia de Dios sobre la profetisa Naadía, dejando impune a Semeyas? Acaso porque el plan tramado para perder a Nehemías fuera obra de Naadía, engañando a aquél. Vaccari pretende que Naadía era un profeta, el mismo que invitó a Nehemías a su casa; en el v.10 lee Naadía en vez de Semeyas. Traduce el v.14: Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sambalat por lo que han hecho, y también del profeta Naadía. Con esta hipótesis resuelve Vaccari la dificultad creada por el v.14, pero introduce arbitrariamente en el v.10 un nombre que no existe en el texto. Además, aunque los LXX llamen profeta a Naadía y en 8:33 sea éste nombre de varón, no hay razones para abandonar la lección profetisa del texto masorético.

El muro, acabado (6:15-16).
15 La muralla quedó terminada el día veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días; 16 y cuando todos nuestros enemigos lo supieron, todas las gentes que habitaban en torno nuestro entraron en temor y experimentaron una gran humillación, teniendo que reconocer que la obra se había llevado a cabo por la voluntad de Dios.

El mes Elul corresponde a septiembre-octubre. Las obras empezaron el día 3 ó 4 del mes Ab y se prosiguieron hasta el 25 de Elul, o sea hacia principios de octubre (el 2 de octubre del año 445, según Parker-Dubberstein). En total duraron cincuenta y dos días, terminando el mismo año 20 de Artajerjes. Flavio Josefo l dice que se emplearon dos años y cuatro meses en acabar los muros, terminando el año 28 de Artajerjes. Pero el rey solamente reinó veinte años. En contra no puede invocarse la magnitud de la obra, que reclamaba muchos días y aun años de trabajo. No se trataba las más de las veces de levantar totalmente las murallas, sino de taponar los boquetes que en ella había. Además, la obra se hizo marchas forzadas, con turnos de noche, de manera que una multitud enardecida por su amor religioso y patriótico pudo terminar en cincuenta y dos días un trabajo que normalmente hubiera exigido años. Los mismos pueblos vecinos maravilláronse de la rapidez de la obra. ¿Qué impresión les causó? Dice el texto que cayeron en sus propios ojos, frase que puede entenderse o bien en el sentido de que quedaron deprimidos o en el de que bajaron los ojos llenos de confusión. Con un leve cambio textual (wayyppale) se obtiene la traducción: Y esto fue admirable a sus ojos, que está más en armonía con el contexto. Vieron ellos que Dios estaba a favor de su pueblo y que hacía fecundas sus obras.

Los amigos de Tobías (6:17-19).
17Había también entonces grandes de Judá que mandaban frecuentemente cartas a Tobías, y las recibían de éste, 18 pues muchos de Judá se habían conjurado con él, por ser yerno de Secanías, hijo de Araí, y haber tomado su hijo Jojanán por mujer la hija de Mesulam, hijo de Baraquías. 19 Hablaban bien de él en mi presencia y le iban a contar lo que yo decía, y Tobías escribía sus cartas con el fin de atemorizarme.

Entre los enemigos ocupaba Tobías un lugar destacado, y era temible por estar en relación con los grandes de Judá. Muchos judíos habíanse obligado con juramento a permanecer fieles a Tobías. Este juramento es el llamado de parentesco, que obligaba a una identidad de puntos de vista en todas las cuestiones económicas y políticas. Basábase sobre un deber que radicaba en los vínculos de sangre, y, por lo mismo, se le concedía un carácter estrictamente sagrado. Puede también interpretarse el texto diciendo que mediaban entre Tobías y algunos grandes judíos vínculos de parentesco. Tobías era yerno de Secanías (Esdr 2:5), y su hijo estaba casado con una hija de Mesulam (Neh_3:4-30). Por su matrimonio, Tobías estaba emparentado con el sumo sacerdote Elíasib (Neh_13:4). Los matrimonios mixtos eran los causantes de muchos males que aquejaban al pueblo judío. Por el texto aparece que la obra de las murallas fue más bien llevada a cabo con la cooperación de los pobres que con la aportación de los ricos, entre los cuales eran impopulares las reformas radicales ideadas por Nehemías.