Rut 2 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 23 versitos |
1 Tenía Noemí un pariente por parte de su marido, Elimelec, hombre poderoso, de nombre Booz.
2 Dijo Rut a Noemí: “Si quieres, iré a espigar al campo donde me acojan benévolamente”; y Noemí le dijo: “Ve, hija mía.”
3 Fue, pues, Rut, y se puso a espigar en un campo detrás de los segadores. Dióse precisamente el caso de que el campo era de Booz, el pariente de Noemí;"
4 y he aquí que vino éste de Belén para visitar a los segadores, a quienes dijo: “Yahvé sea con vosotros”; contestándole ellos: “Yahvé te bendiga.”
5 Y preguntó Booz al criado suyo que estaba al frente de los segadores: “¿De quién es esa joven?”;"
6 y él le contestó: “Es una joven moabita que se ha venido con Noemí de la tierra de Moab.
7 Me dijo: Déjame espigar detrás de los segadores. Desde la mañana hasta ahora está aquí, y bien poco que ha descansado en la cabana.”
8 Dijo Booz a Rut: “¿Oyes, hija mía? No vayas a otros campos a espigar ni te apartes de aquí.
9 Únete a mis criados y vete con ellos al campo donde se siegue. Ya diré a mis criados que nadie te toque; y si tienes sed, te vas al hato y bebes de lo que beban los criados.”
10 Postróse Rut rostro en tierra, y dijo: “¿De dónde a mí haber hallado gracia a tus ojos y serte conocida yo, una mujer extraña?”
11 El le contestó: “Sé lo que has hecho por tu suegra después de muerto su marido, y que has dejado a tus parientes y la tierra en que naciste para venir con ella a un pueblo para ti desconocido.
12 Que Yahvé te pague lo que has hecho y recibas cumplida recompensa de Yahvé, Dios de Israel, a quien te has confiado y bajo cuyas alas te has refugiado.”
13 Ella le dijo: “Que halle yo gracia a tus ojos, mi señor, que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy yo ni como una de tus criadas.”
14 A la hora de comer, dijo Booz a Rut: “Acércate acá, come y moja tu pan en el vinagre.” Ella se sentó al lado de los segadores, y él le dio una porción de trigo tostado, de que comió ella hasta saciarse, y le sobró; y guardando lo que le había sobrado,"
15 se levantó para seguir espigando. Booz mandó a sus criados, diciéndoles: “Dejadla espigar también entre los haces, sin reñirle,
16 y sacad vosotros mismos algunas espigas de las gavillas y tiradlas para que ella las recoja, sin decirle nada.”
17 Estuvo espigando Rut en el campo hasta por la tarde; y después de batir lo que había espigado, había como un “efá” de cebada."
18 Lo tomo y se volvió a la ciudad y mostró a su suegra lo que había espigado. Sacó también lo que había guardado, lo que después de comer le sobrara, y se lo dio.
19 Su suegra le dijo: “¿Dónde has espigado hoy y dónde has trabajado? Bendito sea el que se ha interesado por ti.” Rut dio a conocer a su suegra dónde había trabajado, diciendo: “El nombre del hombre en cuyo campo he trabajado es Booz”;"
20 y dijo Noemí a su nuera: “Bendito él de Yahvé, que la gracia que hizo a los vivos se la ha hecho también a los muertos”; y añadió Noemí: “Es pariente cercano nuestro ese hombre, es de los que tienen sobre nosotros el derecho del levirato”;"
21 Rut añadió: “También me ha dicho: Sigue con mis gentes hasta que se sieguen todas mis cosechas.”
22 Y Noemí dijo a Rut, su nuera: “Mejor es, hija mía, que vayas con sus criados, no te vayan a tratar mal en otro campo.”
23 Siguió, pues, Rut espigando con los criados de Booz hasta el fin de la siega de las cebadas y de los trigos y habitando con su suegra.

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Introducción a Rut

Times New Roman ;;; Riched20 5.40.11.2210;
Rut.

Introduccion.

Canon.
El diminuto libro de Rut, llamado así por razón de su protagonista, figura en el canon judío entre los libros de la colección Ketubim, o hagiógrafos, y ocupa el segundo lugar entre los Megillot, o rollos, después del Cantar de los Cantares. Se leía el libro en la fiesta de Pentecostés, por hacerse mención en él de la siega de la cebada. En el canon alejandrino y en la Vulgata sigue inmediatamente al libro de los Jueces y sirve como de introducción a la historia de David. Las razones que motivaron su desplazamiento a este último lugar son: a) las palabras que encabezan el libro: Al tiempo en que gobernaban los jueces, y b) la genealogía de David (4:22).

Texto.
Fue escrito en hebreo, muy afín al tipo clásico que se encuentra en los relatos del Pentateuco y en el libro de los Reyes Qouon). Contiene algunos neologismos y aramaísmos (1:13; 4:7; 1:20; 2:14). Los espíritus sensibles al argumento lingüístico tienden a admitir que el lenguaje de Rut es posterior al libro de Jeremías y Reyes. El griego de los LXX es una versión literal del hebreo, que contrasta con la traducción bastante libre y elegante de la Vulgata 1.

Autor y fecha de composición.
El libro no lleva nombre expreso de autor. En cuanto a la fecha de su composición, se dividen las opiniones. Algunos creen que fue escrito en la época de los primeros reyes2; en tiempo de David3; antes del exilio; durante el exilio4, y después del mismo5.
Existen indicios de carácter interno que confirman las sospechas de que el libro fue escrito después del exilio, probablemente hacia la primera mitad del siglo í a. de C. En efecto, la mentalidad del autor acerca de la retribución es muy parecida a la del libro de Job. La legislación sobre el levirato contenida en Rut es más antigua que la del Deuteronomio, Código Sacerdotal (Núm 27:1-11; c.26) y Código de Santidad (Lev 18:16; 20:21). Existen concepciones muy antiguas en torno a la divinidad (1:15; 2:12). Los nombres propios presentan la mayoría de ellos un colorido arcaico.
La práctica de quitarse el zapato y dárselo a otro para convalidar el contrato es muy antigua, tanto que el autor se cree en la obligación de explicarla (4:7).
Aunque se rebaje la época de la composición del libro a los tiempos después del exilio, debemos, sin embargo, admitir que hechos que allí se refieren llevan el sello de una remota antigüedad con todas las garantías de responder a una realidad objetiva histórica. La historia de Rut se venía retransmitiendo de boca en boca desde muchos años como episodio edificante para inculcar la práctica de los deberes y obligaciones familiares. Es muy posible que tuviera lugar en tiempos de David. En 1 Sam 22:3 se dice que David encomendó al rey de Moab la tutela de sus padres, y bajó a su padre y a su madre al rey de Moab, y allí con él habitaron mientras estuvo David en la fortaleza.

Enseñanza religiosa.
Dios, en sus inescrutables designios, permite grandes males para purificar en el crisol de la prueba a las almas. Dolorosa fue la tragedia de la familia de Elimelec, numerosas las desgracias familiares, pero Dios recompensó copiosamente la piedad y devoción de Noemí. El Dios de Israel no limita su protección a los israelitas que viven dentro de los límites de la tierra prometida, sino que acompaña a sus fieles servidores adondequiera que vayan, y toma bajo su protección a los extranjeros que se confían a El y se refugian bajo sus alas (2:12). En Dios no hay acepción de personas.
Aunque el libro de Rut sea uno de los más cortos del canon del Antiguo Testamento, se recomienda su lectura a todos por las lecciones religiosas y morales que encierra.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Rut 2,1-23

Rut espiga en los campos de Booz (2:1-7).
1Tenía Noemí un pariente por parte de su marido, Elimelec, hombre poderoso, de nombre Booz. 2 Dijo Rut a Noemí: Si quieres, iré a espigar al campo donde me acojan benévolamente; y Noemí le dijo: Ve, hija mía. 3 Fue, pues, Rut, y se puso a espigar en un campo detrás de los segadores. Dióse precisamente el caso de que el campo era de Booz, el pariente de Noemí; 4y he aquí que vino éste de Belén para visitar a los segadores, a quienes dijo: Yahvé sea con vosotros; contestándole ellos: Yahvé te bendiga. 5 Y preguntó Booz al criado suyo que estaba al frente de los segadores: ¿De quién es esa joven?; 6 y él le contestó: Es una joven moabita que se ha venido con Noemí de la tierra de Moab. 7Me dijo: Déjame espigar detrás de los segadores. Desde la mañana hasta ahora está aquí, y bien poco que ha descansado en la cabana.

En contra de lo que el texto masorético podría hacer sospechar, Booz no era solamente conocido de Elimelec, sino un pariente suyo (2Re_10:11; Sal_31:12; Sal_55:14). Con relación a Noemí, era pariente por alianza. Booz era affinis de Noemí y cognatus de Elimelec Qouon, l.c., 46). Era un hombre poderoso de Belén. Noemí y Rut eran pobres y viudas, tanto que tenían derecho de acogerse a la ley mosaica (Lev_19:9-10; Lev_23:22; Deu_24:19-22) de ir a espigar en los campos al tiempo de la cosecha. Esta costumbre, amparada por una ley, restringíase en la práctica por la voluntad del propietario del campo. Casualmente, el campo adonde se dirigió Rut pertenecía a Booz. El autor sagrado créese obligado a hacer esta aclaración para indicar que la Providencia divina dispuso la marcha de los acontecimientos a su beneplácito, sin que hubiera por parte de Noemí un plan astutamente preconcebido.
Mientras Rut estaba ocupada en espigar llegó Booz a su heredad y, después de saludar a sus criados, preguntó por la parentela de aquella joven espigadora. Probablemente había muchos otros pobres espigando en el campo, a los cuales Booz conocía; pero ignoraba la condición familiar de aquella joven. El que estaba al frente de los segadores le aclaró que era la (con artículo, según el texto griego) joven moabita. Toda la ciudad había comentado el caso de las dos mujeres; todos las conocían; pero, en concreto, la joven moabita acaparaba la atención de las gentes. El capataz pondera a Booz la tenacidad de Rut en el trabajo: Está ahí, le dice, desde la mañana hasta el presente, sin darse reposo alguno. Todo el v.7 presenta algunas dificultades tanto en el texto hebreo como en las versiones. La lección que hemos adoptado parece la más conforme (Vincent, Jouon).

Deferencia de Booz hacia Rut (Deu_2:8-17).
8 Dijo Booz a Rut: ¿Oyes, hija mía? No vayas a otros campos a espigar ni te apartes de aquí. 9 únete a mis criados y vete con ellos al campo donde se siegue. Ya diré a mis criados que nadie te toque; y si tienes sed, te vas al hato y bebes de lo que beban los criados.10 Postróse Rut rostro en tierra, y dijo: ¿De dónde a mí haber hallado gracia a tus ojos y serte conocida yo, una mujer extraña? 11 El le contestó: Sé lo que has hecho por tu suegra después de muerto su marido, y que has dejado a tus parientes y la tierra en que naciste para venir con ella a un pueblo para ti desconocido. 12 Que Yahvé te pague lo que has hecho y recibas cumplida recompensa de Yahvé, Dios de Israel, a quien te has confiado y bajo cuyas alas te has refugiado. 13 Ella le dijo: Que halle yo gracia a tus ojos, mi señor, que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy yo ni como una de tus criadas. 14 A la hora de comer, dijo Booz a Rut: Acércate acá, come y moja tu pan en el vinagre. Ella se sentó al lado de los segadores, y él le dio una porción de trigo tostado, de que comió ella hasta saciarse, y le sobró; y guardando lo que le había sobrado, 15 se levantó para seguir espigando. Booz mandó a sus criados, diciéndoles: Dejadla espigar también entre los haces, sin reñirle, 16y sacad vosotros mismos algunas espigas de las gavillas y tiradlas para que ella las recoja, sin decirle nada. 17Estuvo espigando Rut en el campo hasta por la tarde; y después de batir lo que había espigado, había como un efá de cebada.

Estaba Booz al corriente de las historias que se rumoreaban entre el pueblo en torno a las dos mujeres advenedizas. Gran señalación había causado la conducta de Rut referida, sin duda, por Noemí para con su suegra. Booz era el primero en reconocer lo heroico de su conducta y trata ahora de recompensarla. En adelante no será una espigadora como las otras. Ella podrá tomar la refección con los segadores, juntarse con las sirvientas de Booz y apagar su sed bebiendo de lo que beban los criados. Booz mismo, presente a la hora de comer, le alargó buena ración de pan tostado, de que comió hasta saciarse, y le sobró. Le autorizó a espigar entre los haces, lo que estaba terminantemente prohibido a los otros espigadores. Su deferencia hacia ella llegó hasta mandar a los criados que, al tener entre sus manos el puñado de espigas, dejaran caer adrede algunas al suelo para que las recogiera Rut. Al llegar al atardecer, y después de batir lo que había espigado, halló que había recogido cerca de 36 litros de cebada (un efá).

Coloquio entre Noemí y Rut (Deu_2:18-23).
18 Lo tomo y se volvió a la ciudad y mostró a su suegra lo que había espigado. Sacó también lo que había guardado, lo que después de comer le sobrara, y se lo dio. 19Su suegra le dijo: ¿Dónde has espigado hoy y dónde has trabajado? Bendito sea el que se ha interesado por ti. Rut dio a conocer a su suegra dónde había trabajado, diciendo: El nombre del hombre en cuyo campo he trabajado es Booz; 20y dijo Noemí a su nuera: Bendito él de Yahvé, que la gracia que hizo a los vivos se la ha hecho también a los muertos; y añadió Noemí: Es pariente cercano nuestro ese hombre, es de los que tienen sobre nosotros el derecho del levirato; 21Rut añadió: También me ha dicho: Sigue con mis gentes hasta que se sieguen todas mis cosechas. 22Y Noemí dijo a Rut, su nuera: Mejor es, hija mía, que vayas con sus criados, no te vayan a tratar mal en otro campo. 23Siguió, pues, Rut espigando con los criados de Booz hasta el fin de la siega de las cebadas y de los trigos y habitando con su suegra.

Rut muestra a su suegra la cantidad recogida y le entrega lo sobrante de la comida. Dada la abundancia de cebada recogida, Noemí barrunta que algo extraordinario ha sucedido. Al decirle que estuvo en el campo de Booz y al referirle las atenciones que tuvo para con ella, Noemí cae en la cuenta de que aquel hombre era pariente carnal de Elimelec y de que tenía, por consiguiente, el derecho de levirato sobre ellas. El goel está obligado por la ley de solidaridad del clan a respetar al pariente que ha caído en la esclavitud (Lev_25:47-48), a comprar el campo o herencia que fue alienado (Lev_25:25-28), a vengar la sangre (Num_35:19; Jue_8:18-21), a casarse con la viuda de su hermano para asegurar su posteridad (Deu_25:5-10). En el caso presente, Booz, como goel más próximo, según creía Noemí, venía obligado a comprar el campo de Elimelec (Deu_4:4) y casarse con Rut (Deu_3:9-13; Deu_4:6). Siguiendo la invitación de Booz, y conforme al consejo de su suegra, Rut siguió espigando en los campos de Booz hasta el fin de la siega del trigo, que empieza dos o tres semanas después de la siega de la cebada.