Oseas  4 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 19 versitos |
1 Oíd la palabra de Yahvé, hijos de Israel, que va a querellarse Yahvé contra los habitantes del país, porque no existe ni fidelidad, ni amor, ni conocimiento de Dios en el país.
2 Perjuran, mienten, asesinan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres.
3 Por eso está en luto el país y desfallecen cuantos en él moran; aun las bestias salvajes y las aves del cielo y hasta los peces del mar perecen."
4 Pero nadie protesta, nadie reprende. También contra vosotros me querello, oh sacerdotes!
5 Tropezarás en pleno día, y contigo tropezará también el profeta de noche, y tú haces perecer a tu pueblo2.
6 Perece mi pueblo por falta de conocimiento; 1 por haber rechazado tú el conocimiento, te rechazaré yo a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado tú la ley de tu Dios, yo me olvidaré también de tus hijos."
7 Cuantos son ellos, tantos fueron sus pecados contra mi; trocaron su gloria por la ignominia."
8 Se alimentan de los pecados de mi pueblo y codician sus iniquidades. Y lo que del pueblo será, eso será también del sacerdote. Yo los castigaré según sus caminos y los retribuiré según sus obras.
9 (TEXTO OMITIDO)
10 Comerán y no se saciarán, fornicarán y no se multiplicarán, porque se obstinaron en abandonar a Yahvé.
11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.
12 Mi pueblo pregunta al leño, y su bastón le hace revelaciones, porque el espíritu de fornicación le ha descarriado y fornicaron, alejándose de su Dios.
13 Ofrecen sacrificios en las cimas de los montes, y en los collados queman incienso bajo la encina, bajo los álamos, bajo los terebintos de grata sombra, Por eso se prostituyen vuestras hijas y adulteran vuestras nueras,
14 y no castigaré las fornicaciones de vuestras hijas ni los adulterios de vuestras nueras, porque ellos mismos se van aparte con rameras y con las hieródulas ofrecen sacrificios, y el pueblo, por no entender, perecerá.
15 Si tú, Israel, te prostituyes, que al menos no se haga culpable Judá. No vayáis a Guilgal, no subáis a Bet-Aven y no juréis (diciendo): ¡Vive Yahvé!
16 Porque, como novilla cerril, es cerril Israel; por eso en adelante los apacentará Yahvé como a oveja en lugar amplio."
17 Efraím se ha adherido a los ídolos; déjale."
18 Su vino se les ha subido (a la cabeza), se han dado a la fornicación; a la gloria de Yahvé han preferido la ignominia."
19 Arrebataráles el viento en sus alas y se avergonzarán de sus sacrificios.

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Introducción a Oseas 

Times New Roman ;;;;
Oseas.
Introducción.

Nombre y Vida del Profeta.
La Biblia no da ninguna indicación sobre el lugar de nacimiento de Oseas (en hebreo Hosea: Yahvé salva). Únicamente conocemos el nombre de su padre, Beeri! El nombre coincide con el del último rey de Israel 2, y no debía de ser raro en la época. Como la predicación de Oseas se desarrolla en el reino del norte, se supone que es oriundo de esta zona septentrional israelita; pues, por otra parte, en el libro se refleja la situación política del reino de Samaría. No sabemos a qué clase social pertenecía, probablemente a la de agricultor, a juzgar por las numerosas alusiones a la vida agrícola 3. No obstante, algunos autores creen que era de la clase sacerdotal o que formaba parte de las asociaciones proféticas profesionales. Pero nada de esto se insinúa en el libro.
En sus oráculos, el profeta nos habla de su vida familiar. Por orden de Dios contrajo matrimonio con una mujer de mala vida, o con una mujer que le fue infiel en el matrimonio, de la que tuvo tres hijos, con nombres simbólicos relacionados con la conducta pecadora de Israel como pueblo. Los autores disputan sobre el sentido de estas narraciones, y así, mientras unos entienden estos relatos en sentido historicista, es decir, como reflejo de la vida familiar real del profeta, otros más bien creen que estas narraciones son en el fondo parábolas en acción. Desde luego, el carácter esquemático y apresurado de la narración - siempre en función de simbolizar las relaciones de Yahvé con Israel - parece favorecer la tesis parabolista. Es decir, que nos hallaríamos ante un caso similar a. las parábolas expuestas como una realización real por Natán a David y por un profeta anónimo a Acab 4.

Ambiente histórico.
La época en que se desarrolló la vida del profeta fue tumultuosa en extremo. Después de un reinado de esplendor, encarnado en Jeroboam II (783-743), el cual, después de haber vencido a los sirios, logró una era de prosperidad comercial para su país, éste entró en un período completo de descomposición política como consecuencia de la invasión de Teglatfalasar III (745-727). Después de la -muerte de Jeroboam II se sucedieron vertiginosamente los reyes. Su hijo Zacarías apenas reinó un año (743), pues fue asesinado por Sellum (743), el cual a su vez lo fue por Menajem (743-738). El hijo de éste, Pecaya, fue asesinado por Pecaj (737-732) 5. Este se alió con Rasín de Damasco contra Asiría 6, pero Teglatfalasar les venció, ocupando Damasco (732) y parte del reino israelita del norte, que fue anexionado como provincia tributaria a Asiría, deportando a sus habitantes7. El reino del norte quedó reducido al territorio de Efraím, y oficialmente en estado de vasallo.
En la capital, Samaría, había una fuerte facción egiptófila, y parece que Pecaj la favorecía. Por ello fue asesinado por el asirófilo Oseas (732-724), que fue el último rey de Samaría, ocupada por los asirios en 722-21 a.C. Al principio Oseas entregaba sumisamente el tributo al rey de Asiría, Teglatfalasar; pero, al morir éste, con su sucesor, Salmanasar V (727-722), las relaciones se endurecieron; a causa de la afición del rey Oseas hacia Egipto, rehusó pagar el tributo acostumbrado. Oseas fue depuesto (725-24), y después de tres años de asedio, Samaría, capital del reino, cayó en manos de los asirios (722-21). En este ambiente de zozobra y de conspiraciones en la corte se desarrolló la vida profética de Oseas.
Con el bienestar conseguido en tiempo de Jeroboam II, las costumbres se relajaron y el culto cismático de Yahvé sufrió profundas infiltraciones idolátricas, con lo que surgió una religión sincretista, contra la que luchó denodadamente el profeta. El culto oficial del Estado se centraba en la adoración del becerro de oro, representación sensible de Yahvé 8; lo que era un primer paso para la idolatría, a la que era tan propenso el pueblo hebreo. Desde los tiempos de Acab (s.IX), los cultos fenicios habían penetrado hondamente en la vida religiosa del reino septentrional 9. El profeta Oseas luchó contra estas infiltraciones paganas, pues prácticamente Yahvé había sido reducido a la categoría de un Dios principal en un panteón. Por otra parte, las manifestaciones culturales externas, como ofrendas de sacrificios, observancia del sábado y de las fiestas anuales 10, no tenían el contenido religioso interno de entrega a Dios y a sus preceptos. De ahí la religión hipócrita y formularia, que era en realidad una caricatura de la tradición religiosa de Israel.

Contenido y estructura del libro..
La predicación de Oseas es esencialmente afectiva, y por eso no es fácil hacer un esquema ideológico de sus oráculos. La idea central de su mensaje es la contraposición del amor de Yahvé y la ingratitud de Israel, que no ha sabido corresponder a su calidad de pueblo elegido. En realidad, Yahvé se ha unido con su pueblo en una alianza matrimonial, pero Israel la ha quebrantado. Por eso Yahvé le castigará, pero amorosamente, para atraerle a buen camino, a la reconciliación. Conforme al orden actual del libro que se atribuye a Oseas, podemos hacer el siguiente esquema de sus oráculos:

A) Relaciones amorosas de Yahvé e Israel (1:1-3:5):
El matrimonio con una mujer de mala vida simboliza la infidelidad de Israel a Yahvé.
Reconciliación con la mujer infiel.
Los nombres de los hijos de Oseas, símbolo de las relaciones entre Yahvé e Israel.
B) Oráculos conminatorios (4:1 -14:10):
Se declara la culpabilidad y el castigo de Israel. Impenitencia de Israel y Judá. Anuncio de la cautividad.
Invitación al arrepentimiento.

La primera parte está en prosa, mientras la segunda en poesía. Pero la identidad ideológica es total, y la ilación lógica es muy normal, en tal forma que la segunda parte parece un desarrollo de la del esquema teológico de la primera. Ambas partes terminan con el anuncio trágico de la destrucción del reino del norte. Los nombres de sus hijos Jezrael, Lo-Rujamá (sin compasión) y Loami (no mi pueblo) son un símbolo del castigo material de Israel y del abandono por parte de Dios hasta que entre por las vías del arrepentimiento. El recuerdo de la llanura de Jezrael, donde en otro tiempo Jehú extirpó la dinastía de Acab, será el símbolo de la nueva carnicería que se cierne sobre la casa real de Samaría. Pero, una vez que se cumpla la justicia de Yahvé e Israel vuelva a su Esposo, ese nombre, de recuerdo siniestro, se convertirá en símbolo de bendición, manifestada en la feracidad edénica de la tierra (Jezrael: Yahvé siembra), y, por otra parte, Israel volverá a ser el pueblo elegido de su Dios, de forma que Yahvé podrá llamarle Pueblo mío y Misericordia, porque sobre él se derramará su piedad salvadora.

Autenticidad y transmisión textual.
En general no hay razones serias que objetar a la unidad de autor del libro de Oseas. No obstante, en sus oráculos hay intercalaciones de un compilador posterior, que en Judá dio la última redacción a los escritos atribuidos a Oseas 11.
En cambio, el problema textual es atormentador, ya que el estado actual del TM es sumamente deficiente. Hay pasajes ininteligibles y es preciso recurrir a las versiones para reconstruir una posible lectura original satisfactoria 12. La versión de los LXX está hecha sobre un texto muy corrompido, y por eso es preciso acudir a las exigencias del contexto y de la métrica para rastrear el posible sentido original. En la segunda parte, poética, muchas veces los incisos y esticos están desplazados. Es célebre la frase de San Jerónimo: Oseas commaticus est, et quasi per sententias lo-quens 13. Este estilo entrecortado y sentencioso hay que atribuirlo a su temperamento afectivo y emocional. A través de sus frases misteriosas y entrecortadas se percibe la hondura de su alma, enamorada de su pueblo. De ahí que a veces falta el encadenamiento lógico, porque las explosiones afectivas dominan la frase. No obstante, tiene una gran riqueza de imaginación, con propensión a tomar los símiles de la naturaleza; conoce bien las leyes del paralelismo y los recursos de la paranomasia; alude frecuentemente a las tradiciones antiguas de Israel; sobre todo siente nostalgia de la vida del desierto, cuando las relaciones entre Yahvé e Israel eran más sinceras; conoce muchos incidentes y hechos de la historia sagrada, del Pentateuco y del libro de los Jueces 14.

Mensaje doctrinal.
a) Oseas centra su predicación en torno a las relaciones de Yahvé con Israel como pueblo elegido: por eso no hay en sus oráculos anuncios relativos a las naciones paganas ni a Judá, a pesar de que debía de conocer los oráculos de Amos. Abiertamente declara el monoteísmo estricto. Yahvé es el Dios exclusivo de Israel15, pero es también el único Dios, ya que los baales cananeos no son nada, sino obra del hombre 16. El gran pecado de Israel es la idolatría, que en el fondo procede de la ignorancia 17. Pero, ante todo, Yahvé es el Dios de Israel, porque le ha elegido entre todos los pueblos.
Sus relaciones son tan amorosas, que son comparables al amor íntimo de dos esposos. Este símil del matrimonio para expresar las relaciones entre Yahvé e Israel es expresado por primera vez por Oseas, pero queda después acuñado para reaparecer en los oráculos de Isaías 18, Jeremías 19, Ezequiel 20 y en la literatura sapiencial, sobre todo en el Cantar de los Cantares. Y aún el símil penetra en los escritos del Í. Ô. 21 Oseas describe dramáticamente las tentativas amorosas de Yahvé por atraerse a su pueblo, al que ama, pero que le es infiel. A pesar de sus infidelidades, le busca una y otra vez hasta hacerle comprender - por las privaciones y castigos - que su bien está sólo en acercarse a su Esposo, el de su juventud.
Desde el punto de vista del culto religioso, el profeta rechaza todas las manifestaciones culturales, que están inficionadas de cultos idolátricos extraños 22. En general, ante todo urge el cumplimiento de los valores morales. El culto externo sólo es aceptable por Yahvé en la medida en que va acompañado del reconocimiento íntimo de sus derechos y de la entrega del corazón a sus preceptos. El profeta urge sistemáticamente el cumplimiento de los preceptos del decálogo al acusar a sus contemporáneos: perjuran, mienten, matan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres23. Se opone a todo culto a las imágenes24 y supone la existencia del descanso sabático 25.
b) La idea mesiánica queda perfectamente expresada al anunciar una nueva alianza matrimonial indefectible: Seré tu esposo para siempre, te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y en piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tú reconocerás a Yahvé.26 El profeta anuncia aquí una nueva era en la que desaparecerá el pecado y las relaciones de Israel con Dios se basarán en la justicia, el juicio y la misericordia, de forma que podrá ser Yahvé de nuevo y definitivamente el Esposo en fidelidad, basándose las nuevas relaciones en el reconocimiento de los derechos divinos 27.
Como consecuencia, Dios bendecirá a su pueblo, que será como las arenas del mar, que son sin medida y sin número, y en el lugar-mismo en que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se dirá de ellos: Los hijos del Dios vivo. Los hijos de Judá y los hijos de Israel se juntarán en uno y se darán un jefe único y se desbordarán de la tierra, pues será grande el día de Jezrael.28 El profeta piensa en los tiempos en que, pasada la hora de prueba, el castigo de la cautividad, volverán Judá e Israel a constituir un solo pueblo con un solo jefe: Volverán los hijos de Israel y buscarán a Yahvé, su Dios, y a David, su rey, y se apresurarán a venir temerosos a Yahvé. 29 Es el anuncio de la nueva teocracia, que será como una superación de los tiempos gloriosos de David.
Y el profeta, ante esta perspectiva, suelta su imaginación, presentándonos un cuadro idílico en el que aparecen las fieras amansadas y los campos dotados de feracidad edénica: En aquel día haré en favor de ellos concierto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra, y quebraré en la tierra arco, espada y guerra, y haré que reposen seguros. En aquel día yo seré propicio - dice Yahvé - a los cielos, y los cielos serán propicios a la tierra; la tierra, propicia al trigo, al mosto y al aceite, y éstos, propicios a Jezrael. 30 Esta perspectiva de paz total y de feracidad edénica se convertirá en tópico en la literatura profética posterior 31. Es el ansia de paz y de felicidad inherente a su corazón humano, que será colmada en los tiempos mesiánicos.

1 Os 1:1. - 2 Cf. 2 Re 17:1. Oseas es el nombre original de Josué (Núm 13:17). - 3 Cf. Os4:16; 6:3; 8,7; 9:2.10; 10:1; 13:3; 14:6-8. - 4 Cf. 2 Sam 12:1-7; 1 Re 20:35-43. - 5 Cf. 2 Re 15:10; 2 Re 15:17.23-25. - 6 Cf. 2 Re 16:5; Is 7. - 7 Cf. 2 Re 15:29. - 8 Lo que estaba prohibido en Ex 20:4. - 9 Cf. 1 Re 16:30. - 10 Cf. Os 2:11; 4:15; 8:4; 13:2. - 11 Se consideran obra de un glosista los fragmentos 2,isb-25; 14:2-10. - 12 Por ejemplo, Os 4:19; 6:11; 7:1. - 13 san jerónimo, Praef. ín XII Proph.: PL 28:1015. - 14 Cf. Os 9:4 y Ex 3:14; Os 11:8 y Gen 19:243; Dt 29:22; Os 9:10 y Núm 25; Os 13:1 y Núm 16; Dt u,6; Os 2:17 y Jos 7:24-26; Os 9:9 y 10,95 y Jue 195; Os 13:10 y 1 Sam 8. - 15 Os 3:5; 4:6-12. - 16 Os 8:4-6; 13:2. - 17 Os 4:6. - 18 Isa_50:1; 54:5·Àï; 62:4-5. - 19 Jer 2:1-7; 3:15; 31:22. - 20 Ez c.ió y 23. - 21 Cf. Os n,i y Mt 2:15; Os 6:6 y Mt 9:13; Ose_10:8 y Le 23:30; Os 2:25 y Rom 9:25; Os 13:14 y i Cor 15:55; Is 1:6.9; 2:3 y i Pe 2:10. - 22 Cf. Os 7:14; 8:4-6.11; 10,is. - 23 Os 4:2. - 24 Os 8:4; 10:2-5; 13:2. - 25 OS 2:11. - 26 Os 2:19(21)3. - 27 Jer 31:33-34· - 28 Os 1:11. - 29 3:5. - 30 2:22. - 31 Cf. Is 51:3; 31:1s; 41:18; 43:10; Ez 47.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Oseas  4,1-19

4. Reproches por los Pecados.
Los tres primeros capítulos pueden considerarse como una introducción teológica a la predicación de Oseas. Ahora empiezan los discursos conminatorios contra Israel, que seguirán hasta el final del libro. Todas las clases sociales son culpables de graves transgresiones, y, por tanto, la justicia divina va a descargar sobre Israel de modo inexorable. El pecado más grave es la idolatría.

Los sacerdotes, responsables de la corrupción. general (1-10)
1 Oíd la palabra de Yahvé, hijos de Israel, que va a querellarse Yahvé contra los habitantes del país, porque no existe ni fidelidad, ni amor, ni conocimiento de Dios en el país. 2Perjuran, mienten, asesinan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres. 3Por eso está en luto el país y desfallecen cuantos en él moran; aun las bestias salvajes y las aves del cielo y hasta los peces del mar perecen. 4Pero nadie protesta, nadie reprende. También contra vosotros me querello, oh sacerdotes! 5Tropezarás en pleno día, y contigo tropezará también el profeta de noche, y tú haces perecer a tu pueblo2. 6 Perece mi pueblo por falta de conocimiento; 1 por haber rechazado tú el conocimiento, te rechazaré yo a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado tú la ley de tu Dios, yo me olvidaré también de tus hijos. 7Cuantos son ellos, tantos fueron sus pecados contra mi; trocaron su gloria por la ignominia 3. 8 Se alimentan de los pecados de mi pueblo y codician sus iniquidades. Y lo que del pueblo será, eso será también del sacerdote. Yo los castigaré según sus caminos y los retribuiré según sus obras. 10Comerán y no se saciarán, fornicarán y no se multiplicarán, porque se obstinaron en abandonar a Yahvé.

El profeta apostrofa al pueblo israelita en nombre de Yahvé, que va a entablar una querella oficial por su depravada conducta, caracterizada por la falta de fidelidad, o de sinceridad honrada en el trato mutuo. Faltan las virtudes sociales elementales para la convivencia: no existe misericordia, o sentido de comprensión para con el prójimo, y todo ello porque falta el conocimiento de Yahvé como reconocimiento práctico de sus mandatos. Por eso el perjurio, la mentira, el robo y el asesinato están a la orden del día (v.2), de forma que las sangres se suceden a las sangres.
Como castigo a tanto crimen impune, Dios ha enviado una sequía general: está en luto el país y desfallecen cuantos en él moran, aun las bestias salvajes. (v.3). El país está agostado sin su verdor habitual, como en luto, y sus animales están privados de sus medios de subsistencia, y hasta los peces del mar perecen privados de su elemento vital. La frase es hiperbólica para encarecer la sequía general, que había afectado hasta el mar.
A pesar de la situación general de desorden y prevaricación reinante en la sociedad, nadie protesta, nadie reprende (v.4). Ni siquiera los que por oficio debían levantarse contra este estado de cosas protestan en nombre de la ley de Dios. La clase sacerdotal, establecida para dirigir espiritualmente al pueblo, no se preocupa de la conculcación de las leyes más elementales contra el orden natural y divino. Por eso Oseas se encara con los representantes de esta clase privilegiada: Contra vosotros me querello, ¡oh sacerdotes! 4 Por eso el castigo vendrá sobre ellos como sobre los profetas. Dios los hará caer bajo el peso de su justicia: tropezaras de día, y contigo. el profeta de noche (v.5). El castigo de Dios caerá sobre ellos sucesivamente, como se suceden el día y la noche. Y todo ello se debe a que hacen perecer al pueblo con su mal ejemplo y su falta de interés en corregirle, pues lo que le falta al pueblo es conocimiento de Dios (v.6).
Ha perdido la conciencia de sus deberes religiosos y éticos precisamente porque los sacerdotes y profetas no se lo dan a conocer. Yahvé los castigará, retirándoles su categoría sacerdotal por haber olvidado su ley. La enseñanza de la Ley o Toráh es lo característico de la clase sacerdotal, como el consejo caracteriza al sabio y el oráculo al profeta 5. Es el conjunto de ordenaciones tradicionales por las que se había de regir la teocracia hebrea 6. Es no tanto un código cerrado cuanto una institución viviente, que se va enriqueciendo con nuevas leyes, pero conforme a principios sustanciales recibidos cié la tradición 7.
A pesar de la obligación de los sacerdotes de enseñar la Ley, no han hecho sino pecar contra todos los preceptos, cambiando su gloria (Yahvé) por la ignominia (v.7), los ídolos vergonzosos, pues han procurado fomentar la idolatría para sacar provecho de los pecados de mi pueblo (v.8). El profeta alude a las múltiples manifestaciones culturales idolátricas y sincretistas, fomentadas por los sacerdotes del reino cismático del norte con vistas a su lucro personal. Muchos autores, sin embargo, creen que la frase se alimentan de los pecados de mi pueblo se refiere más bien al provecho excesivo que sacaban legalmente los sacerdotes de las carnes en los sacrificios por el pecado 8. En ese caso, la recriminación se refería a que fomentaban el culto únicamente por obtener estas participaciones de los sacrificios en los que no se quemaba toda la víctima.
En todo caso, en las prácticas cultuales había muchos abusos que estaban clamando por la intervención de la justicia divina; por eso, lo que del pueblo será, eso será también del sacerdote (v.8). Yahvé los castigará por su voracidad insaciable a sentir hambre y miseria. Han querido alimentarse con pretexto de los pecados del pueblo, pero llegará un día en que comerán, pero no se saciarán (v. 10). La frase debe entenderse de modo análogo a la de Amo_11:11 : los israelitas edificarán casas, pero no las habitarán; plantarán viñas, pero no beberán el vino. Los sacerdotes, por más que coman, no se saciarán, y sus relaciones matrimoniales serán meras fornicaciones, y, como tales, serán estériles: fornicarán, pero no se multiplicarán. Dios les castigará con la esterilidad y la miseria total. Es una maldición de Dios, pues se declara que las funciones primordiales de la naturaleza para la conservación del individuo y de la especie quedarán sin eficacia. Este parece ser el sentido obvio, y no es necesario suponer una alusión del profeta a las prácticas licenciosas sexuales que tenían lugar en los lugares de culto cananeo.

Prácticas idolátricas del pueblo (11-14).
11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. 12 Mi pueblo pregunta al leño, y su bastón le hace revelaciones, porque el espíritu de fornicación le ha descarriado y fornicaron, alejándose de su Dios. 13 Ofrecen sacrificios en las cimas de los montes, y en los collados queman incienso bajo la encina, bajo los álamos, bajo los terebintos de grata sombra, Por eso se prostituyen vuestras hijas y adulteran vuestras nueras, 14 y no castigaré las fornicaciones de vuestras hijas ni los adulterios de vuestras nueras, porque ellos mismos se van aparte con rameras y con las hieródulas ofrecen sacrificios, y el pueblo, por no entender, perecerá.

Las prácticas licenciosas y el abuso del vino conducen a las mayores aberraciones (v.11), sobre todo a las prácticas supersticiosas e idolátricas, como la rabdomancia: mi pueblo pregunta al leño, y su bastón le hace revelaciones (v.12). Parece que se alude al empleo de la varita adivinatoria y a la suerte de las flechas 9. El espíritu de fornicación (o idolatría) los ha descarriado. Nada más insensato que consultar a un leño para obtener adivinaciones. En los tradicionales lugares de culto idolátrico (los collados y bajo la encina.) se llevan a cabo las prácticas más licenciosas. Los árboles frondosos eran lugares de culto entre los cananeos, como símbolo de la fuerza vital de la naturaleza 10. Por eso, junto a los altares se solían plantar bosques artificiales, o asherim 11. En la Ley mosaica se permitía al pueblo tener altares particulares junto al santuario de Yahvé para inmolar los animales destinados a la consumición ordinaria 12, pero esto degeneró al introducirse prácticas idolátricas.
La corrupción ha llegado a tal extremo, que los pecados de fornicación y adulterio de las hijas y nueras no merecen el castigo en comparación con las prácticas vergonzantes que los padres cometían con las hieródulas o prostitutas sagradas de ambos sexos de los lugares de culto pagano 13: no castigaré las fornicaciones de vuestras hijas., porque ellos mismos. con las hieródulas ofrecen sacrificios (v.14). Es el colmo de la corrupción moral y religiosa, ya que a sus excesos sexuales les dan un sentido de culto idolátrico. La situación es desesperada y sin remedio, porque el pueblo ha perdido el discernimiento por sus excesos sensuales: el pueblo, por no entender, perecerá. Es la amarga constatación de una realidad vergonzante.

Admonición a Jada para no seguir la conducta de. Israel (15-19)
15 Si tú, Israel, te prostituyes, que al menos no se haga culpable Judá. No vayáis a Guilgal, no subáis a Bet-Aven y no juréis (diciendo): ¡Vive Yahvé! 16 Porque, como novilla cerril, es cerril Israel; por eso en adelante los apacentará Yahvé como a oveja en lugar amplio. 17 Efraím se ha adherido a los ídolos; déjale. 18 Su vino se les ha subido (a la cabeza) 14, se han dado a la fornicación; a la gloria de Yahvé han preferido la ignominia 15. 19 Arrebataráles el viento en sus alas y se avergonzarán de sus sacrificios.

El profeta advierte a Judá que no debe seguir las prácticas idolátricas de Israel; por tanto, no debe frecuentar los lugares de culto de Guilgal 16 y Bet-Aven (casa de la vanidad), denominación despectiva en vez de Bet-El (casa de Dios) 17. Israel es como una novilla cerril, que no se deja gobernar para ir a buenos pastos; por eso Yahvé la tratará como a oveja en lugar amplio (v. 16); es decir, la dejará pastar a su antojo en campo abierto, sin preocuparse de guardarla en el redil, quedando así expuesta al ataque de las fieras del campo. En efecto, Efraím (tribu principal del reino de Israel y símbolo de ella) se ha extraviado, adhiriéndose a los ídolos. Han perdido el juicio por efecto de sus excesos en el beber y su propensión a la fornicación, o afición a los cultos paganos: han preferido a la gloria de Yahvé la ignominia, o imágenes idolátricas.
Pero de nada les servirá, pues llegará el castigo divino en forma de invasión extranjera, que los arrebatara (como el viento) en sus alas (v.19). Es el torbellino de la guerra, que los envolverá y los lanzará en cautividad, llevados del viento, a tierras extrañas. Y entonces comprenderán lo insensato de su conducta y se avergonzarán de sus sacrificios ante los altares paganos al ver que sus ídolos no los han podido librar de la catástrofe, como esperaban.

1 El TM lee según traduce la Vulgata: et populus tuus sicut hi qui contradicunt sacer-doti. Pero es difícil compaginar esta versión con el contexto. La Bible de Jérusalem traduce: Es a ti, sacerdote, contra quien tengo (una acusación). Es más o menos la versión de Hoonacker, que hemos seguido nosotros, haciendo un ligero cambio en la distribución de las consonantes hebreas. 2 El TM: el profeta tropezará de noche, y yo haré perecer a tu madre. Un ligero cambio nos da nuestra versión, que es también la de la Bible de Jérusalem. Hoonacker hace una reconstrucción un poco violenta: la noche será la imagen del día. 3 El TM: cambiaré la gloria de ellos en ignominia. 4 Los que siguen la lección del TM lo explican diciendo que aquí el profeta reprocha a sus oyentes que no le hacen caso, como los que resisten al sacerdote (Deu_17:12). Otros traducen: nadie reprenda porque mi pueblo es semejante a los sacerdotes. Es decir, no hacen sino seguir la mala conducta de los representantes de la clase sacerdotal, que por su vocación debían dar ejemplo. 5 Cf. Jer_18:18; Age_2:11; Mal_2:6.7.83. 6 Cf. Isa_2:3; Isa_5:24; Isa_8:16.20; Isa_30:9; Isa_42:4.22.24; 51.4.7; Miq_4:2. 7 Cf. Isa_24:5; Jer_2:8; Jer_8:8; Jer_11:12; Eze_22:26; Eze_43:11s; Sof_3:4. 8 Cf. Lev_6:1753. 9 Cf. Eze_21:26. 10 Cf. Deu_12:2; Isa_1:29; Jer_2:20; Jer_3:6-13; Eze_6:13; Eze_6:20, Eze_6:28; 1Re_14:23; 2Re_16:4; 2Re_16:17.10·Ose_57:5; 2Cr_27:4. 11 Miq 5:13. Sobre estas prácticas véase lagrange, o.c., p.iógss. 12 Cf. Exo_20:245; Lev_3:16s; Lev_7:225; 1Sa_14:335. 13 Cf. Deu_23:18-19; 1Re_14:24. 14 Así Hoonacker, siguiendo el significado paralelo de una palabra árabe. 15 Versión de Hoonacker, supuesto un ligero cambio de letras en hebreo. 10 Cf. Arn 5:5. 17 En Amo_5:5 se hace el mismo juego de palabras.