Levítico 20 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 27 versitos |
1 Yahvé habló a Moisés, diciendo:
2 “Di a los hijos de Israel: Quienquiera que de entre los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan en Israel, ofrezca a Moloc un hijo suyo, será castigado con la muerte; el pueblo le lapidará"
3 Yo me volveré contra ese hombre y le exterminaré de en medio de su pueblo por haber entregado a Moloc a uno de sus hijos, manchando mi santuario y profanando mi santo nombre.
4 Si el pueblo cerrase los ojos respecto de este hombre que ofreció a Moloc a uno de sus hijos, y no le diera muerte,
5 yo me volveré contra él y contra su parentela, y le exterminaré de en medio de su pueblo y a cuantos como él se prostituyan ante Moloc.
6 Si alguno acudiera a los que evocan a los muertos y a los que adivinan, prostituyéndose ante ellos, yo me volveré contra él y le exterminaré de en medio de su pueblo.
7 Santifícaos y sed santos, porque yo soy Yahvé, vuestro Dios.
8 Guardad mis leyes y practicadlas. Yo, Yahvé, que os santifica.
9 Quien maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte; caiga su sangre sobre él."
10 Si adultera un hombre con la mujer de su prójimo, hombre y mujer adúlteros serán castigados con la muerte.
11 Si uno se acuesta con la mujer de su padre, descubriendo así la desnudez de su padre, los dos serán castigados con la muerte; caiga sobre ellos su sangre."
12 Si uno se acuesta con su nuera, ambos serán castigados con la muerte; han cometido un crimen vergonzoso; caiga su sangre sobre ellos."
13 Si uno se acuesta con otro como se hace con una mujer, ambos hacen cosa abominable, y serán castigados con la muerte. Caiga su sangre sobre ellos.
14 Si uno toma por mujeres la hija y la madre, es un crimen abominable; serán quemados él y ellas, para que no se dé entre vosotros crimen semejante."
15 El que tenga comercio con una bestia será castigado con la muerte, y la bestia la mataréis.
16 Si una mujer se acerca a una bestia, prostituyéndose ante ella, matarás a la mujer y a la bestia; ambas serán muertas; caiga sobre ellas su sangre."
17 Si uno toma a su hermana, hija de su padre o de su madre, viendo él la desnudez de ella, y ella la desnudez de él, es un crimen, y los dos serán borrados de su pueblo a la vista de los hijos de su pueblo; él ha descubierto la desnudez de su hermana; lleve sobre sí su iniquidad."
18 Si uno se acuesta con mujer mientras ésta tiene el flujo menstrual y descubre su desnudez su flujo, y ella descubre el flujo de su sangre, serán ambos borrados de en medio de su pueblo.
19 No descubras la desnudez de la hermana de tu madre ni la de la hermana de tu padre, porque es descubrir tu propia carne. Llevarán sobre sí su iniquidad.
20 Si uno se acuesta con su tía, descubre la desnudez de su tía. Llevarán sobre sí la iniquidad; no tendrán hijos."
21 Si uno toma mujer de su hermano, es una inmundicia. Descubrió la desnudez de su hermano. No tendrán hijos.
22 Guardad todas mis leyes y todos mis mandamientos y ponedlos por obra, para que no os vomite la tierra adonde os llevo.
23 No imitéis las costumbres de las gentes que yo voy a arrojar de delante de vosotros; ellos hacían estas maldades, y yo los aborrecí."
24 Yo os he dicho: vosotros poseeréis esa tierra, yo os la daré en posesión; es una tierra que mana leche y miel. Yo, Yahvé, vuestro Dios, que os he separado de las gentes."
25 Distinguid entre animales puros e impuros, entre aves puras e impuras, y no os hagáis abominables por los animales, por las aves ni por cuanto repta sobre la tierra, que yo os he enseñado a tener por impuro.
26 Sed santos para mí, porque yo, Yahvé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis míos.
27 Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación será muerto, lapidado; caiga sobre ellos su sangre.”

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Introducción a Levítico

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Levítico.
Introducción.

Nombre.
Este libro se llama Levítico (del gr. Ëåíåéôéêüí) porque trata principalmente de los deberes y derechos de los pertenecientes a la tribu de Leví. Como los otros libros del Pentateuco, en la Biblia hebraica éste se denomina por las primeras palabras del TM: Wayyiqra (y llamó). Trata sobre todo del ritual del culto divino en el santuario.

División y Contenido.
La idea central de este libro es la santidad de Dios, lo que exige un estado ritual y moral de santidad por parte de sus ministros. Podemos distinguir las siguientes secciones: a) leyes sobre los sacrificios (1-7); b) consagración de los sacerdotes (8-10); c) leyes sobre las purificaciones rituales (11-16); d) leyes de santidad (17-26); e) votos y diezmos (27).
Integran, pues, el libro textos casi exclusivamente legislativos. Todas estas secciones van presididas por la idea de la santidad de Yahvé, que debe comunicarse de algún modo al pueblo de Israel, y particularmente a sus sacerdotes. Esto aparece de un modo particular en la sección llamada código de santidad (17-26). La primera parte (1-7) se refiere a los sacrificios y ofrendas de los fieles y al modo de ofrecerlos por los sacerdotes. Los sacrificios se dividen en: i) holocausto (óllah) : se quema toda la víctima en el altar (1:3-17); 2) oblaciones (minjah) (2:1-16): ofrendas de flor de harina, incienso y aceite, como complemento de los sacrificios; 3) sacrificios pacíficos (selem) (3:1-17): se quemaban las partes grasas en el altar; 4) sacrificio por el pecado (jattah) (4:1-5:13), y por el delito (asam). Ambos son sacrificios expiatorios por faltas cometidas (5:14-6:7). La sección segunda, sobre la consagración de Aarón y sus hijos, es de carácter histórico-ritual (8-10). Los c.11-16 tratan de las impurezas legales contrarias a la santidad exigida a los israelitas como pueblo de Dios.
De aquí se deduce que nos hallamos ante una serie de colecciones de leyes que han sido compiladas después de haber tenido vida aparte en la tradición.

Composición del libro.
La crítica independiente niega todo origen mosaico a esta legislación levítica, y supone que es obra de una escuela sacerdotal influenciada por la personalidad de Ezequiel en los tiempos del destierro babilónico. Aquí sus principales ingredientes:
a) Ley de santidad (H: Heiligkeitgesetz), que comprende los capítulos 17-26. Se llama así porque predomina la idea de santidad. Constituye un código independiente, como el código de la alianza en el Éxodo y el Deuteronomio. Los tres comienzan por leyes sobre los lugares de sacrificio, y se terminan por una exhortación y una conclusión: Estos son los estatutos... que Yahvé establece entre El y los hijos de Israel en el monte del Sinaí por medio de Moisés.1 Pero este código de santidad asimismo está compuesto por elementos originariamente diversos, compilados por un redactor que a su vez es anterior al propiamente sacerdotal. Como no se destaca la persona del sumo sacerdote como jefe supremo de la jerarquía sacerdotal, su composición sería poco posterior al Deuteronomio, hacia el siglo VI. Puesto que son muchas las semejanzas con los textos de Ezequiel, no pocos autores suponen que éste es el autor de la ley de santidad2. Pero también se han hecho notar las discrepancias, y por eso muchos creen que no se pueden identificar los autores de ambas legislaciones3, y en general se supone que la ley de santidad es anterior a Ezequiel.
b) Ley de los sacrificios (1-7). Esta colección parece interrumpir la legislación de Ex 25-40 y Lev 8s. Se supone que es obra de los sacerdotes del templo de Jerusalén.
c) Ley de la pureza ritual (11-15). Se considera también fuera de contexto, intercalándose indebidamente entre el c.10 y el c.16, que parecen literariamente complementarios.
d) Ley sobre el día de la Expiación (c.16). Este ritual debía de formar parte de los elementos secundarios, ya que no aparece en tiempos de Ezequiel.
e) Ley sobre los votos y diezmos (c.27). Tiene manifiesto carácter de apéndice y parece adición reciente al código sacerdotal.
f) Consagración de los sacerdotes (8-10). Forma parte del escrito fundamental, siendo la continuación de Ex 40, ya que Lev 8 es el cumplimiento de las órdenes dadas en Ex 39·
Tales son los diversos elementos del Levítico que han sido incorporados texto del Pentateuco. Esta fusión debió de tener lugar en tiempos de Esdras (s.V a.C.). De este modo, el Levítico aparece como el libro religioso del Templo, a la vez ritual y manual de piedad, guía de los fieles y de los sacerdotes en sus relaciones con la Divinidad; elaborado en el curso de los siglos, habría recogido, adaptado y agrupado un conjunto de prescripciones, unas más antiguas, otras más recientes, pero que la piedad judía las hacía remontar sin distinción a Moisés.4
Como se ve, los críticos acatólicos niegan toda paternidad mosaica a la legislación levítica, ya que toda es de la época del exilio, o inmediatamente antes o después. Esta se considera como el término de un proceso evolutivo de las legislaciones elementales del Éxodo (código de la alianza: c.20-23) y del Deuteronomio. De este modo, las grandes instituciones cultuales (santuario, sacerdocio, sacrificios y fiestas) están sometidas a este proceso evolutivo histó-rico-legislativo.
Los autores Ortodoxos mantenienen la autenticidad mosaica de la legislación levítica, conforme a las afirmaciones de la tradición judeo-cristiana. Es la aplicación a un caso concreto de la solución al problema general de la autenticidad mosaica del Pentateuco.
La ley levítica es la condensación de la vida cultual de Israel desde Moisés hasta el fin del exilio de Babilonia; codificada muchas veces y elaborada según las necesidades, esta legislación fue, finalmente, recopilada por la mano de los sacerdotes para servir a su propia justificación.10 Es preciso admitir una tradición sinaítica que sirva de base a los desarrollos posteriores, pero no podemos concebir que la legislación mosaica primitiva haya permanecido como esquema muerto en las nuevas vicisitudes de la vida nacional11. Así, pues, debemos mantener el origen mosaico de las principales instituciones sacerdotales12. Cazelles resume así el problema: El autor ha recogido muchos textos antiguos que se ha contentado con completar, por ejemplo, sobreponiendo a un viejo ritual de purificación una liturgia nueva, inspirada en un concepto muy elaborado del pecado contra la Ley. Esta síntesis es mosaica en su fondo religioso..., pero sería difícil atribuir su redacción a Moisés. Supone un largo contacto con los cananeos y una sedentarización prolongada, que ha hecho de las fiestas agrícolas la base del ciclo litúrgico. La civilización es urbana bajo muchos aspectos. El material cultual que admite no corresponde al que nos dan a conocer los libros históricos y profetices que han precedido a Ezequiel... Se han hecho valer todavía muchas otras razones que impiden fechar esta síntesis antes del destierro, y se han subrayado desde hace tiempo numerosos puntos de contacto que presenta con Ezequiel. Pero ¿son posteriores todos los elementos de esta síntesis al gran profeta del destierro? Es muy improbable... La ley de santidad parece ser una codificación de los últimos tiempos de la monarquía, análoga en muchos puntos al Deuteronomio... Las demás leyes son más difíciles de fechar; con todo, la crítica está unánime en considerarlas como posteriores, y ciertos indicios hacen creer que su redacción es más tardía que la Torah de Ezequiel (40-48). En todo caso, cualquiera que sea su fecha de composición, estas síntesis particulares y la síntesis general del Levítico han sido hechas con un espíritu conservador, por espíritus conservadores, más solícitos de describir la costumbre preexílica que de reformarla. Querían mantener las antiguas usanzas y han dado la prioridad a los datos, en particular a las nociones de la lección divina, de Ley revelada y de pecado contra los mandamientos divinos, de modo que es en verdad del espíritu mosaico.13

Doctrina Religiosa.
Se ha supuesto por los críticos independientes que esta legislación levítica representa un estadio inferior religioso respecto del mensaje profetice, ya que los elementos éticos de la predicación de los profetas son sustituidos por un formalismo cultualista que degenará en las concepciones farisaicas de los tiempos de Cristo. Es el estadio del nomismo, que se presenta como sucedáneo del profetismo cuando la virtualidad ascendente de la religión de Israel había agotado su contenido. Pero esta suposición no es exacta, ya que la legislación ritual del Levítico supone el contenido dogmático y moral de la religión mosaica, si bien en razón de los destinatarios los sacerdotes, encargados del santuario se centra la atención en torno a sus deberes cultuales, lo que implica una serie de privilegios muy en consonancia con la concepción teocrática de la vida en Israel. Como los profetas no insistían en los deberes cultuales del pueblo, porque existía una clase sacerdotal encargada de urgirlos, así aquí el legislador se preocupa sólo en este libro de la legislación relativa al culto, presuponiendo la exposición de las verdades religiosas y éticas en los libros anteriores, como el Deuteronomio.
Toda la legislación levítica tiene por base la concepción de la santidad de Yahvé, que exige santificación en los que a El se acercan y en el pueblo israelita en general: Sed santos como yo soy santo, yo, Yahvé.14 No puede darse formulación más solemne sobre los altísimos destinos de la nación israelita. Como colectividad estaba consagrada a Yahvé, pues era su primogénito.15 y su reino sacerdotal.16 Esta condición especialísima de Israel exigía que no podía comportarse como las demás naciones17, sino que tenía que santificarse con los preceptos de Yahvé18. Y dentro de la comunidad israelita, los pertenecientes a la clase sacerdotal están particularmente obligados a vivir en una atmósfera de santidad ritual y moral19, ya que aquélla no tiene más finalidad que fomentar ésta. Aunque las prescripciones levíticas se deban muchas veces a un derecho consuetudinario anterior al propio Moisés, como la distinción entre animales puros e impuros, sin embargo, el legislador les da un nuevo sentido religioso conforme a la mentalidad de su época. Todos los formalismos legales, que ahora a nosotros se nos antojan irracionales, eran para el legislador hebraico un medio de fomentar la idea de la santidad de Yahvé y de su pueblo20. El legislador quería crear en Israel una conciencia de nación sacerdotal, de un pueblo que debía vivir aislado de los gentiles para no contaminarse y perder su misión histórica en los planes divinos.
Por otra parte, no debe olvidarse que en la legislación levítica hay prescripciones de índole netamente moral: deberes para con el prójimo y prohibiciones del robo, la mentira, el fraude21. Se recalcan los deberes para con los padres22, los ancianos23, los enfermos24, y se prohibe terminantemente el rencor y odio al prójimo25. Incluso se ordena un trato de amor y benevolencia hacia el extranjero, como si fuera un israelita26. Nos encontramos, pues, aquí con un código moral muy alto, digno de la mejor tradición profética y deuteronómica, lo que prueba que es falsa la acusación de un exclusivo nomismo formalista lanzada contra la legislación levítica27.
Los sacrificios tienen una finalidad exclusivamente religiosa. Para el semita son la mejor muestra de adoración y entrega a Dios28. Los sacrificios hebreos están llenos de sentido religioso: adoración, reconocimiento por los beneficios, sentido de expiación y de súplica29. Por eso, la vida de culto a base de sacrificios debía ser fuente de vida religiosa y moral para el pueblo. Ciertamente que todo esto degeneró, y gran parte de los oferentes limitaban sus acciones a un puro formalismo, sin sentido de entrega del corazón a Dios, manifestada en el cumplimiento de sus preceptos30. Contra este puro formalismo predican los profetas: Yo amo la piedad y no los sacrificios;31 pero es que los actos de culto eran entonces una caricatura de la finalidad de los mismos.
Vemos, pues, que la legislación levítica está penetrada de un gran sentido religioso y ético de la vida que no desmerece de la tradición profética: Del conjunto de estas consideraciones sobre la santidad y los sacrificios levíticos se desprende el valor religioso del tercer libro del Pentateuco, harto frecuentemente desconocido o singularmente disminuido por la crítica moderna. Sus instituciones y sus prescripciones no son sencillamente la expresión de un ceremonialismo y de un formalismo estrechos; no ignoran las exigencias de una conciencia religiosa; por esta razón, lo mismo que las apremiantes exhortaciones del Deuteronomio o los oráculos inflamados de los profetas, tendrán ellas su parte en la formación de la conciencia del pueblo judío y en la salvaguarda de su vida religiosa, muy en particular de su fe monoteística, de la que constituyen de alguna manera la protección exterior contra las influencias paganas. Si este papel bienhechor de la legislación levítica ha sido sobre todo decisivo en los tiempos que siguieron al destierro, no lo fue menos real en los tiempos que precedieron; y si, al declinar de la historia judía, la Ley llegó a ser una carga demasiado pesada, es porque la casuística farisaica la había sobrecargado con todas las adiciones de su exégesis oral y la había hecho desviar de su verdadero sentido. Este papel, sin embargo, no podía menos de ser transitorio. San Pablo lo ha caracterizado bien cuando decía a los gálatas: La Ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo...32 Lo fue por la disciplina severa que impuso al pueblo judío con miras a conservarle la fe en el verdadero Dios y por la absoluta sumisión a la voluntad divina que reclamaba.33

1 Lev 26:46. 2 Semejanzas: Lev 17:10 y Ez 14:8; Lev 17:13 y Ez 24:7; Lev 17:12 y Ez 22:10; 11; Lev 19:13 y Ez 18:7; 12; 16; Lev 19:15 y Ez 22:18; 8; Lev 19:36 y Ez 45:10; Lev 21:1b-3 y Ez 44:25; Lev 21:5 y Ez 44:20; Lev 2:2:8 y Ez 44:31; Lev 22:15 y Ez 22:26; Lev 25:36-37 y Ez 18:8, etc. Véase A. Clamer, Lévitique (La Sainte Bible) (París 1946) 10. 3 Discrepancias: Ez no menciona el sacrificio cotidiano o perpetuo, ni el cordero pascual, ni la fiesta de las trompetas ni la de Pentecostés, ni el rito del día de la Expiación, ni se menciona al sumo sacerdote. En Ez 44:22 se prohibe a los sacerdotes que se casen con viudas, mientras que en Lev 21:13-15 pueden casarse con una viuda honesta. En cambio, el sumo sacerdote tiene que casarse con una virgen. 4 A. Clamer, o.c., 12. 5 M. J. Lagrange, Les sources du Pentateuque: RB (1898) 21. 6 Prat, La Loi de Mo'ise, ses progrés: Études, 77 (1898),48. 7 Durand, L'état présent des études bibliques en France: Études, 90. 8 Hummelauer, Com. in Deuteron. (París 1901) 79. 9 EB n.177- 10 W. Stoderl, Das Gesetz Israels nach Inhalt und'Ursprung (Marienbad 1933) 11 Cf. J. Coppens, L'histoire cirtique de l'A.T. II; id., Les orientations nouvelles: NKIh (1938) 670-674- 12 A. Clamer, o.c., 16. 13 H. Cazelles, Le Lévitique (Bible de Jérusalem) 15-18. 14 Lev 19:2; 20:26; 21:8. 15 Ex 4:22. 16 Ex 19:6. 17 Lev 20:24; 26. 18 Lev 20:8; 21:8; 22:32. 19 Lev 21:23; 22:9; 16. 20 Cf. M. J. Lagrange, Études sur les religions sémitiques 146-147. 21 Lev 19:11; 35; 36. 22 Lev 19:3. 23 Lev 19:14. 24 Lev 19:14. 25 Lev 19:17-18. 26 Lev 19:33-34 27 Se proclama la necesidad de la entrega del corazón a Dios: Lev 19:4; 12; 24. 28 Cf. Lagrange, o.c., 268. 29 Cf, Tomás de Aquino, 1-2 q.8s a. 2. 30 Cf. Am 5:22; Os 8:13; Jer 5:20. 31 Os 6:6. 32 Gál 3:24. 33 H. Cazelles, Le Lévitique (La Bible de Jérusalem) 26.


Leyes Sobre los Sacrificios.
Después de hablar de la erección del tabernáculo, sigue la legislación relativa a la vida litúrgica, y en primer lugar la relativa a los sacrificios, que son el acto central de culto del sacerdocio del Antiguo Testamento. Ya hemos visto algunas regulaciones particulares sobre los sacrificios1, pero ahora llega el momento de hacer una exposición detallada y completa de sus diversas clases y ritual.
Debe notarse el modo con que se dan las leyes, siempre dentro de la concepción estrictamente teocrática, de forma que se prescinde de las causas segundas. Por ello, las fórmulas estereotipadas Dios habló o dijo a Moisés han de entenderse en sentido amplio, de una asistencia divina al legislador para compilar, adaptar y aun establecer nuevas leyes. Rara vez ha de entenderse en el sentido estricto de revelación nueva concreta.
Los sacrificios son divididos en cinco categorías: a) holocaustos (c.1); b) oblaciones (c.2); c) sacrificios pacíficos (c.3); d) sacrificios por el pecado (c.4-5); e) los sacrificios por el delito (5:14-6:7).
La fuente de esta legislación suele ser la sacerdotal. Los críticos acatólicos han pretendido negar la autenticidad total mosaica de este minucioso ritual, suponiendo que es obra de un autor posterior al exilio babilónico de la escuela de Ezequiel. Pero hemos de notar que ya Amos en el siglo VIII habla de las diversas clases de sacrificios según el orden aquí establecido2.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Levítico 20,1-27

20. Diversas Leyes Penales.
E ste capítulo es una continuación del anterior, en cuanto se señalan las penas por las faltas indicadas en el anterior, o al menos se expresa su reprobación.

Reprobación del Culto a Moloc (1-5).
1Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2Di a los hijos de Israel: Quienquiera que de entre los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan en Israel, ofrezca a Moloc un hijo suyo, será castigado con la muerte; el pueblo le lapidará 3Yo me volveré contra ese hombre y le exterminaré de en medio de su pueblo por haber entregado a Moloc a uno de sus hijos, manchando mi santuario y profanando mi santo nombre. 4Si el pueblo cerrase los ojos respecto de este hombre que ofreció a Moloc a uno de sus hijos, y no le diera muerte, 5yo me volveré contra él y contra su parentela, y le exterminaré de en medio de su pueblo y a cuantos como él se prostituyan ante Moloc.

En 18:21 se prohibía el culto a Moloc bajo pena de muerte. Aquí se vuelve a concretar, diciendo que quien entregare su hijo a Moloc para ser sacrificado en su honor debe ser lapidado por el pueblo. Caso de que no se cumpla la sentencia, Dios mismo se encargará de dar muerte al culpable y a su familia. El culto a Moloc es llamado prostitución (v.6) en el sentido de que es abandonar al verdadero Dios para irse tras los ídolos. En la literatura profética, este símil aparece muchas veces1.

Consulta de Adivinos y Evocación de los Muertos (6).
6Si alguno acudiera a los que evocan a los muertos y a los que adivinan, prostituyéndose ante ellos, yo me volveré contra él y le exterminaré de en medio de su pueblo.

Lo mismo que la idolatría, la consulta a los manes de los muertos es considerada como una prostitución, en cuanto que es una defección y un acto de desconfianza en Yahvé2. Dios mismo se encargará de castigarle con la muerte. Pero no se impone la lapidación, como en el caso anterior, que se consideraba de mayor gravedad.

Invitación al Cumplimiento de las Leyes Divinas (7-8).
7Santifícaos y sed santos, porque yo soy Yahvé, vuestro Dios. 8Guardad mis leyes y practicadlas. Yo, Yahvé, que os santifica.

Se pone como base de la obligación a las leyes divinas la necesidad de ser santos, algo aparte de todos los pueblos. Israel, como pueblo elegido, tiene que vivir en una atmósfera superior de santidad ritual y moral, pues por su elección tiene relaciones especiales con el que es santo por excelencia.

Maldición Contra los Padres (9).
9Quien maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte; caiga su sangre sobre él.

La pena de muerte es el castigo merecido para el que se haya atrevido a lanzar maldiciones contra su progenitor3. Jesucristo cita este texto para desenmascarar la hipocresía de los fariseos4. En el código de Hammurabi se cortaban las manos al que se atreviera a levantar la mano contra sus padres5.

Contra el Adulterio (10).
10Si adultera un hombre con la mujer de su prójimo, hombre y mujer adúlteros serán castigados con la muerte.

El mismo castigo capital para los adúlteros6. El código de Hammurabi imponía la misma pena en los términos siguientes: Si la esposa de un hombre es sorprendida en el lecho con otro hombre, se los liará y echará al agua; pero, si el marido perdona la vida de su esposa, el rey se la perdonará a su servidor.7 En las leyes asirias se ordena algo parecido8.

Contra los Pecados de Incesto y de Bestialidad (11-21).
11Si uno se acuesta con la mujer de su padre, descubriendo así la desnudez de su padre, los dos serán castigados con la muerte; caiga sobre ellos su sangre. 12Si uno se acuesta con su nuera, ambos serán castigados con la muerte; han cometido un crimen vergonzoso; caiga su sangre sobre ellos. 13Si uno se acuesta con otro como se hace con una mujer, ambos hacen cosa abominable, y serán castigados con la muerte. Caiga su sangre sobre ellos. 14Si uno toma por mujeres la hija y la madre, es un crimen abominable; serán quemados él y ellas, para que no se dé entre vosotros crimen semejante. 15El que tenga comercio con una bestia será castigado con la muerte, y la bestia la mataréis. 16Si una mujer se acerca a una bestia, prostituyéndose ante ella, matarás a la mujer y a la bestia; ambas serán muertas; caiga sobre ellas su sangre.17Si uno toma a su hermana, hija de su padre o de su madre, viendo él la desnudez de ella, y ella la desnudez de él, es un crimen, y los dos serán borrados de su pueblo a la vista de los hijos de su pueblo; él ha descubierto la desnudez de su hermana; lleve sobre sí su iniquidad. 18Si uno se acuesta con mujer mientras ésta tiene el flujo menstrual y descubre su desnudez su flujo, y ella descubre el flujo de su sangre, serán ambos borrados de en medio de su pueblo. 19No descubras la desnudez de la hermana de tu madre ni la de la hermana de tu padre, porque es descubrir tu propia carne. Llevarán sobre sí su iniquidad. 20Si uno se acuesta con su tía, descubre la desnudez de su tía. Llevarán sobre sí la iniquidad; no tendrán hijos. 21Si uno toma mujer de su hermano, es una inmundicia. Descubrió la desnudez de su hermano. No tendrán hijos.

Es el caso de incesto que hemos visto en Lev_18:8. En el código de Hammurabi se expresa en estos términos: Si un hombre es sorprendido en el seno de la que le ha educado, y que ha tenido hijos (de su padre), este hombre será arrancado de la casa paterna9. La pena de muerte se impone al que tuviera relaciones con la nuera (v.12)10. En el código de Hammurabi: Si un hombre ha elegido una esposa para su hijo, y si éste la ha conocido, si el padre es sorprendido acostado en su seno, se liará a este hombre y se le echará al agua.11 El pecado de sodomía es castigado con la pena de muerte a los dos culpables (v.13)12. El caso del que tomare por esposas a madre e hija es considerado como un mayor pecado, ya que se impone la pena del fuego, que muy raramente se inflige en la legislación mosaica13. Para el caso de bestialidad se impone la pena de muerte14. La bestia debe también ser matada (v.15-16). El incesto con hermana o medio hermana es castigado con la pena de muerte a ambos (v.17)15. Bajo la misma pena de ser borrados de en medio del pueblo se incluyen los que tengan relaciones sexuales cuando la mujer está en estado de impureza (v.18)16. La expresión ser borrado de en medio del pueblo puede tener el sentido extremo de ser matado o excomulgado de la sociedad israelita. Para el que tenga relaciones con su tía (v.19) se dice que llevará su iniquidad, sin concretar más. Dios se reserva el castigo merecido por esa iniquidad17. El caso del v.20 parece se refiere a la tía por alianza, es decir, la mujer de su tío carnal. El castigo para el que tenga relaciones con ella se limita a que Dios no les concederá hijos, lo que en el Antiguo Testamento se consideraba como una maldición18. La misma pena recaerá sobre el que tenga relaciones con su cuñada (v.21). No se alude aquí para nada al caso de levirato19.

Conclusión Exhortatoria (22-26).
22Guardad todas mis leyes y todos mis mandamientos y ponedlos por obra, para que no os vomite la tierra adonde os llevo. 23No imitéis las costumbres de las gentes que yo voy a arrojar de delante de vosotros; ellos hacían estas maldades, y yo los aborrecí. 24Yo os he dicho: vosotros poseeréis esa tierra, yo os la daré en posesión; es una tierra que mana leche y miel. Yo, Yahvé, vuestro Dios, que os he separado de las gentes. 25Distinguid entre animales puros e impuros, entre aves puras e impuras, y no os hagáis abominables por los animales, por las aves ni por cuanto repta sobre la tierra, que yo os he enseñado a tener por impuro. 26Sed santos para mí, porque yo, Yahvé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis míos.

La conclusión parenética es similar a la Deu_18:24-30. Se exhorta al cumplimiento de las anteriores leyes y se insiste en la distinción entre animales puros e impuros como algo muy fundamental para conservar la santidad del pueblo ante Yahvé, santo, que los ha elegido como porción selecta.

Contra la Brujería (27).
27Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación será muerto, lapidado; caiga sobre ellos su sangre.

De nuevo, como en el v.6, se insiste en la pena merecida de los adivinos y nigromantes, porque la práctica de la brujería estaba muy extendida, y era una especie de culto idolátrico y, por tanto, abominable ante el celoso Yahvé. La pena por tal pecado es la lapidación.

1 Ose_1:2; Ose_4:12-14. 2 Cf. Lev_19:31. 3 Cf. Exo_21:17. 4 Cf. Mat_15:4. 5 Art.198. 6 Cf. Lev_18:20; Deu_22:22. 7 Art.129. 8 Art.13 y 15. 9 Art 188. 10 Cf. Lev_18:15. 11 Art.155. 12 Cf. Lev_18:22. 13 Cf. Lev_21:9; Gen_38:24; Jos_7:25. 14 Cf. Exo_22:18. 15 Cf. Lev_18:9; Lev_18:11. 16 Lev_18:19. 17 Lev_18:13. 18 Sal 127. 19 Cf. Lev_18:16.