Numeros  7 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 89 versitos |
1 El día en que acabó Moisés de erigir el tabernáculo y de ungirlo y consagrarlo con todos sus utensilios, ungiéndolos y consagrándolos,
2 los príncipes de Israel, jefes de sus linajes, presentaron sus ofrendas; eran los príncipes que habían presidido el censo."
3 Llevaron sus ofrendas ante Yahvé: seis carros cubiertos y doce bueyes, un carro por cada dos y un buey por cada uno de los príncipes, y los presentaron ante el tabernáculo.
4 Yahvé habló a Moisés, diciendo:
5 Recibe de ellos eso, y que se destine al servicio del tabernáculo de la reunión; se los darás a los hijos de Leví, a cada uno según las necesidades de su servicio.”
6 Moisés, tomando los carros y los bueyes, se los entregó a los levitas;"
7 dio dos carros y cuatro bueyes a los hijos de Gersón, según sus funciones;"
8 cuatro carros y ocho bueyes a los hijos de Merarí, conforme a su servicio, bajo la vigilancia de Itamar, hijo de Aarón, sacerdote;"
9 pero no dio ninguno a los hijos de Caat, porque el servicio suyo de las cosas santas habían de hacerlo llevándolas sobre sus hombros.
10 Los príncipes hicieron su ofrenda para la dedicación del altar cuando fue ungido, presentando su ofrenda sobre el altar,
11 Yahvé dijo a Moisés: “Que presenten los príncipes su ofrenda uno a uno, para la dedicación del altar.”
12 Aquel día, el primero presentó su ofrenda, Nasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá,
13 ofreciendo un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para las ofrendas;"
14 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
15 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
16 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
17 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Nasón, hijo de Aminadab.
18 El segundo día hizo ofrenda Natanael, hijo de Suar, príncipe de Isacar.
19 Ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, llenos ambos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
20 una taza de oro, de diez siclos, llena de perfumes;"
21 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
22 un macho cabrío para el sacrificio expiatorio;"
23 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar.
24 El tercer día, el príncipe de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón,
25 ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos, un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, llenos ambos de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
26 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
27 un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto;"
28 un macho cabrío para el sacrificio expiatorio;"
29 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón.
30 El cuarto día, el príncipe de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur,
31 ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
32 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
33 un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto;"
34 un macho cabrío para el sacrificio expiatorio;"
35 y para el sacrificio pacífico dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur.
36 El quinto día, el príncipe de los hijos de Simeón, Salamiel, hijo de Surisadai,
37 ofreció: un plato de plata de ciento setenta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
38 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
39 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
40 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
41 y para el sacrificio, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Salamiel, hijo de Surisadai.
42 El sexto día, el príncipe de los hijos de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel,
43 ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
44 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
45 un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto;"
46 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
47 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de Deuel.
48 El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraím, Elisama, hijo de Amiud,
49 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
50 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
51 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
52 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
53 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Elisama, hijo de Amiud.
54 El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedasur,
55 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos, un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
56 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
57 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
58 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
59 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Gamaliel.
60 El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Gedeón,
61 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
62 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
63 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
64 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
65 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeón.
66 El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ajiezer, hijo de Amisadán,
67 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
68 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
69 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
70 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio,
71 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Ajiezer, hijo de Amisadán.
72 El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Feguiel, hijo de Ocrán,
73 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
74 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
75 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
76 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
77 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Feguiel, hijo de Ocrán.
78 El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí, Ajira, hijo de Enán,
79 ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de setenta siclos, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;"
80 una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes;"
81 un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto;"
82 un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio;"
83 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Ajira, hijo de Enán.
84 Estos fueron los dones de los príncipes de Israel para la dedicación del altar el día en que se ungió: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce tazas de oro;"
85 cada plato, de ciento treinta siclos de peso; cada jarro, de setenta siclos; total de la plata de estos utensilios, dos mil cuatrocientos siclos, al peso del siclo del santuario;"
86 doce tazas de oro llenas de perfume, de diez siclos cada una, al siclo del santuario; total del oro de las tazas, ciento veinte siclos."
87 Total de los animales para el sacrificio: doce novillos, doce carneros y doce corderos primales, con sus ofrendas, y doce machos cabríos para el sacrificio expiatorio.
88 Total de los animales para el sacrificio pacífico: veinticuatro bueyes, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos primales. Estos son los dones ofrecidos para la dedicación del altar cuando se ungió.
89 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo de la reunión para hablar con Yahvé, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio puesto sobre el arca del testimonio, entre los dos querubines; así le hablaba Yahvé."

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Introducción a Numeros 

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Números.

Introducción.
El cuarto libro del Pentateuco lleva entre los hebreos el título de wayedabber (y dijo), que son las palabras con que empieza el TM1. Sin embargo, en las modernas Biblias hebraicas se le llama Benidbar (en el desierto), que es la quinta palabra hebrea del TM. Los LXX le pusieron un nombre alusivo al censo con que comienza el libro, traducido por la Vg Numeri, y así pasó a las lenguas modernas.

Contenido y División.
El título Números no da idea del contenido del libro, ya que el empadronamiento de las tribus sólo comprende algunos capítulos. Por eso es más significativo el título de las Biblias hebraicas actuales: En el desierto, ya que relata las incidencias de la azarosa marcha desde el Sinaí a Cades y después desde esta localidad (donde permanecieron los israelitas treinta y ocho años) hasta las estepas de Moab, frente a la tierra prometida. El libro es una miscelánea en la que se intercalan hechos históricos y leyes, no siendo fácil establecer una división lógica y clara. Podemos establecer una división atendiendo a los distintos escenarios geográficos: a) en el Sinaí (1:1-10:10); b) en el desierto de Cadesbarne (10:11-22:1); c) en las estepas de Moab, frente al Jordán (22:2-36:13). La duración de estas diversas etapas es muy desigual: diecinueve días en la primera, treinta y ocho años en la segunda y cinco meses para la tercera.
En la primera parte se acaba la organización del pueblo y del tabernáculo, según el plan comenzado en Éxodo. Al censo de las doce tribus, que nos da la cifra de 603.550 hombres de guerra, sigue el de los levitas destinados al servicio del santuario, 22.000 varones, contados desde un mes para arriba. El segundo empadronamiento, referido en el c.26, nos da la misma cifra. El pueblo es concebido como un ejército ordenado que se mueve con sus enseñas y jefes. La segunda sección comprende la fatigosa marcha hacia Cades, al sur de Bersabé. Los israelitas habían tomado esta dirección con ánimo de penetrar por el sur de Canaán, pero la cobardía les hizo desistir, y Dios los castigó a permanecer toda una generación en las estepas de Cades, donde no faltan algunos oasis. Después de treinta y ocho años de estancia se dirigieron hacia Edom; pero, al negárseles el paso, tuvieron que bajar hasta el golfo de Elán (Akaba) y subir por la frontera oriental de Edom y Moab hasta internarse frente al Jordán en las cercanías de Jericó. En la última parte se narran las victorias sobre los amorreos y los vaticinios de Balaam, la distribución de la Jordania septentrional entre Rubén, Gad y parte de Manasés.
En cada sección hay un grupo legislativo que interrumpe el hilo de la narración histórica. En general son leyes que apenas dicen relación con el contexto histórico, y son como suplementos a otras dadas anteriormente2, aunque hay algunas nuevas3.

Composición del Libro.
Aunque el libro tiene cierta unidad por el marco geográfico en que se encuadran los hechos y las leyes, sin embargo no existe unidad literaria. No hay ligazón entre los hechos y las partes legislativas, y los mismos hechos aparecen sin contornos cronológicos precisos, siendo a veces difícil señalar la prioridad entre ellos. Por todo esto, nos encontramos con el hecho de la complejidad de documentos utilizados por el último redactor. Encontramos relatos duplicados paralelos. También las secciones legislativas aparecen algunas veces duplicadas4. Supuesta esta composición, encontramos en Números tradiciones diversas que arrancan de la época del desierto y otras más recientes que llegarían a los tiempos de Esdras. Como en los otros libros, debemos admitir un núcleo primitivo histórico-legislativo de la época mosaica y un desarrollo posterior en los tiempos de la monarquía y aun después del exilio.

Historicidad de los Relatos.
Prescindiendo de las idealizaciones sobre el número de los israelitas, su organización y sobre otros hechos en conjunto, podemos decir que los hechos revelan la época del desierto y la geografía de la estepa. Las alusiones al hecho de que Moisés registró por escrito los lugares donde acampaban los israelitas nos dan una pista para entender cómo se han podido conservar los recuerdos de la vida del desierto5. Las incidencias del desierto, las impaciencias del pueblo, su nostalgia de los manjares característicos de Egipto6, encajan bien en la época mosaica. La lucha de Moisés contra las ingratitudes e inconstancia del pueblo es perfectamente verosímil en su cargo de jefe responsable de la marcha por el desierto, prometiéndoles una tierra feraz que no acababan de alcanzar. La prolongación de la estancia fue una gran prueba para la fe de Moisés y para su fortaleza excepcional. Moisés lo era todo: un rey, un legislador, un sacerdote y un profeta,7 y este carácter particular del gobierno de Moisés queda patente en relatos de Números8. Con su fuerte personalidad logró dominar a unas tribus recalcitrantes compuestas por gentes de dura cerviz.

Doctrina Religiosa.
a) Monoteísmo. Yahvé es el Señor que guía a Israel y vence a los enemigos. La victoria sobre los reyes amorreos es una prueba de la protección divina sobre su pueblo. Los oráculos de Balaam son una prueba del poder de Yahvé sobre los mismos gentiles, que terminan por reconocer su gloria. Israel es su hijo, y Yahvé le guía en su marcha hacia la tierra prometida9. Su santidad debe ser respetada; por eso el campamento de los israelitas debe ser convenientemente repartido, de forma que junto al tabernáculo estén sólo los levitas y sacerdotes. Las leyes de pureza deben ser cuidadosamente guardadas por el pueblo para entrar en relaciones con la divinidad.
b) Culto. Se da gran importancia a las regulaciones cultuales, para garantizar la santidad exigida al pueblo antes de acercarse a su Dios. Se destacan los privilegios de la clase sacerdotal (rebelión y castigo de Coré, Datan y Abirón). Se menciona al sumo sacerdote10, se indican los derechos de los sacerdotes y de los levitas11, que son sus auxiliares. Se enumeran los sacrificios diversos, y entre ellos el cotidiano o perpetuo, que no es mencionado en el Levítico12. Es propio de Números la fiesta de la Neomenia o luna nueva.13 Es un eco de la vida nómada del desierto, aunque no aparece en legislaciones anteriores. Es propia de este libro la oblación de harina y aceite en los sacrificios14, como se hacía en Babilonia15. Como hemos indicado, la legislación mosaica no es una creación totalmente original, sino que en muchos casos es una adaptación de ritos ancestrales de las tribus, conforme a la ley de la condescendencia de Dios con su pueblo para llevarle poco a poco a través de ritos externos, algunos comunes con las religiones paganas, a una forma superior de culto16.

1 Cf. San Jerónimo, Praef. in libros Sam. et Mal: PL 28,552. 2 Cf. Núm 5:5-8 y Lev 6:1-7; Núm 9:6-14 y Ex 12; Núm_15:1-15 y Lev c. 1-5. 3 Núm 6:1-21. 4 Las fiestas (Núm c.28-29 y Éxo_23:14-29 ; Lev 13; Dt 16); oblaciones ( Núm_15:1-16 ; c.18-19 y Lev c. 1-7.22; 17-30); funciones de los levitas (Núm c.3-4 y 18); sacrificios ( Núm_15:22-31 y Lev 4:13-35); ciudades de refugio ( Núm_35:9-34 y Dt 19:1-13). 5 Cf 33:1-2. 6 11.S. 7 Filón, De vita Mosis III 23. 8 Núm 12:1-15; 16:12-15. 9 Núm 10:33; 10:35; 21:14. 10 Núm 35:25-28; 32. 11 Núm 3:10; 4:11-16; 18:5-7; 5:5-10; 6:19-20; 15:20-21; 18:8-19. 12 Pero aparece en Ex 29:38-42. 13 Núm 28:11-15. 14 Num 15:1-16; 0:28-29. En Lev 2 Se Habla De Estas Oblaciones, Pero Separadas De Los Sacrificios. 15 Cf. F. Martin, Textes religieux assyiriens et babyloniens (1903) p.XVIII-XIX.243.253. 16 Sobre la condescendencia o synkatabasis de Dios en el A.T., véase H. Pinard De La Boullaye, Les inflltrations paíennes dans l'ancienne Loi, d'aprés les Peres et l'Église: Rech. de Se. Reí. (1919) p.199-200. En los Santos Padres: San Justino, Dialog. n.Í8.23: PG 6, 516.520-521.525; San Ireneo, Cont. haer. IV 14,3: PG 7,1011; Tertuliano, Ad. More, II 18: PL 2,306; Orígenes, In Num. hom. 17 n.1: PG 12,703; San Jerónimo, In Ez. VI 20: PL 25,194; Epist. 73,3: PL 22,678; Tomás de Aquino, 1-2 q.102 3.3.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Numeros  7,1-89

7. Las Ofrendas de los Principes.
E sta enumeración de ofrendas refleja en el autor sagrado el interés en destacar la liberalidad de los israelitas en el desierto en tiempos difíciles. Sin duda que también aquí los datos se exageran sistemáticamente para ponderar ante los contemporáneos del redactor la abundancia de provisiones y riquezas del santuario, como en otras ocasiones se pondera la magnificencia del tabernáculo según el módulo idealizado del templo de Jerusalén1. No pocos autores consideran este capítulo desplazado de su lugar normal, es decir, que parece secuela normal de Ex 40, en que se habla de la erección del tabernáculo, o de Lev c.8-10, donde se habla de la consagración e instalación de los sacerdotes.

Ofrendas de Carros y Bueyes para el Servicio (1-9).
1El día en que acabó Moisés de erigir el tabernáculo y de ungirlo y consagrarlo con todos sus utensilios, ungiéndolos y consagrándolos, 2los príncipes de Israel, jefes de sus linajes, presentaron sus ofrendas; eran los príncipes que habían presidido el censo. 3Llevaron sus ofrendas ante Yahvé: seis carros cubiertos y doce bueyes, un carro por cada dos y un buey por cada uno de los príncipes, y los presentaron ante el tabernáculo. 4Yahvé habló a Moisés, diciendo: 5Recibe de ellos eso, y que se destine al servicio del tabernáculo de la reunión; se los darás a los hijos de Leví, a cada uno según las necesidades de su servicio. 6Moisés, tomando los carros y los bueyes, se los entregó a los levitas; 7dio dos carros y cuatro bueyes a los hijos de Gersón, según sus funciones; 8cuatro carros y ocho bueyes a los hijos de Merarí, conforme a su servicio, bajo la vigilancia de Itamar, hijo de Aarón, sacerdote; 9pero no dio ninguno a los hijos de Caat, porque el servicio suyo de las cosas santas habían de hacerlo llevándolas sobre sus hombros.

Según Exo_40:17, Moisés consagró el tabernáculo el día primero del mes primero del año segundo. Quizá el relato ha sido retardado para no interrumpir la legislación levítica2, o se deba a otra fuente complementaria. Estos príncipes son los mismos jefes que dirigieron la organización del censo3. Primeramente ofrecieron seis carros y doce bueyes para el servicio del tabernáculo y su transporte. El hagiógrafo procura resaltar la liberalidad de éstos en orden al santuario para no desdecir de la esplendidez del pueblo, que ofreció los materiales necesarios para la construcción del tabernáculo4. Moisés repartió los carros y bueyes según las necesidades del servicio: dos carros y cuatro bueyes a los hijos de Gersón, y el resto a los hijos de Merarí, que tenían que transportar cosas más pesadas5. A los hijos de Caat no se les dio, porque debían transportar los utensilios sagrados sobre sus hombros.

Ofrendas de los Príncipes (10-89).
10Los príncipes hicieron su ofrenda para la dedicación del altar cuando fue ungido, presentando su ofrenda sobre el altar, 11Yahvé dijo a Moisés: Que presenten los príncipes su ofrenda uno a uno, para la dedicación del altar. 12Aquel día, el primero presentó su ofrenda, Nasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá, 13ofreciendo un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para las ofrendas; 14una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 15un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 16un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 17y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Nasón, hijo de Aminadab. 18El segundo día hizo ofrenda Natanael, hijo de Suar, príncipe de Isacar. 19Ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, llenos ambos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 20una taza de oro, de diez siclos, llena de perfumes; 21un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 22un macho cabrío para el sacrificio expiatorio; 23y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. 24El tercer día, el príncipe de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón, 25ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos, un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, llenos ambos de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 26una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 27un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto; 28un macho cabrío para el sacrificio expiatorio; 29y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón. 30El cuarto día, el príncipe de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur, 31ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 32una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 33un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto; 34un macho cabrío para el sacrificio expiatorio; 35y para el sacrificio pacífico dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. 36 El quinto día, el príncipe de los hijos de Simeón, Salamiel, hijo de Surisadai, 37 ofreció: un plato de plata de ciento setenta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 38una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 39un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 40un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 41y para el sacrificio, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Salamiel, hijo de Surisadai. 42El sexto día, el príncipe de los hijos de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel, 43ofreció un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 44una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 45un novillo, un carnero, un cordero primal, para el holocausto; 46un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 47y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de Deuel. 48El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraím, Elisama, hijo de Amiud, 49ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 50una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 51un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 52un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 53y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Elisama, hijo de Amiud. 54El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedasur, 55ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos, un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 56una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 57un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 58un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 59y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Gamaliel. 60El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Gedeón, 61ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 62una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 63un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 64un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 65y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeón. 66El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ajiezer, hijo de Amisadán, 67ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, al peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 68una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 69un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 70un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio, 71 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Ajiezer, hijo de Amisadán. 72El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Feguiel, hijo de Ocrán, 73ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de plata de setenta siclos, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 74una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 75un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 76un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 77 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Feguiel, hijo de Ocrán. 78El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí, Ajira, hijo de Enán, 79ofreció: un plato de plata de ciento treinta siclos; un jarro de setenta siclos, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 80una taza de oro de diez siclos, llena de perfumes; 81un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 82un macho cabrío, para el sacrificio expiatorio; 83y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Esta fue la ofrenda de Ajira, hijo de Enán. 84Estos fueron los dones de los príncipes de Israel para la dedicación del altar el día en que se ungió: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce tazas de oro; 85cada plato, de ciento treinta siclos de peso; cada jarro, de setenta siclos; total de la plata de estos utensilios, dos mil cuatrocientos siclos, al peso del siclo del santuario;86doce tazas de oro llenas de perfume, de diez siclos cada una, al siclo del santuario; total del oro de las tazas, ciento veinte siclos. 87Total de los animales para el sacrificio: doce novillos, doce carneros y doce corderos primales, con sus ofrendas, y doce machos cabríos para el sacrificio expiatorio. 88Total de los animales para el sacrificio pacífico: veinticuatro bueyes, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos primales. Estos son los dones ofrecidos para la dedicación del altar cuando se ungió. 89Cuando Moisés entraba en el tabernáculo de la reunión para hablar con Yahvé, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio puesto sobre el arca del testimonio, entre los dos querubines; así le hablaba Yahvé.

La ofrenda de todos es una misma, y la suma total de los objetos donados son: 12 platos de plata, cada uno pesaba unos 1.800 gramos (el siclo varía de 12 a 15 gr.); 12 jarras de plata, llenas de flor de harina, cuyo peso era de unos 1.000 gramos; 12 tazas de oro de unos 150 gramos, llenas de perfumes; y sobre esto, para ofrecer en holocausto, 12 novillos, 12 carneros, 12 corderos primales y 12 machos cabríos para los sacrificios expiatorios. Para el sacrificio pacífico (en el que participaban muchos comensales), 24 bueyes, 6o machos cabríos y 6o corderos primales. Así queda demostrada la liberalidad de los jefes de Israel para el santuario, un ejemplo a imitar en la posteridad.
El v.89 no tiene conexión con lo que precede y sigue. En diversas formas nos habla el texto sagrado de la intimidad de Dios con su profeta Moisés. En Exo_33:11 se dice que Yahvé hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre a su amigo. Es ésta una expresión muy realista. Lo que se nos dice aquí es el cumplimiento de lo que Dios había prometido a Moisés en Exo_25:22 : que le hablaría desde el propiciatorio, en medio de los querubines, pues el arca de la alianza era el símbolo de la presencia sensible de Yahvé en su pueblo. Así se presenta Yahvé dando órdenes al profeta desde el propiciatorio o tapadera del arca de la alianza.

1 Cf. Exo_36:8ss. 2 Cf. Lev c.8-10. 3 Num_1:5-16. 4 Ex 36. 5 Num_4:21-33