Nahúm  2 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 13 versitos |
1 (2) Sube un destructor frente a ti; guarda la plaza fuerte, escruta el camino, cíñete los lomos, concentra tu poder."
2 (3) Pues Yahvé restablecerá la viña de Jacob ! restaurará la gloria de Israel, por cuanto la habían devastado los saqueadores que destruyeron sus cepas,
3 (4) El escudo de sus guerreros está teñido de rojo, sus soldados visten púrpura, sus carros son como hachas encendidas; al atacar, sus caballos son un torbellino a través de los campos."
4 (5) Sus carros ruedan con estruendo por las plazas, brillan como antorchas y se lanzan como el relámpago.
5 (6) Sus príncipes se aperciben, van tropezando en su marcha, corren a los muros, preparan las defensas.
6 (7) Se abren las puertas de los ríos, el palacio está sumido en el terror,
7 (8) la reina es desnudada y sacada a luz, sus servidoras lloran y gimen como palomas y se dan golpes de pecho.
8 (9) Nínive parece un estanque de aguas, pero de aguas que se van. ¡Alto! Pero ninguno vuelve.
9 (10) ¡Saquead la plata, saquead el oro! No tienen fin Jos tesoros, es una riqueza inmensa de todo género de preciosidades.
10 (11) ¡Saqueo, pillaje, devastación, corazones llenos de espanto, rodillas temblorosas, estremecimiento de ríñones, rostros demudados!
11 (12) ¿Dónde está el cubil de leones, la que era guarida de cachorros de león, adonde el león llevaba sus cachorros y donde nadie podía perturbarlos?
12 (13) Arrebataba el león lo necesario para sus cachorros, estrangulaba para sus leonasy llenaba la caverna de presas, y su cubil de despojos.
13 (14) Heme aquí contra ti, dice Yahvé de los ejércitos. Yo convertiré en humo tus carros; la espada devorará a tus cachorros; raeré de la tierra tus rapiñas. Ya no se oirá más la voz de tus embajadores."

Patrocinio

 
 

Introducción a Nahúm 

Arial ;;;;;
Íahum.
Introducción.

Personalidad del profeta y época de su ministerio.
Nahurn (en hebreo Najum: Consolado) aparece en el encabezamiento de sus oráculos sin ninguna determinación patronímica. Únicamente se dice que era 'elqosi (Vg Elceseus), que se suele traducir como natural de 'Elqos, que comúnmente se localiza en el reino del sur, cerca de la actual Beit Gibrin (Eleuterópolis de la época bizantina), 30 kilómetros al sudoeste de Jerusalén, cerca de la Pentápolis filistea *. No obstante, San Jerónimo pretende que se hallaba en Galilea 2; no faltando quienes la quieren identificar con el Alqus, al norte de Nínive, en Mesopotamia, donde se muestra su tumba, y es lugar de peregrinación para cristianos, judíos y musulmanes. Suponiendo que fuera de esta región, se explica mejor la descripción topográfica que el profeta da de la ciudad de Nínive 3.
Respecto de la época en que profetizó tenemos dos datos en sus oráculos: un terminus a quo, la conquista de Tebas (No-Amon), en Egipto, en 663 a.C. por Asurbanipal, y un terminus ad quem, el 612, fecha de la caída de Nínive en poder de la coalición medo-babilónica. Como el profeta no echa en cara a sus compatriotas acusaciones graves de tipo moral y religioso (único caso en la literatura profética), es de suponer que predique cuando estaba en buena marcha la famosa reforma de Josías, comenzada en 622-621 a.C. Por otra parte, como el profeta presenta como inminente la caída de Nínive, bien podemos suponer que sus oráculos son de la penúltima década del siglo VII a.C., cuando ejercían su ministerio profético Sofonías, Jeremías y Habacuc, e.d., entre los años 620 y 612 a.C.

Contenido y estructura del libro.
La idea fundamental de la predicación de Nahum es la justicia divina, que se ejerce sobre todos los opresores. El profeta centra su atención en el castigo de Nínive, capital de la nación opresora por excelencia, Asiría. Durante siglo y medio, el ejército asirio fue la pesadilla de las pequeñas naciones de la costa siro-fenicio-pales-tina. Ahora le tocaba el momento de su ocaso definitivo. La descripción es vivida y vigorosa, no exenta de belleza literaria, reflejando bien la impresión de la caída de la ciudad opresora. Podemos dividir sus oráculos en tres partes, precedidas de una oda triunfal:
Introducción: himno a Dios vengador y justo: 1:2-8.

I. Conminación contra Nínive: 1:9-14.
II. Descripción de la destrucción de Nínive: 2:1-4.
III. Lamentación irónica sobre Nínive: 3:1-19.

Autenticidad.
El primer problema es el de la autenticidad del c.1, que en sus primeros nueve versos es acróstico o alfabético, como otras composiciones poéticas4. Parece un himno u oda triunfal, que puede ser adición posterior a Nahum, antepuesta como introducción a los oráculos del profeta. Muchos críticos consideran esta composición acróstica del primer capítulo de Nahum como demasiado artificial y mecánica, en contraposición al estilo vigoroso y fresco de los oráculos siguientes. El estilo del primer capítulo es salmódico, mientras que los otros capítulos del libro son claramente oraculares, de estilo netamente profético. Por otra parte, la ideología teológica del primer capítulo es abstracta, mientras que las ideas de los capítulos siguientes están expresadas de modo concreto y vivido; en aquél, el lenguaje es reflexivo y frío, falto del fuego oracular de los capítulos posteriores.
A esto se debe añadir la falta de alusiones al enemigo concreto asirio en el primer capítulo, mientras en los capítulos siguientes la mente del profeta está obsesionada por el inmediato castigo del opresor asirio. En el c.1, la ira de Dios se derrama sobre Basan, el Carmelo y el Líbano, mientras que en los c.2-3 sobre la capital asiría 5. Por todas estas razones somos inclinados a pensar que este poema introductorio (acróstico por lo menos en parte) ha sido añadido posteriormente a los oráculos de Nahum.

Texto y versiones.
Los oráculos de Nahum están bastante bien conservados en el TM, con algunas glosas y transposiciones. El salmo acróstico es incompleto. La versión de los LXX da algunas veces un sentido más claro y preferible al TM, pero en general se puede seguir el texto hebreo con seguridad.

Mensaje doctrinal.
Como antes indicamos, los vaticinios de Nahum se refieren a un único tema: la inminente destrucción de Nínive. En esto se diferencia de todos los profetas anteriores, ya que el profeta no se ocupa de fustigar los desvarios y pecados de Israel o de Judá ni de hacer llamamientos al arrepentimiento para ser gratos a Yahvé. Nahum se enfrenta con los enemigos de Judá y desahoga furiosamente sus sentimientos de revancha, entonando un himno de triunfo sobre el enemigo vencido.
En esto, su posición psíquica como profeta difiere totalmente de Jeremías. Este sólo se preocupa de llamar a su pueblo al buen camino, mientras que no se preocupa de la trascendencia del colapso de Asiría, mientras que Nahum centra su atención en torno al castigo definitivo del invasor. Al temperamento profundo y afectivo de Jeremías - preocupado sólo del bien espiritual de su pueblo - le interesaba poco la suerte de las naciones opresoras de Judá como tales; mientras que para Nahum, de temperamento más recio e hirsuto, lo fundamental es el cumplimiento de la justicia divina sobre el enemigo tradicional, que hizo desaparecer el reino del norte y estuvo a punto de liquidar el propio reino de Judá. La descripción del opresor no puede ser más incisiva y vigorosa: Ay de ti, ciudad sanguinaria; toda llena de mentira y de violencia y de inexhaustas rapiñas! Restallido de látigo, galopar de caballos y rebotar de carros, jinetes enhiestos, espadas relampagueantes, lanzas fulgurantes. Muchedumbre de heridos, montones de cadáveres, cadáveres sin fin. Naturalmente, en estos desahogos hay que ver algo más que un mero deseo de revancha nacionalista. Es el triunfo de la justicia de Yahvé sobre los tradicionales enemigos de su pueblo elegido, que debe continuar su historia en relaciones amorosas con su Dios. Por eso, en el canon judaico ha sido recibido entre los libros religiosos y proféticos.

Estilo literario.
Si bien en contenido teológico el libro de Nahum figura entre los más pobres de la literatura profética, en su aspecto literario es de lo más selecto y brillante. El estilo es nervioso, entrecortado, lleno de vigor y de viveza. Se percibe a través de sus períodos apresurados un alma vibrante y cálida, de forma que es considerado por muchos críticos como el profeta de estilo más varonil y vigoroso. Las descripciones son radicales e impresionantes y aun en las versiones modernas reflejan su vigor fundamental y sus períodos escalofriantes. No se puede describir de modo más patético la destrucción de una ciudad como Nínive, capital de un pueblo esencialmente imperialista y dominador.

1 El que primero propuso esta identificación fue el Pseudo-Epifanio (PG 43:409). - 2 San Jerónimo, Comm. m Nah. pról.: PL 25:1232 (12915). - 3 Cf. Nah 2:6(7). - 4 Cf. Sal 24.33.110.144.9.36.118; Lam y Prov 31:10-31 - 5 Véase J. M. P. Smith, Nahum: ICC p.268 (Edimburgo 1948).

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

Patrocinio

Notas

Nahúm  2,1-13

2. Caída y ruina de Nínive.

Invitación a Judá a regocijarse por la liberación. (v.15-2:1)
15 ¡He aquí sobre los montes los pies del mensajero de albricias, del que anuncia la paz! Celebra, ¡oh Judá! tus festividades, cumple tus votos, que no volverá a pasar sobre ti Belial, que ha sido enteramente destruido.

Una vez cumplida la justicia divina sobre el opresor injusto, el profeta entona un cántico de exultación a Judá, invitando a gozarse de las buenas nuevas o albricias que trae el mensajero de la paz. Ha llegado la hora de que Judá se entregue confiada a sus festividades en el templo para dar gracias a Dios con sus votos por la liberación cumplida. Ha pasado el invasor aBelial, el perverso por excelencia) y ya no volverá a ensañarse contra el pueblo de Dios.

El ataque a Nínive (1/2-7/8).
1 (2) Sube un destructor frente a ti; guarda la plaza fuerte, escruta el camino, cíñete los lomos, concentra tu poder. 2 (3) Pues Yahvé restablecerá la viña de Jacob ! restaurará la gloria de Israel, por cuanto la habían devastado los saqueadores que destruyeron sus cepas, 3 (4) El escudo de sus guerreros está teñido de rojo, sus soldados visten púrpura, sus carros son como hachas encendidas; al atacar, sus caballos son un torbellino 2 a través de los campos. 4 (5) Sus carros ruedan con estruendo por las plazas, brillan como antorchas y se lanzan como el relámpago. 5 (6) Sus príncipes se aperciben, van tropezando en su marcha, corren a los muros, preparan las defensas. 6 (7) Se abren las puertas de los ríos, el palacio está sumido en el terror, 7 (8) la reina es desnudada y sacada a luz 3, sus servidoras lloran y gimen como palomas y se dan golpes de pecho.

En la mente del profeta se agolpan las escenas del ataque a la ciudad de Nínive. La descripción es vigorosa y llena de patetismo. Las frases entrecortadas se suceden. Primero invita irónicamente a Nínive a prestarse a la defensa: cíñete los lomos. (v.1/2). Y a continuación describe con vivo colorido al ejército invasor de Nínive. Los soldados enemigos avanzan vestidos de escarlata, con sus escudos color de sangre; sus carros ruedan estrepitosamente y sus caballos inundan el campo de batalla como un torbellino (c.3/4-5)· Ante su avance arrollador, los príncipes asirios se aperciben del peligro y emprenden la huida, tropezando en la marcha, y, en un último esfuerzo desesperado, corren a los muros para preparar las defensas.
Pero los enemigos conocen el punto débil de la fortaleza, y así abren las esclusas de los canales para que inunden la fortaleza, último reducto de la resistencia: se abren las puertas de los ríos (v.6/7), y el palacio es inundado, con el consiguiente pavor: el palacio está sumido en el terror. Autores antiguos, como Ktesias y Diodoro-de Sicilia, dicen que Nínive fue anegada por una inundación del Tigris. En todo caso, el profeta nos da una descripción muy plausible de la invasión y destrucción de Nínive por los invasores babilonios y medos en 612 a.C. En su perspectiva pro/etica, muchos detalles no han de tomarse al pie de la letra; los profetas sólo suelen resaltar lo esencial de los hechos, que aquí es la certeza de la destrucción de la gran metrópoli asiría.
Lo demás es ropaje literario y esfuerzo de la imaginación para presentar con vivos colores el acontecimiento a sus lectores. Uno de estos detalles es el referente al expolio del templo de Istar, la diosa de la fecundidad, identificada con Venus: La reina es desnudada y sacada a luz (v.7/8). Quizá se aluda al hecho de que la imagen de la diosa fuese despojada de sus adornos y sacada de su recinto sagrado, sumido en la oscuridad. Es el fin de su culto. Por ello, sus servidoras (hieródulas, mujeres dedicadas al culto sexual, al servicio del templo) lloran y gimen como palomas. Al desaparecer la reina, se terminan los ingresos lucrativos que su culto proporcionaba 4.
El v.2/3 parece que está fuera de lugar, pues el contexto no favorece su situación actual. La alusión a la restauración de Judá después de la devastación parece exigir se traslade a continuación del v.15 del c.1, donde se habla de la paz traída por el mensajero a la nación israelita.

El saqueo de la ciudad de Nínive (8/9-13/14).
8 (9) Nínive parece un estanque de aguas, pero de aguas que se van. ¡Alto! Pero ninguno vuelve. 9 (10) ¡Saquead la plata, saquead el oro! No tienen fin Jos tesoros, es una riqueza inmensa de todo género de preciosidades. 10(11) ¡Saqueo, pillaje, devastación, corazones llenos de espanto, rodillas temblorosas, estremecimiento de ríñones, rostros demudados!11 (12) ¿Dónde está el cubil de leones, la que era guarida de cachorros de león, adonde el león llevaba sus cachorros y donde nadie podía perturbarlos? 12 (13) Arrebataba el león lo necesario para sus cachorros, estrangulaba para sus leonasy llenaba la caverna de presas, y su cubil de despojos. 13 (14) Heme aquí contra ti, dice Yahvé de los ejércitos. Yo convertiré en humo tus carros; la espada devorará a tus cachorros; raeré de la tierra tus rapiñas. Ya no se oirá más la voz de tus embajadores.

El fragmento es vigoroso e impresionante. No cabe describir con más patetismo el momento del saqueo de la gran metrópoli asiría. Esta es comparada a un estanque de aguas que se van (v.8/9); es el éxodo de los fugitivos, que abandonan su ciudad por todas partes como agua que a borbotones sale de un estanque con muchas filtraciones. Es inútil que algunos den la voz de ¡Alto! a los fugitivos, pues nadie se vuelve a la ciudad, que está a punto de perecer.
Al mismo tiempo se oye una voz de los invasores que invita al saqueo de la gran capital, almacén de inmensas riquezas, acumuladas con las expoliaciones de los pueblos sojuzgados: ¡Saquead la plata, saquead el oro! (v.9/10). Y al punto el profeta presiente el efecto de la invitación a los invasores: por doquier, saqueo, pillaje, devastación (v.10/11); la consternación de los habitantes de Nínive no tiene límites: corazones llenos de espanto, rodillas temblorosas. No cabe descripción más patética y expresiva.
Ante este espectáculo, el profeta recuerda lo que fue Nínive en el pasado, cuando con toda impudencia invadía a los pueblos vencidos y los privaba de sus riquezas, reuniéndolas en la gran capital convertida en cubil lleno de rapiñas. Todo era poco para sus caprichos. El imperio asirio es comparado aquí al león, que, abusando de su fuerza, arrebata todo lo que se le antojaba para distribuirlo entre sus cachorros (v.12/13).
Pero ha llegado la hora del castigo a la despótica metrópoli del imperio asirio, la hora de experimentar la ira de Yahvé. Todo su poderío se esfumará, y de nada le servirán sus tesoros, fruto de sus rapiñas (v.13/14). Asiría desaparecerá como nación y ya no se oirá mas la voz de sus embajadores, que antes se presentaban a las cortes de los pueblos pequeños con exigencias exorbitantes e injustas. Como siempre, los profetas ven en todas las vicisitudes de los grandes imperios (en su nacimiento y en su ocaso) la mano de la Providencia divina, que dirige los hilos de la historia. Ahora ha llegado la hora del exterminio a Asiría, como más tarde llegará a Babilonia.

1 La viña es una corrección plausible (seguida por la Bib. de ér.) en sustitución de orgullo o gloria del TM. 2 Caballos según una aceptable corrección del TM, que dice abetos (perostiim en vez d< beroshim). 3 Así la Bib. de Jér. El texto es oscuro. 4 Algunos autores toman la palabra reina en sentido propio y creen que se habla de la reina de Asiría, que es desnudada y violada.