Malaquías 4 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 6 versitos |
1 (19) Pues he aquí que llega el día, ardiente como horno, y serán entonces los soberbios y obradores de maldad como paja, y el día que viene le prenderá fuego, dice Yahvé, de suerte que no les quedará ni raíz ni follaje.
2 (20) Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, se alzará un sol de justicia que traerá en sus alas la salud,y saldréis y brincaréis como terneros (que salen) del establo,
3 (21) y pisotearéis a los malvados, que serán como polvo bajo la planta de vuestros pies, el día en que yo me pondré a hacer, dice Yahvé de los ejércitos.
4 (22) Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien di yo en Horeb preceptos y mandatos para todo Israel,
5 (23) He aquí que yo enviaré a Elias el profetantes que venga el día de Yahvé, grande y terrible.
6 (24) El convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, no sea que venga yo y entregue la tierra toda al anatema.

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Introducción a Malaquías

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Malaquías.
Introducción.

Nombre y personalidad del profeta.
Malaquías (en hebreo Mal'aki: Mi mensajero, o transcribiendo con los LXX: Malaquías: Mal'akiyyah: Ángel de Yahvé) l es el nombre que la tradición da al último profeta escritor del A.T. Sin embargo, son muchos los autores que creen que Malaquías es un seudónimo (mi enviado) adoptado por un escritor anónimo en relación con el mi enviado o mi ángel de 3:1. San Jerónimo adopta la opinión de los judíos de su tiempo de que el autor de estos vaticinios fue el propio Esdras 2. De hecho, en la paráfrasis aramea del Pseudo-Jonatán aparece el nombre de Esdras intercalado en el v.1; y los LXX, en vez de transcribir el nombre propio de Malaquias, traducen de su mensajero. En el Talmud babilónico, el libro es atribuido a Mardoqueo 3.

Contenido y estructura del libro.
El tema general es el amor de Yahvé hacia Israel, que no es correspondido por los judíos. El profeta les presenta la gran protección de Yahvé para con su pueblo en la historia y la ingratitud de los israelitas para con El. En concreto, los sacerdotes son los que menos corresponden a esta calidad de elegidos de Dios, y procuran ofrecer en el templo lo peor de sus bienes y ganados. Por ello, Yahvé sustituirá estos actos de culto impuros por una oblación inmaculada en todo el orbe. Por otra parte, Yahvé enviará un juicio purificador para consumir a los pecadores. Podemos dividir el libro en dos partes:

1. Castigo de los pecados: 1:1-2:16.
Amor de Yahvé para con Israel: 1:2-5.
Recriminación a los sacerdotes por sus sacrificios mezquinos:
1:6-14.
Pena de los sacerdotes: 2:1-9. Recriminación al pueblo por sus pecados: 2:10-16.
2. Juicio divino: 2:17-3:24(4:6).
Anuncio del juicio: 2:17-3:5. Exhortación a la conversión: 3:6-12. y Venganza de Dios dando a cada uno según sus méritos: 3:13-21(4.3)·
Elias, precursor del juicio: 3:22-24(4:4-6).

La sección 3:22-24 del TM, correspondiente al 4:4-6 de los LXX y Vg 4, es considerada como un apéndice que no encaja en el esquema general del libro. El desarrollo del tema está en forma de diálogo, distribuido en seis discursos. El esquema es el siguiente: Dios o su profeta lanza una afirmación, a la que corresponden objeciones de parte del auditorio (sacerdotes o pueblo); después viene la defensa de la misma, hecha por Dios con reproches y amenazas.

Fecha de composición.
Podemos situar con bastante aproximación la composición del libro dentro del siglo v, porque aquí encontramos una serie de indicaciones sobre el estado de la vida social de la época que coinciden con la situación reflejada en los libros de Esdras y Nehemías. Así, se supone que el templo ya está edificado (fue inaugurado en 515 a.C.) 5; que Judá está sometida a un sátrapa o pejah 6; que los matrimonios mixtos están a la orden del día7, y que existen muchos abusos sociales de toda índole. Por todas estas indicaciones podemos colegir que el libro de Malaquías ha sido redactado a mediados del siglo V, cuando el primitivo fervor religioso de los repatriados se había entibiado y el culto era atendido sin graneles ilusiones religiosas, pues se ofrecían los dones más mezquinos 8.

Autenticidad.
No hay grandes dificultades sobre la unidad literaria del libro. Como antes hemos indicado, algunos autores creen que 3:22-24, por su carácter de apéndice, es una adición del compilador posterior. También ha suscitado dudas la autenticidad de 1:11-14 y 2:2; pero las razones para considerar estas secciones como glosas son muy subjetivas. Algunos autores han rebajado la época de composición del libro hasta los tiempos de los Macabeos 9; pero, en general, los comentaristas ponderados suponen que el libro es sustancialmente de un autor del siglo V a.C.

Texto y estilo.
El texto del libro de Malaquías está, en general, bastante bien conservado, lo que no quiere decir que no existan algunas lecciones oscuras e ininteligibles, y aun divergencias entre el TM y los LXX. El estilo es, como antes hemos indicado, en diálogo y en prosa, aunque ésta incluye secciones con manifiestos paralelismos de miembros y metro poético.

Mensaje doctrinal.
El profeta tiene que enfrentarse con una sociedad desilusionada que en gran parte ha perdido la fe en su Dios. Las condiciones de vida son tan miserables y en tan poca consonancia con las brillantes descripciones de los profetas preexílicos, que el desánimo y la indiferencia religiosa cundía por doquier. Yahvé parecía injusto con su pueblo elegido, ya que seguía sometido al extranjero; por otra parte, la sequía aumentaba la miseria general. El profeta sale al paso de estas cavilaciones, y proclama muy alto que premia la virtud 10 y castiga el pecado n; Yahvé ha tenido una particular providencia de Israel, pues en vez de castigarle por sus pecados hasta el exterminio, como hizo con Hedor 12, le ha perdonado. En realidad, Dios es como un padre 13, y es grande aun más allá de su territorio.14
Una característica de Malaquías es su interés por la vida del culto. Los profetas anteriores al destierro habían urgido sólo el cumplimiento de los deberes ético-sociales y la entrega del corazón a Dios, pero se desentendían, en general, de los problemas del culto, que concernían a los sacerdotes. Malaquías, en cambio, es celosísimo del esplendor del culto, como homenaje a Yahvé. Por eso recalca la obligación que todos tienen de contribuir con sus ofrendas y diezmos al sostenimiento del culto 15.
En tiempo de Darío I (521-486), el Estado persa proveía a las necesidades de culto; pero esta situación parece ya ha cambiado en tiempos de Malaquías, y el culto debe ser sostenido por los contribuyentes judíos. Naturalmente, el profeta no sólo urge la necesidad del cumplimiento del ritual externo del templo, sino que reclama también, como condición para agradar a Dios, la religión pura, basada en evitar toda clase de pecados, particularmente el adulterio, la magia y la opresión de los débiles 16. En esto empalma el profeta con los grandes profetas preexílicos. Como Esdras y Nehemías, se opone a los matrimonios con mujeres paganas 17.
Los sacerdotes deben dar ejemplo de vida pura e incontaminada y mostrar celo por los actos de culto 18. Precisamente porque no cumplen sus obligaciones sacrificiales, Yahvé va a inaugurar un nuevo culto que no va a estar vinculado al templo de Jerusalén, y se le ofrecerá una ofrenda pura desde el orto del sol al ocaso. Puesto que las ofrendas de los sacerdotes de Jerusalén eran tan mezquinas que no serían aceptadas por el gobernador persa 19, Dios se va a procurar otras más puras en toda la redondez de la tierra; Yahvé rechaza los sacrificios judíos: No tengo en vosotros complacencia alguna, dice Yahvé de los ejércitos; no recibiré ninguno de vuestras manos. 20
En su sustitución, Dios acepta las ofrendas puras hechas por el mundo gentil. La tradición cristiana ha visto en este anuncio el sacrificio de la Eucaristía, ofrecido por sacerdotes que no pertenecen al linaje levítico de Aarón, sino que en toda la redondez de la tierra levantan la Hostia pura e inmaculada, de la que los sacrificios del templo de Jerusalén eran su figura, y, por tanto, éstos habrían de perder su razón de ser al aparecer la Víctima por excelencia, Cristo en la cruz 21.

Canonicidad.
El libro de Malaquías ha sido admitido en el canon judaico y cristiano desde el principio y es reconocido como libro inspirado en los autores del Í. Ô. Jesucristo cita a Mal 3:1 (Mt 11:10). San Pablo cita en Rom 9:13 a Mal 1:2s. Como último de los profetas, selló toda la serie de los vaticinios, anunciando un nuevo orden de cosas cultual, y anunció el juicio que ha de preceder al advenimiento del Mesías, anunciado por el nuevo Elias, el Precursor, el Bautista 22: Haced penitencia, porque se acerca el reino de los cielos. 23

1 En 2 Sam 25:44 aparece un tal Paití, que es abreviación de Paltiel (2 Sam 3:15). - 2 San Jerónimo, Comm. in Mal. pról.: PL 25:15415.1569 (1617); Targum de Jonatán in Mal. 1:1. - 3 Cf. Talmud babilónico, Megillah 153. - 4 Los LXX y la Vulgata dividen el 0.3 del TM en dos partes; la última de las dos comenzaría en 3:19. - 5 Mal 1:10; 3:1.10. - 6 Mal 1:8. - 7 Mal 2:10-16; cf. Neh 5:1-3; 6:17-19; 13:7s. - 8 Mal 1:6-8.12-13; 2:17; 3:7-10.14- - 9 Es la opinión de Winckler, Spoer, Holtzmann. - 10 Mal 2:5; 3:10-1 2; 4:2. - 11 Mal 2:3; 4:1. - 12 Mal 1:3. - 13 Mal 3:17. - 14 Mal 1:5.11.14. - 15 Mal 1:6; 3:8.10. - 16 Mal 3:5 - 17 Mal 2:11 - 18 Mal 2:7; 11:7 - 19 Mal 1:8 - 20 Mal 1.10 - 21 Cf. Didaché 14:3; San Justino, Dial, cum Triph. 41: PG 6:564; San Ireneo, Adv. haer. 4:17:5: PG 7:10235; San Cipriano, Test. adv. lud. 1:16: PL 4:687 (715); San Agustín, De civ. Dei 18:35:3: PL 41:594. - 22 Cf. Mal 3:1-4-19-21 (4:1-3). - 23 Mt 3:2.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Malaquías 4,1-6

4. El Castigo de los Pecadores.

El día de Yahvé (1-6).
1 (19) Pues he aquí que llega el día, ardiente como horno, y serán entonces los soberbios y obradores de maldad como paja, y el día que viene le prenderá fuego, dice Yahvé, de suerte que no les quedará ni raíz ni follaje. 2 (20) Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, se alzará un sol de justicia que traerá en sus alas la salud,y saldréis y brincaréis como terneros (que salen) del establo, 3 (21) y pisotearéis a los malvados, que serán como polvo bajo la planta de vuestros pies, el día en que yo me pondré a hacer, dice Yahvé de los ejércitos. 4 (22) Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien di yo en Horeb preceptos y mandatos para todo Israel,5(23)He aquí que yo enviaré a Elias el profetantes que venga el día de Yahvé, grande y terrible. 6 (24) El convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, no sea que venga yo y entregue la tierra toda al anatema.

El día del juicio es purificador para Judá, pero exterminador como horno ardiendo para los pecadores (v.1/19) 1. Será el día de la gran separación entre justos y pecadores. Para los primeros, el día de Yahvé será un sol de justicia, e.d., una nueva aurora prometedora de justicia y equidad, pues traerá en sus alas la salud. El sol naciente de justicia es comparado a un ave de buen augurio que trae la salud a los justos. En Sal_139:9 se habla de las alas de la aurora. El sol era representado en los monumentos como un disco alado. Los justos triunfarán plenamente, lo que supondrá la humillación de los pecadores (v.3/21).
El v.4/22 parece glosa posterior para encarecer la observancia de la Ley mosaica. La mención del monte Horeb como lugar donde se dio la Ley a Moisés, parece insinuar que el autor alude al Deuteronomio como conjunto legal 2.
El v.23 parece un eco Deu_3:1, donde se habla de un ángel de Yahvé que prepara el camino del día de Yahvé, su manifestación punitiva y discriminadora. Este ángel es Elías el profeta revivió, que será el precursor del día de Yahvé, grande y terrible. Según la tradición, Elías había sido trasladado vivo en un carro de fuego al cielo. Este hecho dio origen a una expectación en torno a Elías, que se refleja en la literatura apócrifa judía, de la que participaban los discípulos de Jesús y los judíos que iban a oír la predicación de Juan en el Jordán. Los evangelistas reiteradamente dicen que esta profecía de Malaquías se cumplió en Juan el Bautista.
En efecto, según Malaquías, una de las misiones de Elías será trabajar por la reconciliación de la sociedad: convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres (v.6/24). En la mente del profeta, la misión de Elías es preparar moralmente a la sociedad antes de la aparición del día de Yahvé, para aminorar las proporciones de la catástrofe como consecuencia de la intervención justiciera de Dios sobre los pecadores: no sea que venga yo y entregue la tierra toda al anatema o exterminio.
Los evangelistas han visto el cumplimiento de la profecía en la misión de Juan el Bautista, predicando la penitencia a orillas del Jordán. San Lucas es el que nos da la verdadera clave para interpretar la misión del Bautista: caminará delante del Señor (son palabras del ángel a Zacarías) en el espíritu y poder de Elías, para reducir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a los sentimientos de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 3
En Mat_11:10, Cristo dice a propósito del Bautista: Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de tu faz, que preparará tus caminos delante de ti. La cita es de Mal_3:1. Por otra parte, en Me 1:2 se unen las profecías de Mal_3:1 y de Isa_40:3 : He aquí que envío delante de mí a mi ángel, que preparará tu camino. Voz de quien grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos.
Según Mat_11:14, Jesús declaró solemnemente que Juan es Elías, que ha de venir. Más tarde, cuando los discípulos le ponen la cuestión concreta sobre el advenimiento de Elías, dice enigmáticamente: Elías en verdad está para llegar y restablecerá todo. Sin embargo, yo os digo: Elías ha venido ya y no le reconocieron. Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de Juan Bautista. Jesucristo, pues, al explicarles el misterioso advenimiento de Elías, indica que, más que de su persona, se trata de su misión de precursor, como lo había anunciado Mallaquías, y, en efecto, su misión era la de restablecer todas las cosas en orden a preparar la manifestación del Mesías. Y después recalca que el protagonista de esta misión,, que encarnó en espíritu y fuerza de Elías, ya apareció; fue el propio Bautista, que preparó los caminos del Mesías, como culminación del profetismo.
Elías, pues, ya apareció encarnado en el Bautista, y no es necesario esperar su advenimiento. En el contexto de Mal_4:5 no se trata del juicio final del mundo, sino del juicio discriminativo de Yahvé sobre justos y pecadores antes de la inauguración de la era mesiánica. Los profetas apocalípticos habían hablado de este juicio aparatoso contra las naciones paganas y contra los pecadores. El Bautista habló del bieldo en manos de Dios para purificar su era Y Jesús habló del juicio que cada uno se otorga al tomar una actitud de aprobación o reprobación de la doctrina de Jesús: El que cree en El, no es juzgado; el que no cree, ya está juzgado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 4

1 En los LXX y Vulgata comienza un cuarto capítulo. 2 Cf. Deu_1:6; Deu_4:10; Deu_5:2. 3 Cf. Lev_1:17. 4 Jua_3:18.