Numeros  26 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 65 versitos |
1 Después de esta plaga habló Yahvé a Moisés y a Eleazar hijo de Aarón, sacerdote, diciéndoles:
2 “Haced el censo de los hijos de Israel por sus casas patriarcales y sus linajes, de veinte años arriba, de los hábiles para el servicio de las armas.”
3 Moisés y Eleazar, sacerdote, hablaron al pueblo en los llanos de Moab, cerca del Jordán, frente a Jericó, diciendo al pueblo:
4 “Hágase el censo de los de veinte años para arriba, como Yahvé se lo mandó a Moisés.” Los hijos de Israel salidos de la tierra de Egipto:
5 Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de Henoc, la familia de los henoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;"
6 de Esrón, la familia de los esronitas; de Carmí, la familia de los carmitas."
7 Estas son las familias de los rubenitas, y fueron contados cuarenta y tres mil setecientos treinta.
8 Hijos de Falú, Eliab;"
9 hijos de Eliab: Namuel, Datan y Abirón. Estos, Datan y Abirón, miembros del consejo, se rebelaron contra Moisés y Aarón con la facción de Coré en la rebelión contra Yahvé,
10 cuando abrió la tierra sus fauces y se los tragó con Coré, muriendo los de la facción y devorando el fuego a doscientos cincuenta hombres, para servir de escarmiento al pueblo.
11 Pero los hijos de Coré no perecieron.
12 Hijos de Simeón por sus familias: de Namuel, la familia de los namuelitas; de Yamín, la familia de los yaminitas; de Yaquin, la familia de los yaquinitas;"
13 de Zare, la familia de los zareítas; de Saúl, la familia de los saulitas."
14 Estas son las familias de los simeonitas. Fueron contados veintidós mil doscientos.
15 Hijos de Gad por sus familias: de Safón, la familia de los safonitas; de Jaguí, la familia de los jaguitas; de Suní, la familia de los sunitas;"
16 de Ozní, la familia de los oznitas; de Erí, la familia de los eritas;"
17 de Arod, la familia de los aroditas; de Arelí, la familia de los arelitas."
18 Estas son las familias de los hijos de Gad. Fueron contados cuarenta mil quinientos.
19 Hijos de Judá: Er y Onán, que murieron en la tierra de Canaán.
20 Hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selitas;"
21 de Fares, la familia de los faresitas; de Zare, la familia de los zareítas. Hijos de Fares: de Esrón, la familia de los esronitas; de Jamul, la familia de los jamulitas."
22 Estas son las familias de Judá. Fueron contados setenta y seis mil quinientos.
23 Hijos de Isacar por sus familias: de Tola, la familia de los tolitas; de Fuá, la familia de los fuitas;"
24 de Yasub, la familia de los yasubitas; de Semrán, la familia de los semramtas."
25 Estas son las familias de Isacar. Se contaron setenta y cuatro mil trescientos.
26 Hijos de Zabulón por sus familias: de Sared, la familia de los sare-ditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Yajlel, la familia de los yajlelitas."
27 Estas son las familias de Zabulón. Se contaron sesenta mil quinientos.
28 Hijos de José por sus familias: Manasés y Efraím.
29 Hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaditas."
30 Estos son los hijos de Galaad: de leser, la familia de los ieseritas; de Jeleq, la familia de los jelequitas;"
31 de Asriel, la familia de los asrieli-tas; de Siquem, la familia de los siquemitas;"
32 de Semidá, la familia de los semidaítas; de Jefer, la familia de los jeferitas."
33 Salfad, hijo de Jefer, no tuvo hijos varones, sino solamente hijas, y los nombres de las hijas de Salfad son: Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá.
34 Esas son las familias de Manasés. Se contaron cincuenta y dos mil setecientos.
35 Hijos de Efraím por sus familias: de Sutalaj, la familia de los sutalajitas; de Beker, la familia de los bekeritas; de Tajan, la familia de los tajanitas."
36 Hijos de Sutalaj: de Erón, la familia de los eronitas.
37 Estas son las familias de Efraím. Se contaron treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
38 Hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ajiram, la familia de los ajiramitas;"
39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Jufam, la familia de los jufamitas."
40 Hijos de Bela fueron Arde y Noamán: de Arde, la familia de los arditas; de Noamán, la familia de los noamitas."
41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil seiscientos.
42 Hijos de Dan por sus familias: de Sujam, la familia de los sujamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
43 Se contaron de la familia de Sujam sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
44 Hijos de Aser por sus familias: de Yimná, la familia de los yimnaí-tas; de Yesuí, la familia de los yesuítas; de Bería, la familia de los beriaítas."
45 Hijos de Bería: de Jéber, la familia de los jeberitas; de Malkiel, la familia de los malkielitas."
46 La hija de Aser se llamaba Saraj.
47 Estas son las familias de los hijos de Aser. Se contaron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.
48 Hijos de Neftalí por sus familias: de Yajsel, la familia de los yajselitas; de Guní, la familia de los gunitas;"
49 de Yeser, la familia de los yeseritas; de Selem, la familia de los selemitas."
50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
51 Los hijos de Israel incluidos en el censo fueron: seiscientos un mil setecientos treinta hombres.
52 Habló Yahvé a Moisés, diciéndole:
53 “A éstos repartirás la tierra en heredad, según el número de sus hombres.
54 A los más numerosos les darás una parte mayor; a los menos numerosos, una parte menor. A cada uno le será atribuida la heredad según el censo."
55 La distribución de la tierra se hará, sin embargo, por suertes. Recibirá cada una la tierra según los nombres de las familias patriarcales.
56 Por suertes se distribuirá la tierra entre el mayor y el menor.
57 Este es el censo de los levitas por sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Caat, la familia de los caatitas; de Merarí, la familia de los meraritas."
58 Estas son las familias de Levi: la familia de los libnitas, la familia de los jebronitas, la familia de los majlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Caat engendró a Amram,
59 y la mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto,
60 y le parió a Amram, Aarón y Moisés, y María, hermana de éstos. De Aarón nacieron Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar.
61 Nadab y Abiú murieron cuando ofrecían a Yahvé el fuego profano.
62 Hecho el censo de todos los varones de un mes para arriba, se contaron veintitrés mil. No se contaron entre los hijos de Israel, porque no había de asignárseles heredad alguna en medio de los hijos de Israel.
63 Este es el censo que hicieron Moisés y Eleazar, sacerdote, en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
64 Entre éstos no había ninguno de los enumerados en el censo que habían hecho en el desierto del Sinaí,
65 pues les había dicho Yahvé que morirían en el desierto; no quedó ni uno, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun."

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Introducción a Numeros 

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Números.

Introducción.
El cuarto libro del Pentateuco lleva entre los hebreos el título de wayedabber (y dijo), que son las palabras con que empieza el TM1. Sin embargo, en las modernas Biblias hebraicas se le llama Benidbar (en el desierto), que es la quinta palabra hebrea del TM. Los LXX le pusieron un nombre alusivo al censo con que comienza el libro, traducido por la Vg Numeri, y así pasó a las lenguas modernas.

Contenido y División.
El título Números no da idea del contenido del libro, ya que el empadronamiento de las tribus sólo comprende algunos capítulos. Por eso es más significativo el título de las Biblias hebraicas actuales: En el desierto, ya que relata las incidencias de la azarosa marcha desde el Sinaí a Cades y después desde esta localidad (donde permanecieron los israelitas treinta y ocho años) hasta las estepas de Moab, frente a la tierra prometida. El libro es una miscelánea en la que se intercalan hechos históricos y leyes, no siendo fácil establecer una división lógica y clara. Podemos establecer una división atendiendo a los distintos escenarios geográficos: a) en el Sinaí (1:1-10:10); b) en el desierto de Cadesbarne (10:11-22:1); c) en las estepas de Moab, frente al Jordán (22:2-36:13). La duración de estas diversas etapas es muy desigual: diecinueve días en la primera, treinta y ocho años en la segunda y cinco meses para la tercera.
En la primera parte se acaba la organización del pueblo y del tabernáculo, según el plan comenzado en Éxodo. Al censo de las doce tribus, que nos da la cifra de 603.550 hombres de guerra, sigue el de los levitas destinados al servicio del santuario, 22.000 varones, contados desde un mes para arriba. El segundo empadronamiento, referido en el c.26, nos da la misma cifra. El pueblo es concebido como un ejército ordenado que se mueve con sus enseñas y jefes. La segunda sección comprende la fatigosa marcha hacia Cades, al sur de Bersabé. Los israelitas habían tomado esta dirección con ánimo de penetrar por el sur de Canaán, pero la cobardía les hizo desistir, y Dios los castigó a permanecer toda una generación en las estepas de Cades, donde no faltan algunos oasis. Después de treinta y ocho años de estancia se dirigieron hacia Edom; pero, al negárseles el paso, tuvieron que bajar hasta el golfo de Elán (Akaba) y subir por la frontera oriental de Edom y Moab hasta internarse frente al Jordán en las cercanías de Jericó. En la última parte se narran las victorias sobre los amorreos y los vaticinios de Balaam, la distribución de la Jordania septentrional entre Rubén, Gad y parte de Manasés.
En cada sección hay un grupo legislativo que interrumpe el hilo de la narración histórica. En general son leyes que apenas dicen relación con el contexto histórico, y son como suplementos a otras dadas anteriormente2, aunque hay algunas nuevas3.

Composición del Libro.
Aunque el libro tiene cierta unidad por el marco geográfico en que se encuadran los hechos y las leyes, sin embargo no existe unidad literaria. No hay ligazón entre los hechos y las partes legislativas, y los mismos hechos aparecen sin contornos cronológicos precisos, siendo a veces difícil señalar la prioridad entre ellos. Por todo esto, nos encontramos con el hecho de la complejidad de documentos utilizados por el último redactor. Encontramos relatos duplicados paralelos. También las secciones legislativas aparecen algunas veces duplicadas4. Supuesta esta composición, encontramos en Números tradiciones diversas que arrancan de la época del desierto y otras más recientes que llegarían a los tiempos de Esdras. Como en los otros libros, debemos admitir un núcleo primitivo histórico-legislativo de la época mosaica y un desarrollo posterior en los tiempos de la monarquía y aun después del exilio.

Historicidad de los Relatos.
Prescindiendo de las idealizaciones sobre el número de los israelitas, su organización y sobre otros hechos en conjunto, podemos decir que los hechos revelan la época del desierto y la geografía de la estepa. Las alusiones al hecho de que Moisés registró por escrito los lugares donde acampaban los israelitas nos dan una pista para entender cómo se han podido conservar los recuerdos de la vida del desierto5. Las incidencias del desierto, las impaciencias del pueblo, su nostalgia de los manjares característicos de Egipto6, encajan bien en la época mosaica. La lucha de Moisés contra las ingratitudes e inconstancia del pueblo es perfectamente verosímil en su cargo de jefe responsable de la marcha por el desierto, prometiéndoles una tierra feraz que no acababan de alcanzar. La prolongación de la estancia fue una gran prueba para la fe de Moisés y para su fortaleza excepcional. Moisés lo era todo: un rey, un legislador, un sacerdote y un profeta,7 y este carácter particular del gobierno de Moisés queda patente en relatos de Números8. Con su fuerte personalidad logró dominar a unas tribus recalcitrantes compuestas por gentes de dura cerviz.

Doctrina Religiosa.
a) Monoteísmo. Yahvé es el Señor que guía a Israel y vence a los enemigos. La victoria sobre los reyes amorreos es una prueba de la protección divina sobre su pueblo. Los oráculos de Balaam son una prueba del poder de Yahvé sobre los mismos gentiles, que terminan por reconocer su gloria. Israel es su hijo, y Yahvé le guía en su marcha hacia la tierra prometida9. Su santidad debe ser respetada; por eso el campamento de los israelitas debe ser convenientemente repartido, de forma que junto al tabernáculo estén sólo los levitas y sacerdotes. Las leyes de pureza deben ser cuidadosamente guardadas por el pueblo para entrar en relaciones con la divinidad.
b) Culto. Se da gran importancia a las regulaciones cultuales, para garantizar la santidad exigida al pueblo antes de acercarse a su Dios. Se destacan los privilegios de la clase sacerdotal (rebelión y castigo de Coré, Datan y Abirón). Se menciona al sumo sacerdote10, se indican los derechos de los sacerdotes y de los levitas11, que son sus auxiliares. Se enumeran los sacrificios diversos, y entre ellos el cotidiano o perpetuo, que no es mencionado en el Levítico12. Es propio de Números la fiesta de la Neomenia o luna nueva.13 Es un eco de la vida nómada del desierto, aunque no aparece en legislaciones anteriores. Es propia de este libro la oblación de harina y aceite en los sacrificios14, como se hacía en Babilonia15. Como hemos indicado, la legislación mosaica no es una creación totalmente original, sino que en muchos casos es una adaptación de ritos ancestrales de las tribus, conforme a la ley de la condescendencia de Dios con su pueblo para llevarle poco a poco a través de ritos externos, algunos comunes con las religiones paganas, a una forma superior de culto16.

1 Cf. San Jerónimo, Praef. in libros Sam. et Mal: PL 28,552. 2 Cf. Núm 5:5-8 y Lev 6:1-7; Núm 9:6-14 y Ex 12; Núm_15:1-15 y Lev c. 1-5. 3 Núm 6:1-21. 4 Las fiestas (Núm c.28-29 y Éxo_23:14-29 ; Lev 13; Dt 16); oblaciones ( Núm_15:1-16 ; c.18-19 y Lev c. 1-7.22; 17-30); funciones de los levitas (Núm c.3-4 y 18); sacrificios ( Núm_15:22-31 y Lev 4:13-35); ciudades de refugio ( Núm_35:9-34 y Dt 19:1-13). 5 Cf 33:1-2. 6 11.S. 7 Filón, De vita Mosis III 23. 8 Núm 12:1-15; 16:12-15. 9 Núm 10:33; 10:35; 21:14. 10 Núm 35:25-28; 32. 11 Núm 3:10; 4:11-16; 18:5-7; 5:5-10; 6:19-20; 15:20-21; 18:8-19. 12 Pero aparece en Ex 29:38-42. 13 Núm 28:11-15. 14 Num 15:1-16; 0:28-29. En Lev 2 Se Habla De Estas Oblaciones, Pero Separadas De Los Sacrificios. 15 Cf. F. Martin, Textes religieux assyiriens et babyloniens (1903) p.XVIII-XIX.243.253. 16 Sobre la condescendencia o synkatabasis de Dios en el A.T., véase H. Pinard De La Boullaye, Les inflltrations paíennes dans l'ancienne Loi, d'aprés les Peres et l'Église: Rech. de Se. Reí. (1919) p.199-200. En los Santos Padres: San Justino, Dialog. n.Í8.23: PG 6, 516.520-521.525; San Ireneo, Cont. haer. IV 14,3: PG 7,1011; Tertuliano, Ad. More, II 18: PL 2,306; Orígenes, In Num. hom. 17 n.1: PG 12,703; San Jerónimo, In Ez. VI 20: PL 25,194; Epist. 73,3: PL 22,678; Tomás de Aquino, 1-2 q.102 3.3.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Numeros  26,1-65

26. Nuevo Censo de Israel.
E n el Sinaí se hizo el primer censo del pueblo, el cual nos dio la misma cifra de varones mayores de veinte años que leímos en Exo_12:37, a 1a salida de Egipto: 603.250. La sentencia dada por Dios condenaba a morir en el desierto a los mayores de veinte años1. La peregrinación por el desierto duró cuarenta años. Por eso, los que ahora son sometidos a censo constituyen otra generación, un pueblo nuevo. Como estaban a punto de entrar en Canaán y de repartirse la tierra entre las tribus, era preciso un nuevo empadronamiento, y se precisaba saber cuántos eran capaces de empuñar las armas para la conquista de la tierra prometida.

Orden de Confeccionar el Censo (1-4).
1Después de esta plaga habló Yahvé a Moisés y a Eleazar hijo de Aarón, sacerdote, diciéndoles: 2Haced el censo de los hijos de Israel por sus casas patriarcales y sus linajes, de veinte años arriba, de los hábiles para el servicio de las armas. 3Moisés y Eleazar, sacerdote, hablaron al pueblo en los llanos de Moab, cerca del Jordán, frente a Jericó, diciendo al pueblo: 4aHágase el censo de los de veinte años para arriba, como Yahvé se lo mandó a Moisés.

La orden es similar a la dada para el primer censo, y como en el primero aparece Aarón, aquí es su sucesor, Eleazar, el que ayuda a Moisés en la ardua tarea. El autor menciona la intervención de los representantes de la familia aaronítica en la formación del pueblo israelita. La lista es más compleja, ya que no sólo se nombra al jefe o príncipe de la tribu, como en el primero2, sino que se dan listas genealógicas de las familias, que son paralelas a las que leemos en otros lugares3. La grafía a veces es diversa en las diversas genealogías, como lo es en el Pentateuco Samaritano y los LXX, lo que se debe a errores o principios de trasliteración diferentes.

Censo de Tribus y Familias de Israel (4-5l).
4bLos hijos de Israel salidos de la tierra de Egipto: 5Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de Henoc, la familia de los henoquitas; de Falú, la familia de los faluitas; 6de Esrón, la familia de los esronitas; de Carmí, la familia de los carmitas. 7Estas son las familias de los rubenitas, y fueron contados cuarenta y tres mil setecientos treinta. 8Hijos de Falú, Eliab; 9hijos de Eliab: Namuel, Datan y Abirón. Estos, Datan y Abirón, miembros del consejo, se rebelaron contra Moisés y Aarón con la facción de Coré en la rebelión contra Yahvé, 10cuando abrió la tierra sus fauces y se los tragó con Coré, muriendo los de la facción y devorando el fuego a doscientos cincuenta hombres, para servir de escarmiento al pueblo.11Pero los hijos de Coré no perecieron. 12Hijos de Simeón por sus familias: de Namuel, la familia de los namuelitas; de Yamín, la familia de los yaminitas; de Yaquin, la familia de los yaquinitas; 13de Zare, la familia de los zareítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14Estas son las familias de los simeonitas. Fueron contados veintidós mil doscientos. 15Hijos de Gad por sus familias: de Safón, la familia de los safonitas; de Jaguí, la familia de los jaguitas; de Suní, la familia de los sunitas; 16de Ozní, la familia de los oznitas; de Erí, la familia de los eritas; 17de Arod, la familia de los aroditas; de Arelí, la familia de los arelitas. 18Estas son las familias de los hijos de Gad. Fueron contados cuarenta mil quinientos. 19Hijos de Judá: Er y Onán, que murieron en la tierra de Canaán. 20Hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selitas; 21de Fares, la familia de los faresitas; de Zare, la familia de los zareítas. Hijos de Fares: de Esrón, la familia de los esronitas; de Jamul, la familia de los jamulitas. 22Estas son las familias de Judá. Fueron contados setenta y seis mil quinientos. 23Hijos de Isacar por sus familias: de Tola, la familia de los tolitas; de Fuá, la familia de los fuitas; 24de Yasub, la familia de los yasubitas; de Semrán, la familia de los semramtas. 25Estas son las familias de Isacar. Se contaron setenta y cuatro mil trescientos. 26Hijos de Zabulón por sus familias: de Sared, la familia de los sare-ditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Yajlel, la familia de los yajlelitas. 27Estas son las familias de Zabulón. Se contaron sesenta mil quinientos. 28Hijos de José por sus familias: Manasés y Efraím. 29Hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaditas. 30Estos son los hijos de Galaad: de leser, la familia de los ieseritas; de Jeleq, la familia de los jelequitas; 31de Asriel, la familia de los asrieli-tas; de Siquem, la familia de los siquemitas; 32de Semidá, la familia de los semidaítas; de Jefer, la familia de los jeferitas. 33Salfad, hijo de Jefer, no tuvo hijos varones, sino solamente hijas, y los nombres de las hijas de Salfad son: Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá. 34Esas son las familias de Manasés. Se contaron cincuenta y dos mil setecientos. 35Hijos de Efraím por sus familias: de Sutalaj, la familia de los sutalajitas; de Beker, la familia de los bekeritas; de Tajan, la familia de los tajanitas. 36Hijos de Sutalaj: de Erón, la familia de los eronitas. 37Estas son las familias de Efraím. Se contaron treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias. 38Hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ajiram, la familia de los ajiramitas; 39de Sufam, la familia de los sufamitas; de Jufam, la familia de los jufamitas. 40Hijos de Bela fueron Arde y Noamán: de Arde, la familia de los arditas; de Noamán, la familia de los noamitas. 41Estos son los hijos de Benjamín por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil seiscientos. 42Hijos de Dan por sus familias: de Sujam, la familia de los sujamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias. 43Se contaron de la familia de Sujam sesenta y cuatro mil cuatrocientos. 44Hijos de Aser por sus familias: de Yimná, la familia de los yimnaí-tas; de Yesuí, la familia de los yesuítas; de Bería, la familia de los beriaítas. 45Hijos de Bería: de Jéber, la familia de los jeberitas; de Malkiel, la familia de los malkielitas. 46La hija de Aser se llamaba Saraj. 47Estas son las familias de los hijos de Aser. Se contaron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. 48Hijos de Neftalí por sus familias: de Yajsel, la familia de los yajselitas; de Guní, la familia de los gunitas; 49de Yeser, la familia de los yeseritas; de Selem, la familia de los selemitas. 50Estas son las familias de Neftalí por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil cuatrocientos. 51Los hijos de Israel incluidos en el censo fueron: seiscientos un mil setecientos treinta hombres.

Las cifras particulares de las tribus y familias varían algo respecto de las cifras del censo anterior, pero la suma total es sólo menor en 1.820 varones. En efecto, han descendido Rubén, Simeón, Gad, Efraím y Neftalí, pero han subido Judá, Isacar, Zabulón, Manasés, Benjamín, Dan y Aser. También subió en un millar el número de los levitas (v.57-62). Esto significa que, a pesar de los azotes con que Dios los castigó, se conservó firme la promesa de la multiplicación de Israel (v.63-65). Tal debe ser la primera intención del autor sagrado al redactar este censo. Otra, que se halla consignada expresamente en el texto, es preparar el reparto de la tierra prometida, el cual debía hacerse según la cifra de los individuos que componían cada familia o clan, dando más parte a las familias más numerosas (v.53). En esta cuenta no entraba la tribu de Leví, que tendría por heredad a Yahvé, es decir, los emolumentos de su servicio, que pertenecían a los sacerdotes; más el diezmo de las otras tribus, que era de los levitas4.
La primera tribu es la de Rubén, por ser el primogénito5. Tiene 2.700 menos que el primer censo, quizá por el número de los que perecieron con Datan y Abirón6. La tribu de Simeón da también un censo inferior de 37.100 menos. Como uno de los principales causantes de la prevaricación de Baalfegor fue un simeonita, sin duda que perecieron muchos de esta tribu en aquella mortandad. La tribu de Gad tiene en el nuevo censo 5.150 menos. En cambio, la tribu de Judá aumenta en número: 1.900 más. La de Isacar aumenta en 19.900; la de Zabulón aumenta en 2.900; la de Manasés aumenta en 20.500; en cambio, la de Efraím disminuye en 8.000. La de Benjamín aumenta en 9.800. La de Dan aumenta 1.700; la de Aser aumenta 12.900; en cambio, la de Neftalí disminuye en 8.000. El total del nuevo censo es de 601.730, frente a 603.550 del anterior. La suma, pues, es casi idéntica a pesar de las vicisitudes del desierto. Gomo hemos indicado al comentar el primer censo, todas estas cifras están sistemáticamente exageradas por el procedimiento literario de la glorificación e idealización del pasado. Para aproximarnos a la realidad habría que suprimir dos ceros a las diferentes cifras, y entonces todavía tendríamos la cifra respetable de unos 6.000 varones aptos para la guerra, prescindiendo de los de la tribu de Leví. La cifra de guerreros que da el texto no la tuvo Alejandro Magno, y quizá ni el propio Jerjes. Es la suma de la movilización total moderna de una nación de unos 8.000.000 de habitantes.

Instrucciones Sobre la Repartición de la Tierra Prometida (52-56).
52Habló Yahvé a Moisés, diciéndole: 53A éstos repartirás la tierra en heredad, según el número de sus hombres. 54A los más numerosos les darás una parte mayor; a los menos numerosos, una parte menor. A cada uno le será atribuida la heredad según el censo. 55La distribución de la tierra se hará, sin embargo, por suertes. Recibirá cada una la tierra según los nombres de las familias patriarcales. 56Por suertes se distribuirá la tierra entre el mayor y el menor.

El legislador quiere ser justo en la distribución de la tierra, que en Num_33:51 es la de Canaán. Dos principios deben regir la distribución: a) según el número de individuos de cada tribu se determinaba la extensión de cada porción; b) por suertes se determinaba la región que correspondía a cada una. Este sistema de suertes evitaba toda susceptibilidad o favoritismo, y, dada la mentalidad de los antiguos, la suerte era la expresión de Dios: en el seno se echan las suertes, pero es Yahvé quien da la decisión7.
Y aparece que a suertes se debían echar los lotes de cada clan dentro de la misma tribu (v.55). Aún hoy día en Palestina los terrenos comunales son divididos en lotes según su dimensión y calidad, y después se echan a suerte, utilizando pequeñas piedrecitas O con el nombre del posible adjudicatario.

Censo de los Levitas (57-62).
57Este es el censo de los levitas por sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Caat, la familia de los caatitas; de Merarí, la familia de los meraritas. 58Estas son las familias de Levi: la familia de los libnitas, la familia de los jebronitas, la familia de los majlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Caat engendró a Amram, 59y la mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto, 60y le parió a Amram, Aarón y Moisés, y María, hermana de éstos. De Aarón nacieron Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar. 61Nadab y Abiú murieron cuando ofrecían a Yahvé el fuego profano. 62Hecho el censo de todos los varones de un mes para arriba, se contaron veintitrés mil. No se contaron entre los hijos de Israel, porque no había de asignárseles heredad alguna en medio de los hijos de Israel.

Como los levitas no tenían derecho a una heredad o lote territorial en la tierra prometida, no se hizo el censo de ellos con el conjunto de la tribu. Se enumeran las tres familias levíticas conocidas por textos anteriores8 y otras cinco no registradas anteriormente, pero cuyos epónimos nos son conocidos9. La familia de Caat es más prolijamente detallada, porque de ella provienen Moisés y Aarón, forjadores de la teocracia hebraica. El número total de levitas es de 23.000, es decir, un millar más que en el censo anterior10.

Conclusión (63-65).
63Este es el censo que hicieron Moisés y Eleazar, sacerdote, en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64Entre éstos no había ninguno de los enumerados en el censo que habían hecho en el desierto del Sinaí, 65pues les había dicho Yahvé que morirían en el desierto; no quedó ni uno, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.

El autor sagrado destaca cómo en el nuevo censo no quedaba ninguno, excepto Caleb, Josué y el propio Moisés. Los levitas, que no habían sido incluidos en el primer censo11 y no habían participado en la exploración de Canaán12, no caían bajo la maldición de morir en el desierto. Así, Eleazar entra en la tierra prometida como auxiliar de Josué.

1 Num_14:28s. 2 Cf. Num_1:5-16. 3 Cf. Gen_46:8-25; Exo_6:14-25; 1 Par c.2-7. 4 Cf. Núm 18; Jos 21. 5 Cf. Gen_46:8. 6 Cf. Núm 16. 7 Pro_16:33; Pro_18:18. 8 Cf. Gen_46:11; Exo_6:16; Num_3:17; 1Cr_6:1. 9 Cf. Exo_6:17-18; Núm_16:1. Los coreítas son mencionados como porteros del templo de Jerusalén: 1Cr_9:19; 2Cr_20:19; Sal_43:44-49. 10Cf. Num_3:39. 11 Cf. Num_1:3. 12 Cf. Num_13:14-16.