Tito 3 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 15 versitos |
1 Amonéstales que vivan sumisos a los príncipes y a las autoridades; que las obedezcan, que estén prontos para toda obra buena;"
2 que a nadie infamen, que no sean pendencieros; que sean afables y muestren para con todos los hombres una perfecta mansedumbre."
3 Pues nosotros fuimos también alguna vez necios, desobedientes, extraviados, esclavos de toda suerte de concupiscencias y placeres, viviendo en la maldad y en la envidia, dignos de odio, y aborreciéndonos unos a otros;"
4 mas cuando apareció la bondad y el amor hacia los hombres de Dios, nuestro Salvador,
5 no por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo,
6 que abundantemente derramó sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador,
7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos, según nuestra esperanza, de la vida eterna.
8 Verdadero es el dicho, y quiero que acerca de ello seas categórico, para que aprendan a ejercitarse en buenas obras los que han creído en Dios. Esto es lo bueno y útil para los hombres.
9 En cambio, evita las cuestiones necias, las genealogías, las contiendas y debates sobre la Ley, porque son inútiles y vanas.
10 Al sectario, después de una y otra amonestación, evítale,
11 considerando que está pervertido; peca, y por sí mismo se condena."
12 Cuando mande a ti a Arte mas o a Tíquico, date prisa a venir a verme a Nicópolis, porque tengo el propósito de pasar allí el invierno.
13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo, mira de proveerlos solícitamente para el viaje a fin de que nada les falte.
14 Y que los nuestros aprendan a ejercitarse en buenas obras para atender a las apremiantes necesidades, y que no sean hombres infructuosos.
15 Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros.

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Introducción a Tito

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Epístola a Tito.

Introducción.

Breve Biografía de Tito.
Aunque el libro de los Hechos no menciona nunca a Tito, su nombre aparece doce veces en las epístolas paulinas: 2 Cor 2:13; 7:6.13.14; 8:6.16.23; 12:18; Gal 2:1.3; 2 Tim 4:18; Tit 1:4. Gracias a estos datos podemos reconstruir, aunque imperfectamente, su biografía.
Aparece por primera vez en la historia durante la asamblea o concilio de Jerusalén, en compañía de Pablo (cf. Gal 2:1-3). Expresamente se dice ahí (Gal 2:3) que era de origen gentil. Probablemente pertenecía a la comunidad de Antioquía, formando parte del grupo de fieles que, por encargo de aquella iglesia, acompañaron a Pablo y Bernabé en su viaje a Jerusalén (cf. Act 15:2). Nada volvemos a saber ya de él hasta el tercer viaje apostólico de Pablo, cuando éste, primero desde Efeso (cf. 2 Cor 2:13; 7:6-14) y luego desde Macedonia (cf. 2 Cor 8:16), le envía a Corinto con misiones delicadas. No consta que estuviera con Pablo en Roma durante su cautividad. Pero vemos que, al final ya de la vida del Apóstol, éste le deja encargado de la iglesia de Creta (cf. Tit 1:5), y que poco después le manda ir a verse con él en Nicópolis (cf. Tit 3:12), desde donde probablemente lo envió con alguna misión a Dalmacia (cf. 2 Tim 4:10). La tradición eclesiástica, ya desde Eusebio 358, le ha considerado como el primer obispo de Creta. El Martirologio romano celebra su fiesta, de obispo confesor, el 26 de enero.

Ocasión de la carta.
La ocasión de esta carta de Pablo es la misma, salvo las diferencias de lugares y personas, que motivó la carta primera a Timoteo: dar instrucciones a Tito en orden al buen gobierno de los fieles.
La fecha de composición es también prácticamente la misma, sin que podamos precisar cuál de las dos cartas ha sido escrita primero y cuál después. Como a Timoteo le dejó al frente de la iglesia de Efeso (cf. 1 Tim 1:3), así a Tito le dejó al frente de la de Creta: para que acabases de ordenar lo que faltaba y constituyeses por las ciudades presbíteros (Tit 1:5). Se trata, evidentemente, de tiempos posteriores a la primera cautividad romana, pues anteriormente no parece que esa isla hubiera sido evangelizada por Pablo. De hecho, Lucas nada dice en los Hechos, silencio que sería difícil de explicar, dada la minuciosidad con que nos cuenta los viajes del Apóstol. Además, cuando el Apóstol iba preso camino de Roma y la nave se detiene brevemente en Creta (cf. Act 27:7-13), no hay indicio alguno de que hubiese cristianos por esos lugares, sino que nos son presentados como totalmente nuevos.
La carta estaría escrita por Pablo desde Grecia, o quizá desde Macedonia, ordenando a Tito que vaya a encontrarse con él en Nicópolis, donde piensa pasar el invierno (cf. Tit 3:12).

Estructura o plan general.
La carta es breve y con un argumento totalmente afín al de la primera a Timoteo: resistir a la propaganda de doctrinas malsanas, organizar las iglesias, custodiar intacto el depósito de la fe.
Damos a continuación el esquema:
Introducción:
Saludo epistolar (1:1-4).
Cuerpo de la carta: Instrucciones varias a Tito (1:5-3:11).
1) Selección de presbíteros dignos y lucha contra los falsos doctores (1:5-16).
2) Deberes propios de cada estado (2:1-15).
3) Deberes generales del cristiano (3:1-11).
Epílogo:
Noticias varias (3:12-14) y saludos (3:15).

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Tito 3,1-15

Deberes generales del cristiano, 3:1-11.
1 Amonéstales que vivan sumisos a los príncipes y a las autoridades; que las obedezcan, que estén prontos para toda obra buena; 2 que a nadie infamen, que no sean pendencieros; que sean afables y muestren para con todos los hombres una perfecta mansedumbre. 3 Pues nosotros fuimos también alguna vez necios, desobedientes, extraviados, esclavos de toda suerte de concupiscencias y placeres, viviendo en la maldad y en la envidia, dignos de odio, y aborreciéndonos unos a otros; 4 mas cuando apareció la bondad y el amor hacia los hombres de Dios, nuestro Salvador, 5 no por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo, 6 que abundantemente derramó sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador, 7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos, según nuestra esperanza, de la vida eterna. 8 Verdadero es el dicho, y quiero que acerca de ello seas categórico, para que aprendan a ejercitarse en buenas obras los que han creído en Dios. Esto es lo bueno y útil para los hombres. 9 En cambio, evita las cuestiones necias, las genealogías, las contiendas y debates sobre la Ley, porque son inútiles y vanas. 10 Al sectario, después de una y otra amonestación, evítale, 11 considerando que está pervertido; peca, y por sí mismo se condena.

En esta última parte de su carta, San Pablo recuerda a Tito algunas instrucciones de carácter general que debe inculcar a todos los fieles.
Primeramente, la obediencia y sumisión a las legítimas autoridades (v.1), tema de que el Apóstol ya trató más ampliamente en Rom_13:1-7 y se da como supuesto en 1Ti_2:1-2. Luego la tolerancia y mansedumbre en las relaciones con los demás, procurando no lastimar al prójimo con palabras ofensivas (v.2; cf. 1Ti_3:3; 2Ti_2:23-24). Se refiere San Pablo sobre todo a los paganos; por eso, como estímulo que ha de mover a los cristianos cretenses a ser atentos y considerados con ellos, les recuerda su propio pasado, lleno también de vicios (v.3; cf. Efe_2:2-3; Col_3:7), de cuyo estado salieron, no en virtud de obras o méritos propios, sino por la sola bondad de Dios (v.4~7; cf. Rom_3:20-25; Efe_2:4-9).
Al hablar San Pablo (v.5) de baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo (??? ?????? ????????????? ??? ?????? -?????? ????????? ????? ), se está refiriendo evidentemente al bautismo, medio del que Dios ha querido servirse para justificarnos y salvarnos. Es llamado así, porque el bautismo mediante la acción invisible del Espíritu Santo opera en nosotros una verdadera regeneración y renovación, en virtud de la cual pasamos del estado de muerte y de pecado, en que nacemos, al estado de hijos de Dios, participantes de la gracia divina, herederos de la gloria del cielo, en unión con Jesucristo, al que nos incorpora (cf. Rom_6:3-4; 2Co_1:22; 2Co_5:17; Gal_6:15; Efe_5:26; Jua_3:5-7). Es posible que los v.5-6, que tan maravillosamente expresan la acción de la Santísima Trinidad en la santificación del hombre, recojan expresiones de algún antiguo himno bautismal. En el v.7, nuevamente encontramos la referencia a la esperanza escatológica del cristiano, cosa frecuente en Pablo (cf. 1:2-3). Todo esto, que es una gran verdad (cf. 1Ti_1:15), debe inculcar Tito con firmeza a los cretenses (v.8).
También ha de procurar evitar las contiendas y cuestiones necias, a que son tan dados los falsos doctores (v.g; cf. 1Ti_1:4-7). Al que haga propaganda de sus particulares ideas religiosas erróneas, que le amoneste una y dos veces, y, si sigue obstinado en permanecer de espaldas a la verdad (cf. 1:14), que le considere como excluido de la Iglesia (v.10-11; cf. 1Ti_1:20; 1Co_5:11; Mat_18:15-17).

Noticias varias,Mat_3:12-14.
12 Cuando mande a ti a Arte mas o a Tíquico, date prisa a venir a verme a Nicópolis, porque tengo el propósito de pasar allí el invierno. 13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo, mira de proveerlos solícitamente para el viaje a fin de que nada les falte. 14 Y que los nuestros aprendan a ejercitarse en buenas obras para atender a las apremiantes necesidades, y que no sean hombres infructuosos.

Antes de terminar la carta, Pablo da a Tito algunas noticias y encargos. Son detalles tan concretos, que difícilmente se explicarían de no suponer a Pablo autor de la carta. De ahí que muchos autores que niegan la autenticidad paulina consideran este final como un fragmento de alguna carta del Apóstol, hoy perdida. Lo mismo vale para 2Ti_4:9-11. Le dice primeramente que, una vez que le haya mandado a Artemas o a Tíquico, vaya a verle a Nicópolis, donde piensa pasar el invierno (v.12). Aunque había entonces varias ciudades con el nombre de Nicópolis (= ciudad de la victoria), todo hace pensar que se trata de Nicópolis en el Epiro, que es la más cercana a los lugares por donde entonces andaba San Pablo. De Artemas no tenemos dato alguno más; en cambio, Tíquico nos es ya conocido (cf. Efe_6:21; 2Ti_4:12).
A continuación (v.15) el Apóstol habla de dos personajes, Zenas y Apolo, quienes, a lo que parece, se encontraban entonces con Pablo y debían de tener que hacer algún viaje pasando por Creta. Tal vez de regreso a Alejandría, de donde Apolo era originario (cf. Hec_18:24). Es posible que sean ellos los portadores de la carta. El Apóstol, conforme era entonces costumbre entre amigos y conocidos (cf. Rom_15:24; 1Co_16:6.11), encarga a Tito de que los provea de lo necesario para el viaje. De Zenas, al contrario que de Apolo (cf. 1Co_1:12; 1Co_16:12), no tenemos ningún otro dato.
En el v.15 Pablo hace una recomendación general de caridad práctica, tomando ocasión de la recomendación precedente para con los dos huéspedes.

Saludos y bendición final,1Co_3:15.
15 Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros.

Son los saludos protocolarios, que más o menos se hallan en todas las cartas. Primeramente para Tito, de parte de los que se hallan con Pablo, que no los nombra, aunque es de creer que Tito sabía de quiénes se trataba. Luego para todos los fieles cretenses en general, con el apelativo los que nos aman en la fe, quizás para hacer distinción con los amantes de novedades atraídos por la predicación de los falsos doctores.
La bendición final es la acostumbrada en todas las cartas.

358 Cf. Hist. eccl 3:4-Biblia comentada- 6b 359 Sin duda que la frase de Epiménides era proverbial entre el pueblo, y, por tanto, el que la emplee el Apóstol no demuestra que poseyera amplio conocimiento de los clásicos. Era un poeta muy conocido y al que, a lo que parece, muchos le daban cierto carácter de oráculo divino. Plutarco dice de él que era amigo de los dioses e informado de las cosas divinas (Plut., Solón, 12).