Genesis 49 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 33 versitos |
1 Jacob llamó a sus hijos y les habló en estos términos: "Reúnanse, para que yo les anuncie lo que les va a suceder en el futuro:
2 Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre.
3 ¡Tú, Rubén, mi primogénito, mi fuerza y el primer fruto de mi vigor, el primero en dignidad, y el primero en poder!
4 Desbordado como las aguas, ya no tendrás la primacía, porque subiste al lecho de tu padre, y, al subir, lo profanaste.
5 Simeón y Leví son hermanos, sus cuchillos son instrumentos de violencia.
6 Que yo no entre en sus reuniones, ni me una a su asamblea, porque en su ira mataron hombres y mutilaron toros por capricho.
7 Maldita sea su ira tan violenta y su furor tan feroz. Yo los repartiré en el país de Jacob y los dispersaré en Israel.
8 A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti.
9 Judá es un cachorro de león, -¡Has vuelto de la matanza, hijo mío!- Se recuesta, se tiende como un león, como una leona: ¿quién lo hará levantar?
10 El cetro no se apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia.
11 El ata su asno a una vid, su asno de pura raza a la cepa más escogida; lava su ropa en el vino y su manto en la sangre de las uvas.
12 Sus ojos están oscurecidos por el vino, y sus dientes blanqueados por la leche.
13 Zabulón habitará en la ribera del mar, que servirá de puerto a las naves, y sus fronteras llegarán hasta Sidón.
14 Isacar en un asno vigoroso, recostado entre sus alforjas.
15 Al ver que el lugar de reposo es bueno y el país muy agradable, doblega sus espaldas a la carga y se somete a un trabajo servil
16 Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel
17 El es una serpiente junto al camino, una víbora junto al sendero, que muerde los talones del caballo, y así el jinete cae de espaldas.
18 ¡Señor, yo espero tu salvación!
19 Bandas de salteadores asaltarán a Gad, pero él, a su vez, los asaltará por detrás.
20 Aser tendrá comidas deliciosas y ofrecerá manjares de reyes.
21 Neftalí es una cierva suelta, que da hermosos cervatillos.
22 José es un potro salvaje, un potro salvaje junto a una fuente, un asno salvaje sobre una ladera.
23 Los arqueros lo hostigaron le arrojaron flechas, lo acosaron.
24 Pero los arcos permanecieron rígidos y se aflojaron los brazos de los arqueros por el poder del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Roca de Israel;
25 por el Dios de tu padre, que te socorre, por el Dios Todopoderoso, que te da sus bendiciones: bendiciones desde lo alto del cielo, bendiciones del océano que se extiende por debajo, bendiciones de los pechos y del seno materno,
26 bendiciones de las espigas y las flores, bendiciones de las montañas seculares, delicias de las colinas eternas. ¡Que desciendan sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos!
27 Benjamín es un lobo rapaz: por la mañana devora la presa, y a la tarde divide los despojos".
28 Todas estas eran las tribus de Israel -doce en total- y esto es lo que su padre dijo de ellas cuando las bendijo, dándole a cada una su bendición.
29 Luego les dio esta orden: "Yo estoy a punto de ir a reunirme con los míos. Entiérrenme junto con mis padres, en la caverna que está en el campo de Efrón, el hitita,
30 en el campo de Macpelá, frente a Mamré, en la tierra de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón, el hitita, para tenerlo como sepulcro familiar.
31 Allí fueron enterrados Isaac y Rebeca, su esposa; y allí también sepulté a Lía.
32 Ese campo y la caverna que hay en él fueron comprados a los hititas".
33 Cuando Jacob terminó de dar esta orden a sus hijos, recogió sus pies en el lecho, expiró y fue a reunirse con los suyos.

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Introducción a Genesis


Génesis

GÉNESIS es una palabra griega, que significa "origen". El primer libro de la Biblia lleva ese nombre, porque trata de los orígenes del universo, del hombre y del Pueblo de Dios.
El libro del Génesis se divide en dos grandes partes. La primera es denominada habitualmente "Historia primitiva", porque presenta un amplio panorama de la historia humana, desde la creación del mundo hasta Abraham (caps. 1-11). La segunda narra los orígenes más remotos del pueblo de Israel: es la historia de Abraham, Isaac y Jacob, los grandes antepasados de las tribus hebreas. Al final de esta segunda parte, adquiere particular relieve la figura de José, uno de los hijos de Jacob, ya que gracias a él su padre y sus hermanos pudieron establecerse en Egipto. La historia de los Patriarcas se cierra con el anuncio del retorno de los israelitas a la Tierra prometida, cuyo cumplimiento comienza a relatarse en el libro del Éxodo.
Estas dos partes presentan notables diferencias en cuanto a la forma literaria y al contenido, pero están íntimamente relacionadas. El Génesis se remonta primero a los orígenes del mundo y de la humanidad. Luego, mediante una serie de genealogías cada vez más restringidas, establece una sucesión ininterrumpida entre Adán, el padre de la humanidad pecadora, y Abraham, el padre del Pueblo elegido. Este vínculo genealógico pone bien de relieve que la elección de Abraham no fue un simple hecho al margen de la historia humana. La elección divina no era un privilegio reservado para siempre a una sola persona o a una sola nación. Si Dios manifestó su predilección por Abraham y por la descendencia nacida de él, fue para realizar un designio de salvación que abarca a todos los pueblos de la tierra.
En la redacción final del libro del Génesis, se emplearon elementos de las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última fuente tiene una importancia especial en el conjunto de la obra, debido a que constituye la base literaria en la que se insertaron las otras tradiciones.
Los primeros capítulos del Génesis ofrecen una dificultad muy particular para el hombre de hoy. En ellos se afirma, por ejemplo, que Dios creó el universo en el transcurso de una semana, que modeló al hombre con barro y que de una de sus costillas formó a la mujer. ¿Cómo conciliar estas afirmaciones con la visión del universo que nos da la ciencia? La dificultad se aclara si tenemos en cuenta que el libro del Génesis no pretende explicar "científicamente" el origen del universo ni la aparición del hombre sobre la tierra. Con las expresiones literarias y los símbolos propios de la época en que fueron escritos, esos textos bíblicos nos invitan a reconocer a Dios como el único Creador y Señor de todas las cosas. Este reconocimiento nos hace ver el mundo, no como el resultado de una ciega fatalidad, sino como el ámbito creado por Dios para realizar en él su Alianza de amor con los hombres. La consumación de esa Alianza serán el "cielo nuevo" y la "tierra nueva" ( Isa_65:17 ; Rev_21:1 ) inaugurados por la Resurrección de Cristo, que es el principio de una nueva creación.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Genesis 49,1-33

10. "Hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia": esta es la traducción probable de una frase enigmática, interpretada generalmente en sentido mesiánico. Judá es la tribu del rey David. La dinastía davídica ejercerá la realeza -simbolizada en el "cetro" y el "bastón de mando"- hasta que llegue un rey ideal, que extenderá su dominio sobre los pueblos. Estos le prestarán obediencia, y entonces habrá una paz y una abundancia sin precedentes. Según una antigua interpretación judía, revalorizada por algunos exégetas modernos, el texto debería traducirse: "hasta que le sea presentado el tributo y los pueblos le rindan homenaje".