Tobías 1 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 39 versitos |
1 Libro de los hechos de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, hijo de Rafael, hijo de Ragüel, de la descendencia de Asiel, de la tribu de Neftalí.
1 El segundo año de Artajerjes el Grande, el primer día del mes de Nisán, Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Semei, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, tuvo un sueño. Antes de Ester 1:1
2 Mardoqueo era un judío residente en la ciudad de Susa, un personaje importante, que desempeñaba un cargo en la corte real.
2 En tiempos de Salmanasar, rey de Asiria, Tobit fue deportado de Tisbé, que está al sur de Cadés de Neftalí, en la Alta Galilea, más arriba de Hasor, hacia el oeste, y al norte de Sefet.
3 Yo, Tobit, seguí los caminos de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida. Hice muchas limosnas a mis hermanos y a mis compatriotas deportados conmigo a Nínive, en el país de los Asirios.
3 El pertenecía al grupo de los deportados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos desde Jerusalén, con Jeconías, rey de Judá.
4 Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la tierra de Israel, toda la tribu de mi antepasado Neftalí se había separado de la casa de David y de Jerusalén, la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y consagrado para todas las generaciones futuras el Templo en el que habita Dios.
4 Mardoqueo soñó lo siguiente: había gritos y estruendo, truenos, terremotos y agitación sobre la tierra.
5 Todos mis hermanos y la familia de Neftalí, ofrecían sacrificio sobre todas las montañas de Galilea al ternero que Jeroboam, rey de Israel, había hecho en Dan.
5 De pronto avanzaron dos enormes dragones, ambos dispuestos a luchar, y lanzaron un gran rugido.
6 Muchas veces yo era el único que iba en peregrinación a Jerusalén, conforme a la prescripción que obliga para siempre a todo Israel. Me apresuraba a llevar a Jerusalén las primicias de los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la esquila de las ovejas.
6 Al oír el rugido, cada nación se preparó para el combate, a fin de hacer la guerra a la nación de los justos.
7 Entregaba todo eso a los sacerdotes, hijos de Aarón, para los sacrificios del altar. A los levitas que cumplían sus funciones en Jerusalén, les entregaba el diezmo del vino y del trigo, del olivo, de las granadas y de los otros frutos. Cambiaba por dinero el segundo diezmo e iba a gastarlo cada año a Jerusalén.
7 ¡Era un día de oscuridad y tinieblas! Había tribulación y angustia, aflicción y una gran agitación sobre la tierra.
8 El tercer diezmo lo daba a los huérfanos, a las viudas y a los prosélitos que vivían con los israelitas: lo repartía cada tres años, y los comíamos, siguiendo las prescripciones de la Ley de Moisés y las instrucciones de Débora, madre de nuestro antepasado Ananiel, porque mi padre había muerto, dejándome huérfano.
8 Toda la nación de los justos se estremeció: aterrorizados por su desgracia, ellos se dispusieron a perecer y clamaron a Dios.
9 Cuando me hice hombre, me casé con una mujer de la descendencia de nuestros padres que se llamaba Ana, y de ella tuve un hijo, al que llamé Tobías.
9 De su clamor, como de una pequeña fuente, surgió un gran río de aguas caudalosas.
10 Después que me deportaron a Asiria y fui llevado cautivo, llegué a Nínive. Todos mis hermanos y mis compatriotas comían los manjares de los paganos.
10 Brilló una luz y despuntó el sol. Entonces los humildes fueron exaltados y devoraron a los grandes.
11 Pero yo me cuidaba muy bien de comer esos manjares.
11 Al despertar, Mardoqueo, que intuyó en este sueño lo que Dios había resuelto hacer, estuvo pensando en él hasta la noche y trataba de comprenderlo en todos sus detalles.
12 Y como me acordaba de mi Dios de todo corazón,
12 Luego Mardoqueo se puso a descansar un rato en la corte, junto con Gabazá y Zarra, los dos eunucos del rey que la custodiaban.
13 Al oírlos conversar, trató de averiguar sus maquinaciones, y se enteró de que preparaban un atentado contra el rey Artajerjes. Entonces los denunció al rey.
13 el Altísimo me concedió el favor de Salmanasar, y llegué a ser el encargado de sus compras.
14 Este hizo interrogar a los dos eunucos, y una vez que ellos confesaron, fueron ejecutados.
14 Yo iba a Media y hacía las compras, hasta que él murió. En una ocasión, dejé en casa de Gabael, hermano de Gabrí, en el país de los Medos, unas bolsas con diez talentos de plata.
15 Al morir Salmanasar, reinó en lugar de él su hijo Senaquerib. Entonces se interrumpieron las comunicaciones con Media, y ya no pude volver allí.
15 El rey mandó escribir estos hechos en las Crónicas, y también Mardoqueo los consignó por escrito.
16 En tiempos de Salmanasar, yo hacía muchas limosnas a mis compatriotas,
16 Además, el rey otorgó a Mardoqueo un cargo en la corte y lo recompensó con regalos.
17 Pero Amán, el agaguita, que gozaba de gran prestigio ante el rey, buscó la manera de perjudicar a Mardoqueo y a su pueblo por lo que había pasado con los dos eunucos del rey.
17 Daba mi pan a los hambrientos, vestía a los que estaban desnudos y enterraba a mis compatriotas, cuando veía que sus cadáveres eran arrojados por encima de las murallas de Nínive.
18 También enterré a los que mandó matar Senaquerib cuando tuvo que huir de Judea, después del castigo que le infligió el Rey del Cielo por todas las blasfemias que había proferido. Lleno de cólera, Senaquerib mató a muchos israelitas: yo ocultaba sus cuerpos para enterrarlos, y aunque él los buscaba, no podía encontrarlos.
19 Un ninivita informó al rey que era yo el que los enterraba clandestinamente. Cuando supe que el rey estaba informado de eso y que me buscaba para matarme, tuve miedo y me escapé.
20 Todos mis bienes fueron embargados y confiscados para el tesoro real: no me quedó nada, excepto mi esposa Ana y mi hijo Tobías.
21 Pero antes de cuarenta días, el rey fue asesinado por sus dos hijos, que luego huyeron a los montes de Ararat. Su hijo Asaradón, reinó en lugar de él y confió a Ajicar, hijo de mi hermano Anael, la contabilidad y la administración general del reino.
22 Entonces Ajicar intercedió por mí y pude volver a Nínive. Bajo el reinado de Senaquerib, rey de Asiria, él había sido copero mayor, guardasellos, administrador y contador, y Asaradón lo confirmó en esos cargos. El pertenecía a mi familia, era mi sobrino.

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Introducción a Tobías


Tobías

El libro de TOBÍAS fue escrito hacia el año 200 a. C. y sólo se ha conservado en varias versiones griegas y latinas, bastante diversas unas de otras. Como los libros de Ester y de Judit, pertenece al género de los relatos "edificantes" o narraciones elaboradas con el fin de transmitir una enseñanza de carácter moral y religioso.
Los protagonistas del relato son los miembros de una familia de la tribu de Neftalí, deportada a Nínive cuando los asirios invadieron y conquistaron el territorio de Galilea ( 2Ki_15:29 ). Esta ambientación fuera de Palestina es un elemento esencial de la narración, ya que la enseñanza contenida en el Libro está destinada principalmente a sostener la fe de los judíos dispersos en un ambiente pagano y casi siempre hostil. Para animarlos a mantenerse fieles al Señor, aun en medio de las pruebas, el autor les propone un modelo ejemplar en la figura de Tobit, el padre del joven Tobías. Lo que más se destaca a través del relato es la acción providencial de Dios. Los hechos que a primera vista parecen casuales responden en realidad a un designio divino -un "secreto"- que sólo al final se pone de manifiesto ( 2Ki_12:11 ). Y por eso, la verdadera sabiduría consiste en mantener la confianza en el Señor, incluso en las situaciones más desesperadas.
En el libro de Tobías, el ejecutor de este designio divino es un "ángel" llamado Rafael, que significa "Dios sana". Mientras que en los textos bíblicos más antiguos el Señor se acerca personalmente a los hombres y habla con ellos, en esta etapa de la Revelación se acentúa el sentido de la trascendencia divina. Una distancia infinita separa a los hombres de Dios, pero esa distancia es salvada por la intervención de los ángeles, cuya función consiste en ser los "mensajeros" de las bendiciones y de los castigos divinos, y en presentar al Señor las súplicas y necesidades de los hombres ( 2Ki_12:12-15 ).
Junto con la invitación a confiar en la Providencia divina, la historia de Tobías destaca otros valores de profundo contenido evangélico: la santidad del matrimonio, el respeto filial, la misericordia hacia los pobres, la práctica de la limosna, la aceptación humilde de las pruebas y la eficacia de la oración.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Tobías 1,1-25

5. Ver 1Re_12:26-33.

6. Ver Deu_16:1-17.

8. Ver Deu_14:28-29.

21. "Ajicar": el nombre de este personaje, que aparece varias veces en el libro de Tobías (2. 10; 11. 18; 14. 10), está tomado de una célebre novela oriental, conocída como "Sabíduría de Ajícar". La tradicíón lo presenta como primer ministro de varios reyes de Asiria y como el prototipo del "sabio", que expresa su sabiduría en un conjunto de máximas, al estilo de las que se encuentran en este Libro (cap. 4).