Numeros  28 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 31 versitos |
1 El Señor dijo a Moisés:
2 Transmite esta orden a los israelitas: Pongan cuidado de presentarme a su debido tiempo la ofrenda de alimentos que me pertenece, los sacrificios que se queman con aroma agradable a mí.
3 Dile también: Cada día ofrecerán dos corderos de un año y sin defecto, como holocausto perpetuo.
4 Los ofrecerán uno por la mañana y el otro a la hora del crepúsculo,
5 con una oblación consistente en la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con un litro y medio de aceite puro de oliva.
6 Este es el holocausto perpetuo que fue ofrecido en la montaña del Sinaí, como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
7 La libación correspondiente será un litro y medio de bebida fuerte por cada cordero, y se ofrecerá al Señor en el Santuario.
8 A la hora del crepúsculo ofrecerás el segundo cordero, con la misma oblación y la misma libación de la mañana: es una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
9 El día sábado ofrecerán dos corderos de un año y sin defecto, con una oblación consistente en dos décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, y su correspondiente libación.
10 Es el holocausto sabático, que se añadirá cada sábado al holocausto perpetuo y a su libación.
11 El primer día de cada mes ofrecerán al Señor, como holocausto, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto.
12 También ofrecerán tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como oblación por cada novillo; dos décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como oblación por el carnero;
13 y la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como oblación por cada cordero, Así el holocausto será una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
14 Las libaciones correspondientes serán de tres litros de vino por el novillo, de dos litros por el carnero y de un litro y medio por el cordero. Este será el holocausto mensual, para todos los meses del año.
15 Además del holocausto perpetuo, de ofrecerá al Señor un chivo, como sacrificio por el pecado, con la libación correspondiente.
16 El día catorce del primer mes será la Pascua del Señor,
17 y el quince de ese mismo mes será un día de fiesta. Durante siete días comerán panes ácimos.
18 El primer día habrá una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase.
19 Además presentarán, como ofrenda que se quema en holocausto al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto.
20 Con ellos presentarán, como oblación por el novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite; dos décimas partes por el carnero,
21 y una décima parte por cada uno de los siete corderos.
22 También se ofrecerá un chivo como sacrificios por el pecado, a fin de realizar el rito de expiación en favor de ustedes.
23 Harán todo esto, además del holocausto matutino, que se ofrece como holocausto perpetuo.
24 Así lo harán cada uno de esos siete días. Es una ofrenda de alimentos, que se quema con aroma agradable al Señor, y se añade al holocausto perpetuo y a su oblación.
25 El séptimo día habrá otra asamblea litúrgica, y no harán trabajos de ninguna clase.
26 El día de las primicias -cuando ofrezcan al Señor, en la fiesta de las Semanas, una oblación de frutos recién madurados- tendrán una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase.
27 También ofrecerán como holocausto de aroma agradable al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año.
28 Con ellos, presentarán, como oblación por cada novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite; dos décimas partes por cada carnero,
29 y una décima parte por cada uno de los siete corderos.
30 También se ofrecerá una chivo como sacrificio por el pecado, a fin de realizar el rito de expiación en favor de ustedes.
31 Harán todo esto con sus correspondientes libaciones, además del holocausto perpetuo y su oblación.

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Introducción a Numeros 


Números


El título NÚMEROS refleja bastante imperfectamente el contenido del cuarto libro del Pentateuco, pero destaca, al menos, una de sus características: la preocupación por las precisiones numéricas. Esta preocupación se manifiesta, entre otras cosas, en los dos censos registrados en el Libro (caps. 1-4; 26), en la reglamentación sobre los sacrificios (caps. 28-29), y en las instrucciones para el reparto del botín (cap. 31) y para la división del territorio alrededor de las ciudades levíticas (35. 1-8).
Los judíos de lengua hebrea llamaban a este libro "EN EL DESIERTO", porque estas son las palabras más importantes del versículo inicial. Dicho titulo evoca otro de sus temas característicos: la marcha de los israelitas a través del desierto, desde el Sinaí hasta las fronteras de la Tierra prometida.
El libro de los Números da la impresión de ser un conjunto de elementos heterogéneos, sin ninguna conexión lógica. A pesar de todo, es posible establecer un cierto orden, si se tiene en cuenta el marco geográfico de los acontecimientos relatados.
1.º La partida desde el Sinaí se prepara con un censo del pueblo y con las ofrendas presentadas con motivo de la dedicación del Santuario (1. 1 - 10. 10).
2.º Después de celebrar la segunda Pascua, los israelitas salen del Sinaí y llegan a Cades, donde realizan un intento desafortunado de entrar en Canaán por el sur (10. 11 - 21. 35).
3.º Tras una larga permanencia en Cades, vuelven a ponerse en camino y llegan a las estepas de Moab, frente a Jericó (caps. 22-36).
En torno a estos relatos, se mezclan numerosas disposiciones legales y litúrgicas, que completan la legislación del Sinaí o preparan el establecimiento de Israel en Canaán.
En el libro de los Números vuelven a aparecer las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última es la que dio una forma acabada a toda la obra y le imprimió su espíritu peculiar.
Es inútil buscar en esta compilación de antiguas tradiciones, un relato exacto y ordenado de los hechos. La tradición sobre el itinerario del desierto es fragmentaria y se limita a unos pocos episodios. Además, la historia es vista desde una perspectiva religiosa. Su intención es mostrar la solícita providencia de Dios en favor de su Pueblo, a pesar de las murmuraciones y rebeldías del mismo.
Durante su marcha por el desierto, Israel vivió sus primeras experiencias como Pueblo de Dios. Allí la masa heterogénea de fugitivos que habían salido de Egipto bajo la guía de Moisés ( Exo_12:38 ) comenzó a tomar conciencia de su destino común. Al llegar la plenitud de los tiempos, también el nacimiento del nuevo Pueblo de Dios estuvo vinculado con el desierto. Allí predicó y bautizó Juan el Bautista, para preparar "el camino del Señor" ( Mat_3:3 ). Y allí Jesús "fue llevado por el Espíritu" ( Mat_4:1 ) para prepararse a cumplir su misión de "iniciador y consumador de nuestra fe" ( Heb_12:2 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas