Numeros  27 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 23 versitos |
1 Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés. Selofjad había pertenecido a los clanes de Manasés, hijo de José, y sus hijas se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá.
2 Ellas se presentaron delante de Moisés, del sacerdote Eleazar, de los jefes y de toda la comunidad, a la entrada de la Carpa del Encuentro, y les dijeron:
3 "Nuestro padre murió en el desierto. El no formó parte del grupo que se amotinó contra el Señor -el grupo de Coré- sino que murió por su propio pecado y no tuvo ningún hijo varón.
4 ¿Por qué el nombre de nuestro padre tendrá que desaparecer de su clan? ¿Por el simple hecho de no haber tenido un hijo varón? Danos entonces una propiedad entre los hermanos de nuestro padre".
5 Moisés expuso el caso al Señor,
6 y el Señor le respondió:
7 "Las hijas de Selofjad tienen razón. Asígnales una propiedad hereditaria entre los hermanos de su padre y transfiéreles la herencia de su padre.
8 Di además a los israelitas: Si un hombre muere sin tener un hijo varón, ustedes harán que su herencia pase a su hija;
9 y si no tiene hija, se la dará a sus hermanos.
10 Si tampoco tiene hermanos, entregarán la herencia a los hermanos de su padre;
11 y si su padre no tiene hermanos, se la darán a su pariente más cercano entre los miembros de su familia, y este tomará posesión de ella". Esta es una prescripción legal para los israelitas, como el Señor lo ordenó a Moisés.
12 Luego el Señor dijo a Moisés: "Sube a esta montaña de los Abarím y contempla la tierra que he dado a los israelitas.
13 Una vez que la hayas contemplado, irás a reunirte con los tuyos, lo mismo que tu hermano Aarón.
14 Porque en el desierto de Sin, cuando la comunidad promovía una querella, ustedes se rebelaron contra la orden de manifestar mi santidad a los ojos de ellos por medio del agua". Se trata del agua de Meribá de Cadés, en el desierto de Sin.
15 Entonces Moisés dijo al Señor:
16 "Que el Señor, el Dios que anima a todo viviente, ponga al frente de esta comunidad a un hombre
17 que la guíe en todos sus pasos y al que ellos obedezcan en todo. Así la comunidad del Señor no estará como una oveja sin pastor.:.
18 El Señor respondió a Moisés: "Toma a Josué, hijo de Nun, que es un hombre animado por el espíritu, e impone tu mano sobre él.
19 Luego lo presentarás al sacerdote Eleazar y a toda la comunidad, para transmitirle tus órdenes en presencia de ellos,
20 y le comunicarás una parte de tu autoridad, a fin de que toda la comunidad de los israelitas le preste obediencia.
21 Josué deberá presentarse al sacerdote Eleazar, que consultará para él las decisiones del Urim, delante del Señor. El y toda la comunidad de los israelitas harán todo conforme a estas decisiones".
22 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado: tomó a Josué y lo presentó ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad.
23 Luego impuso su mano sobre él y le transmitió sus órdenes, como el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.

Patrocinio

 
 

Introducción a Numeros 


Números


El título NÚMEROS refleja bastante imperfectamente el contenido del cuarto libro del Pentateuco, pero destaca, al menos, una de sus características: la preocupación por las precisiones numéricas. Esta preocupación se manifiesta, entre otras cosas, en los dos censos registrados en el Libro (caps. 1-4; 26), en la reglamentación sobre los sacrificios (caps. 28-29), y en las instrucciones para el reparto del botín (cap. 31) y para la división del territorio alrededor de las ciudades levíticas (35. 1-8).
Los judíos de lengua hebrea llamaban a este libro "EN EL DESIERTO", porque estas son las palabras más importantes del versículo inicial. Dicho titulo evoca otro de sus temas característicos: la marcha de los israelitas a través del desierto, desde el Sinaí hasta las fronteras de la Tierra prometida.
El libro de los Números da la impresión de ser un conjunto de elementos heterogéneos, sin ninguna conexión lógica. A pesar de todo, es posible establecer un cierto orden, si se tiene en cuenta el marco geográfico de los acontecimientos relatados.
1.º La partida desde el Sinaí se prepara con un censo del pueblo y con las ofrendas presentadas con motivo de la dedicación del Santuario (1. 1 - 10. 10).
2.º Después de celebrar la segunda Pascua, los israelitas salen del Sinaí y llegan a Cades, donde realizan un intento desafortunado de entrar en Canaán por el sur (10. 11 - 21. 35).
3.º Tras una larga permanencia en Cades, vuelven a ponerse en camino y llegan a las estepas de Moab, frente a Jericó (caps. 22-36).
En torno a estos relatos, se mezclan numerosas disposiciones legales y litúrgicas, que completan la legislación del Sinaí o preparan el establecimiento de Israel en Canaán.
En el libro de los Números vuelven a aparecer las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última es la que dio una forma acabada a toda la obra y le imprimió su espíritu peculiar.
Es inútil buscar en esta compilación de antiguas tradiciones, un relato exacto y ordenado de los hechos. La tradición sobre el itinerario del desierto es fragmentaria y se limita a unos pocos episodios. Además, la historia es vista desde una perspectiva religiosa. Su intención es mostrar la solícita providencia de Dios en favor de su Pueblo, a pesar de las murmuraciones y rebeldías del mismo.
Durante su marcha por el desierto, Israel vivió sus primeras experiencias como Pueblo de Dios. Allí la masa heterogénea de fugitivos que habían salido de Egipto bajo la guía de Moisés ( Exo_12:38 ) comenzó a tomar conciencia de su destino común. Al llegar la plenitud de los tiempos, también el nacimiento del nuevo Pueblo de Dios estuvo vinculado con el desierto. Allí predicó y bautizó Juan el Bautista, para preparar "el camino del Señor" ( Mat_3:3 ). Y allí Jesús "fue llevado por el Espíritu" ( Mat_4:1 ) para prepararse a cumplir su misión de "iniciador y consumador de nuestra fe" ( Heb_12:2 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

Patrocinio

Notas