Hechos 28 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 31 versitos |
1 Cuando estuvimos a salvo, nos enteramos de que la misma se llamaba Malta.
2 Sus habitantes nos demostraron una cordialidad nada común y nos recibieron a todos alrededor de un gran fuego que habían encendido a causa de la lluvia y del frío.
3 Pablo recogió unas ramas secas y las echó al fuego. El calor hizo salir una serpiente que se enroscó en su mano.
4 Cuando los habitantes del lugar vieron el reptil enroscado en su mano, comenzaron a decir entre sí: "Este hombre es seguramente un asesino: se ha salvado del mar, y ahora la justicia divina no le permite sobrevivir".
5 Pero él tiró la serpiente al fuego y no sufrió ningún mal.
6 Ellos esperaban que se hinchara o cayera muerto. Después de un largo rato, viendo que no le pasaba nada, cambiaron de opinión y decían: "Es un dios".
7 Había en los alrededores una propiedad perteneciente al principal de la isla, llamado Publio. Este nos recibió y nos brindó cordial hospitalidad durante tres días.
8 El padre de Publio estaba en cama con fiebre y disentería. Pablo fue a verlo, oró, le impuso las manos y lo curó.
9 A raíz de esto, se presentaron los otros enfermos de la isla y fueron curados.
10 Nos colmaron luego de toda clase de atenciones y cuando nos embarcamos, nos proveyeron de lo necesario.
11 Al cabo de tres meses nos embarcamos en un navío que había permanecido en la isla durante el invierno; era un barco alejandrino que tenía la insignia de Cástor y Pólux.
12 Hicimos escala en Siracusa, donde permanecimos tres días.
13 De allí, bordeando la costa llegamos a Regio. Al día siguiente, se levantó un viento del sur, y en dos días llegamos a Pozzuoli,
14 donde encontramos a unos hermanos que nos invitaron a permanecer una semana con ellos. Luego llegamos a Roma.
15 Los hermanos de esta ciudad, informamos de nuestra llegada, nos salieron al encuentro y nos alcanzaron a la altura del "Foro de Apio" y en las "Tres Tabernas". Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y se sintió reconfortado.
16 Cuando llegamos a Roma, recibió autorización para alojarse en una casa particular con un soldado que lo custodiara.
17 Tres días después convocó a los judíos principales, y cuando se reunieron les dijo: "Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros padres, fui arrestado en Jerusalén y puesto en manos de los romanos.
18 Después de interrogarme, quisieron dejarme en libertad, porque no encontraban en mí nada que mereciera la muerte;
19 pero ante la oposición de los judíos, me vi obligado a apelar al Emperador, sin querer por esto acusar en nada a mi pueblo.
20 Por eso he querido verlos y hablarles, ya que a causa de la esperanza de Israel llevo estas cadenas".
21 Ellos le respondieron: "Nosotros no hemos recibido de Judea ninguna carta referente a ti, y ninguno de los hermanos que vinieron nos han contado nada que te sea desfavorable.
22 Pero ahora quisiéramos oírte exponer lo que piensas, porque sabemos que esta secta encuentra oposición en todas partes".
23 Entonces fijaron un día para encontrarse con él, y fueron a verlo en mayor número al lugar donde se alojaba. Pablo les habló durante todo el día sobre el Reino de Dios, dándoles toda clase de testimonio y tratando de persuadirlos para que creyeran en Jesucristo, a partir de la Ley de Moisés y de los Profetas.
24 Unos se convencían con sus palabras, pero otros se resistían a creer,
25 y mientras ellos se retiraban sin haberse puesto de acuerdo, Pablo dijo esta sola frase: "Son muy ciertas las palabras que el Espíritu Santo dijo a los padres de ustedes, por medio del profeta Isaías:
26 "Ve a decir a este pueblo: Por más que oigan no comprenderán, por más que vean, no conocerán,
27 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, se taparon los oídos y cerraron los ojos, por temor de que sus ojos vean, que sus oídos oigan, que su corazón comprenda, que se conviertan, y que yo los cure".
28 Sepan entonces que esa salvación de Dios va a ser anunciada a los paganos. Ellos sí que la escucharán".
29 [Al oír estas palabras los judíos se retiraron discutiendo acaloradamente.]
30 Pablo vivió dos años enteros por sus propios medios, recibiendo a todos los que querían verlo,
31 proclamando el Reino de Dios, y enseñando con toda libertad y sin encontrar ningún obstáculo, lo concerniente al Señor Jesucristo.

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Introducción a Hechos


HECHOS DE LOS APÓSTOLES

En el Prólogo al libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, su autor remite expresamente a un "primer Libro" escrito por él mismo, donde se narra lo que hizo y enseñó Jesús desde el comienzo hasta el momento de su Ascensión al cielo (1. 1-2). El Libro a que alude es el tercer Evangelio, y el autor es el evangelista san Lucas, que concibió y compuso estos dos Libros como partes integrantes de una única obra. Sólo hacia el año 150, cuando los cristianos reunieron los cuatro Evangelios en un mismo volumen, estas dos partes quedaron separadas.
Los "hechos" relatados en el Libro muestran cómo los Apóstoles dieron cumplimiento al programa que el Señor resucitado les fijó antes de su partida: "Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra" (1. 8). En el Evangelio de Lucas, el ministerio terreno de Jesús comienza en Nazaret ( Luk_4:16-21 ) y culmina en Jerusalén con la Pascua del Señor ( Luk_9:51 ). Y es precisamente de Jerusalén, de donde el mismo Lucas hace partir la acción evangelizadora de la Iglesia narrada en el libro de los Hechos.
Para escribir este Libro, Lucas empleó una abundante documentación: las tradiciones de la Iglesia de Jerusalén y de la comunidad de Antioquía, el testimonio personal de Pablo y, en particular, un "diario de viaje" que narraba la actividad misionera del Apóstol, donde el empleo del "nosotros" indica que su autor era un testigo presencial de los acontecimientos. Esto hace que el libro de los Hechos de los Apóstoles sea una fuente de información imprescindible para conocer los primeros tiempos de la Iglesia.
Sin embargo, Lucas no es un simple cronista que pretende escribir la historia completa de los orígenes cristianos, o presentar la penetración del Cristianismo en el mundo pagano como un fenómeno puramente histórico. Su finalidad es poner de manifiesto la acción del Espíritu, que va edificando la Iglesia por medio de la predicación de los Apóstoles y hace fructificar la Palabra de Dios en lugares cada vez más lejanos.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Hechos 28,1-31

11. "Cástor y Pólux" eran los patronos de los navegantes.

16. Este era un tipo de custodia que permitía al prisionero cierta libertad de movimientos.

17. Pablo expone su situación ante los judíos de Roma y les demuestra su fidelidad al Judaísmo, para que no obstaculicen su permanencia en ese lugar.

26-27. Isa_6:9-10. Ver Mat_13:14-15.

28. Ver 13. 46-47.

29. Algunos manuscritos agregan: "Al oír estas palabras, los judíos se retiraron discutiendo acaloradamente".

30. Al cumplirse los dos años de la custodia militar, Pablo quedó seguramente en libertad. Así lo determinaba la ley en caso de que no prosperara la acusación. Ver nota 24. 27; Flm_5:22.