Marcos 11 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 33 versitos |
1 Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos,
2 diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo;
3 y si alguien les pregunta: "¿Qué están haciendo?", respondan: "El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida".
4 Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron.
5 algunos de los que estaban allí les preguntaron: "¿Qué hacen? ¿Por qué desatan ese asno?".
6 Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó.
7 Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó.
8 Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo.
9 Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban: "¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
10 ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!".
11 Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
13 Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos.
14 Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron.
15 Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
16 y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
17 Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
18 Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.
19 Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
20 A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz.
21 Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado".
22 Jesús respondió: "Tengan fe en Dios.
23 Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: "Retírate de ahí y arrójate al mar", sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá.
24 Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.
25 Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas".
26 (Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes)
27 Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él
28 y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".
29 Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.
30 Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?".
31 Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: "Del cielo", él nos dirá: "¿Por qué no creyeron en él"?.
32 ¿Diremos entonces: "De los hombres"?". Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta,
33 respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas".

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Introducción a Marcos


EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Este Evangelio fue compuesto por un discípulo o, más exactamente, un "intérprete" del Apóstol Pedro, cuyo nombre completo era JUAN MARCOS. Es el más antiguo, el primero que fue puesto por escrito, cerca del año 70 de nuestra era, y es también el más breve.
Como está dirigido a cristianos provenientes del paganismo, que no conocían las costumbres judías, Marcos se las explica y, asimismo, traduce las expresiones arameas que utiliza en varias ocasiones. Su estilo es vivo y popular, y está lleno de espontaneidad, aunque su lenguaje es pobre y rudimentario.
El Evangelio de Marcos contiene pocos discursos, y se interesa más por las acciones que por las palabras de Jesús. En cambio, los relatos se desarrollan con abundancia de detalles, y en ellos Jesús aparece con las reacciones propias de un ser humano. Marcos destaca especialmente la humanidad de Jesús y, a partir de ella, nos lleva progresivamente a descubrir en él al Hijo de Dios. Porque detrás de su Persona se esconde un gran "secreto", el secreto "mesiánico", que sólo se revela en su Muerte y su Resurrección.
Únicamente en la cruz está la respuesta a la gran pregunta latente a lo largo de todo este Evangelio: "¿Quién es Jesús de Nazaret?". Ciertamente, no es el Mesías glorioso que esperaban sus contemporáneos, sino el Mesías crucificado. La cruz era el camino obligado para llegar a la Resurrección. Todos estamos llamados a seguirlo por este camino, para poder comprender cada vez más profundamente "la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios" (1. 1), que Marcos nos transmite con tanta frescura y sencillez, como un eco fiel del primer anuncio del Evangelio.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Marcos 11,1-33

9. Sal_118:25-26. Ver nota Mat_21:9.

10. Esta aclamación, propia de Marcos, tiene un sentido claramente mesiánico y real. Ver nota Mat_1:1.

13-14. Como "no era la época de los higos", la acción de Jesús tiene necesariamente un valor simbólico, aclarado por el episodio siguiente de la expulsión de los vendedores del Templo. La higuera representa al Templo de Jerusalén -centro religioso de Israel- donde él no encontró los frutos esperados. En Mateo, la higuera simboliza directamente a Israel.

17. Isa_56:7; Jer_7:11.

26. "Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes". Este versículo, tomado de Mat_6:15, figura en algunos manuscritos.