Cantares  3 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 11 versitos |
1 En mi lecho, durante la noche, busqué al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! La Amada
2 Me levantaré y recorreré la ciudad; por las calles y las plazas, buscaré al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! La Amada
3 Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la ciudad: "¿Han visto al amado de mi alma?". La Amada
4 Apenas los había pasado, encontré al amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré hasta que lo haya hecho entrar en la casa de mi madre, en la habitación de la que me engendró. La Amada
5 ¡Júrenme, hijas de Jerusalén, por las gacelas y las ciervas del campo, que no despertarán ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera. El Amado
6 ¿Qué es eso que sube del desierto, como una columna de humo, perfumada de mirra y de incienso y de todos los perfumes exóticos? Coro
7 ¡Es la litera de Salomón! La rodean setenta guerreros, de los más valientes de Israel: La Amada
8 todos ellos provistos de espada, adiestrados para el combate, cada uno con su espada a la cintura por temor a los peligros de la noche. La Amada
9 El rey Salomón se hizo una litera con maderas del Líbano. La Amada
10 Sus columnas las hizo de plata, su respaldo de oro, su asiento de púrpura, con el interior revestido de ébano. Hijas de Jerusalén, La Amada
11 salgan a contemplar al rey Salomón, con la corona que le ciñó su madre, el día de su boda, el día de su alegría. La Amada

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Introducción a Cantares 


Cantar de los cantares

CANTAR DE LOS CANTARES es un superlativo que significa "el más hermoso de los Cantos", "el Canto por excelencia". A primera vista, es el Libro menos "bíblico" por su contenido y por su forma. Su autor es desconocido y, probablemente, fue compuesto en la primera mitad del siglo IV a. C. En él se describe y ensalza el amor apasionado de una pareja, que trata por todos los medios de llegar a la unión definitiva. Los encantos y el mutuo atractivo de los dos amantes, lo mismo que el gozo y el sufrimiento que acompañan necesariamente su amor, son expresados en el estilo propio de la poesía amatoria de la época, a través de imágenes llenas de colorido y de fuerza. "¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son palomas! ¡Qué hermoso eres, amado mío, eres realmente encantador!"( 1. 15-16). "¡Mi amado es para mí, y yo soy para mi amado, que apacienta su rebaño entre los lirios!" (2. 16; 6. 3).
Entre las diversas partes del Libro no existe mayor continuidad lógica y sus personajes son imprecisos. Tampoco se explican las situaciones por las que atraviesa la pareja ni se establece ninguna ilación entre ellas. De vez en cuando, el diálogo amoroso es interrumpido por un coro que actúa a la manera de relator e impulsa a los amantes en su ardiente búsqueda.
¿Qué significa dentro de los Libros sagrados este Libro, que apenas una vez y de paso nombra a Dios? (8. 6). ¿Qué mensaje nos transmite la "Palabra de Dios" contenida en él? Son muchas y muy variadas las interpretaciones que se han dado del mismo, tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo. Para algunos, el Cantar es un poema alegórico, que celebra el amor de Dios hacia su Pueblo a la manera de un amor conyugal, retomando la hermosa imagen utilizada por Oseas, Jeremías y Ezequiel. Para otros, este Libro no es más que un conjunto de poemas, compuestos con ocasión de una fiesta nupcial y destinados a cantar el amor de una pareja.
Ambas interpretaciones, lo mismo que otras mas o menos semejantes, no son necesariamente opuestas ni excluyentes. ¿Acaso el amor entre el varón y la mujer no ha sido establecido y bendecido por Dios al comienzo de la creación? "Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne" ( Gen_2:24 ). Es na- tural, entonces, que la Biblia se haya valido de una canción de amor aparentemente "profana" para exaltar la dignidad del amor conyugal y proclamar sus excelencias. Y es natural que, de esa manera, el Cantar de los Cantares haya querido también celebrar veladamente la gran Alianza de amor entre Dios e Israel, que llena todas las páginas del Antiguo Testamento.
La tradición cristiana ha visto en este Libro una figura del amor de Cristo hacia la Iglesia, que es su Esposa ( Eph_5:25 ). A su vez, la liturgia ha aplicado varias imágenes de este poema a la unión entre la Virgen María y el Espíritu, y los grandes místicos las han referido a la unión íntima de cada creyente con Dios.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Cantares  3,1-11

7. La mención de "Salomón" parece ser un artificio literario, para destacar la magnificencia del cortejo nupcial.