Ezequiel  38 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 23 versitos |
1 La palabra del Señor me llegó en estos términos:
2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Gog, el príncipe supremo de Mésec y Tubal, en el país de Magog, y profetiza contra él.
3 Tú dirás: Así habla el Señor: Aquí estoy contra ti, Gog, príncipe supremo de Mésec y Tubal.
4 Yo te haré volver, te pondré garfios en las mandíbulas y te haré salir con todo tu ejército: caballos y jinetes, todos ellos perfectamente equipados, una multitud inmensa, todos con escudos y broqueles, y armados cada uno con su espada.
5 Persia, Cus y Put estarán con ellos, todos con escudos y cascos.
6 Gómer con todos sus escuadrones, Bet Togarmá, en los confines del norte, con todos sus escuadrones, y numerosos pueblos estarán contigo.
7 Prepárate y permanece alerta, tú y toda la coalición que se ha concentrado junto a ti, y ponte a mi disposición.
8 Después de muchos días, se te encomendará una misión. Al cabo de los años, tú irás a un país restaurado de una masacre, a una nación congregada de entre pueblos numerosos en las montañas de Israel, que habrán estado en ruinas durante largo tiempo. Una vez que hayan sido sacados de entre los pueblos, todos ellos vivirán confiados.
9 Entonces subirás como una tempestad, llegarás como un nubarrón hasta cubrir el país, tú con todos tus escuadrones, y numerosos pueblos contigo.
10 Así habla el Señor: Aquel día, los pensamientos acudirán a tu mente y maquinarás un proyecto perverso.
11 Tú dirás: "Voy a subir contra un país abierto, atacaré a gente pacífica que vive confiada en ciudades sin murallas, sin cerrojos ni puertas".
12 Tú irás a saquear los despojos, a conquistar un botín y a poner tu mano sobre unas ruinas que se han vuelto a poblar, sobre un pueblo que ha sido reunido de entre las naciones, que se ocupa de su ganado y de sus bienes, y habita en el Ombligo de la Tierra.
13 Sabá, Dedán, los comerciantes de Tarsis y todos sus traficantes te dirán: "¿Vienes a saquear los despojos? ¿Has concentrado esta multitud para conquistar un botín, para llevarte plata y oro, para obtener ganado y posesiones, y para saquear grandes despojos?".
14 Por eso, profetiza, hijo de hombre. Tú le dirás a Gog: Así habla el Señor: Aquel día, cuando mi pueblo Israel viva confiado, ¿no es cierto que tú te movilizarás?
15 Vendrás de tu país, de los confines del norte, acompañado de pueblos numerosos, todos montados a caballo, con una enorme multitud y un ejército incontable.
16 Subirás contra mi pueblo Israel como un nubarrón, hasta cubrir el país. Esto sucederá al cabo de mucho tiempo: entonces, yo te haré venir contra mi país, para que las naciones me conozcan, cuando por medio de ti, Gog, manifieste mi santidad a la vista de ellas.
17 Así habla el Señor: Sí, tú eres aquel de quien yo hablé antiguamente en medio de mis servidores, los profetas de Israel. En aquellos días, durante años, ellos profetizaron que yo te llevaría contra los israelitas.
18 Pero aquel día, cuando Gog llegue a la tierra de Israel -oráculo del Señor- estallará mi furor.
19 En mis celos y en el fuego de mi indignación, lo declaro: Sí, aquel día habrá un gran temblor en el suelo de Israel.
20 Temblarán ante mí los peces del mar, los pájaros del cielo, las bestias del campo, todos los reptiles que se arrastran por el suelo y todos los hombres que hay sobre la faz de la tierra. Se desplomarán las montañas, caerán las pendientes escarpadas y todos los muros se derrumbarán por tierra.
21 Convocaré contra Gog toda clase de terrores -oráculo del Señor- y unos volverán la espada contra otros.
22 Le haré rendir cuentas por medio de la peste y de la sangre; haré caer una lluvia torrencial, duras piedras de granizo, fuego y azufre, sobre él, sobre sus escuadrones y sobre los numerosos pueblos que estarán con él.
23 Así manifestaré mi grandeza y mi santidad y me daré a conocer a la vista de numerosas naciones, y ellas sabrán que yo soy el Señor.

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Introducción a Ezequiel 


Ezequiel

En el 597 a. C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, realizó una campaña contra Jerusalén. El rey Joaquín se rindió después de soportar un breve asedio y tuvo que pagar un pesado tributo. Como consecuencia de esta primera invasión, el reino davídico no quedó destruido, pero sí considerablemente diezmado. En efecto, con el fin de reafirmar su soberanía sobre Judá, Nabucodonosor destituyó a Joaquín y lo llevó cautivo a Babilonia con varios miles de deportados, entronizando en su lugar a Sedecías (17. 12-14; 2Ki_24:8-17 ). Entre las víctimas de aquella primera deportación se encontraba un sacerdote de Jerusalén, llamado EZEQUIEL, nombre que significa "Dios es fuerte", o bien, "Que Dios fortalezca". El lugar de su destierro fue una colonia de exiliados instalada en Tel Aviv, población situada junto al río Quebar, en las cercanías de Babilonia. Allí vivía acompañado de su esposa, cuando tuvo la deslumbrante visión que lo convirtió en profeta del Señor. A partir de ese momento, ejerció su actividad profética a lo largo de más de veinte años, entre el 593 y el 571 a. C.
La pertenencia de Ezequiel a la clase sacerdotal dejó una huella profunda en su mensaje. Así lo manifiestan su interés por las instituciones cultuales, su preocupación por separar lo sagrado de lo profano ( 2Ki_45:1-6 ; 2Ki_48:9-14 ), su horror por las impurezas legales ( 2Ki_4:14 ; 2Ki_44:6-8 ) y su competencia para resolver casos de moral y derecho, función esta específica de los sacerdotes ( 2Ki_20:1 ). Pero su máxima preocupación es el Templo, ya sea el Templo presente, contaminado por toda suerte de ritos idólatras ( 2Ki_8:1-18 ), ya sea el Santuario de la nueva Jerusalén, donde la Gloria del Señor habitará para siempre ( 2Ki_43:1-9 ) y cuyo diseño él describe minuciosamente (caps. 40-48). El pensamiento y el estilo de Ezequiel están hondamente arraigados en la tradición sacerdotal, así como los de su contemporáneo Jeremías reflejan cierta influencia de la corriente "deuteronomista".
Sin embargo, Ezequiel fue ante todo un profeta. El Señor lo estableció como "un presagio para el pueblo de Israel" ( 2Ki_12:6 ; 2Ki_24:24 ), y él puso en evidencia ante los exiliados en Babilonia que había "un profeta en medio de ellos" ( 2Ki_2:5 ; 2Ki_33:33 ). Su función fue semejante a la del "centinela", encargado de dar el grito de alerta ante la inminencia del peligro y, al mismo tiempo, responsable de aquellos que se perdían por no haber sido alertados oportunamente ( 2Ki_3:16-21 ).
A través de sus escritos, Ezequiel se manifiesta como una personalidad sumamente desconcertante. El lector queda desorientado ante sus sorprendentes acciones simbólicas ( 2Ki_4:1-3 ; 2Ki_5:1-4 ; 2Ki_12:1-20 ), ante sus posturas extravagantes ( 2Ki_4:4-8 ) y sus transportes extáticos ( 2Ki_11:1-13 ; 2Ki_37:1-14 ; 2Ki_40:1-4 ). Estos mismos elementos ya habían aparecido en otros profetas anteriores a él. Pero mientras que Oseas, Isaías o Jeremías se valen de ellos con cierta discreción, Ezequiel parece complacerse en emplearlos hasta resultar chocante. Por ese modo de proceder, se lo ha tachado de "excéntrico" e incluso se ha pensado que padecía de ciertas perturbaciones síquicas. Lo cierto es que poseía un genio excepcionalmente sensible e imaginativo, a la vez que complejo y paradójico. Era un "visionario" en el mejor sentido del término. Pero eso no le impedía expresarse a veces con la fría precisión de un jurista y la sutileza de un casuista o bien detenerse minuciosamente en la seca enumeración de detalles arquitectónicos.
El libro de Ezequiel aparece a primera vista como un conjunto sólidamente estructurado. Después de la introducción dedicada a relatar la vocación del profeta (1. 4-3. 21), siguen cuatro partes que tratan temas bien definidos. Dentro de este plan lógico, es fácil descubrir algunas repeticiones, interrupciones bruscas y ampliaciones, debidas en gran parte al trabajo redaccional de los discípulos del profeta, que dieron al Libro su forma definitiva.
Los grandes temas de Ezequiel han encontrado un profundo eco en el Nuevo Testamento, sobre todo en el Evangelio según san Juan. La Morada definitiva de Dios entre los hombres, anunciada por Ezequiel (37. 27), es Jesucristo ( Joh_1:14 ). Él es también el Buen Pastor que congrega a su Pueblo ( Joh_34:11-16 ; Joh_10:11-16 ), lo hace renacer por el agua y el Espíritu ( Joh_36:25-27 ; Joh_3:5 ) y le da la Vida ( Joh_37:1-14 ; Joh_11:25-26 ). Las visiones de Ezequiel son asimismo el punto de partida de casi todas las imágenes con que el Apocalipsis describe la Nueva Jerusalén, cuyo Templo "es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero" ( Rev_21:22 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Ezequiel  38,1-23

2. "Gog" es probablemente un personaje ficticio, que representa a todos los pueblos paganos que oprimieron a Israel. "Magog" podría significar "país de Gog". En cuanto a Mésec y Tubal, ver nota 27. 13.

5-6. El ejército de Gog está integrado por elementos procedentes de los cuatro extremos del mundo: Cus y Put, al sur de Egipto; Gómer y Bet Togarmá, al norte, en la región del Cáucaso; Persia, Sabá y Dedán ( 2Cr_5:13), al este, y Tarsis ( 2Cr_5:13), al oeste. Gog lanza su ataque desde el "norte", el lugar de donde provenían los invasores tradicionales de Israel ( Jer_1:14; Jer_4:6).

12. El "Ombligo de la Tierra", es decir, la Palestina, así llamada porque aquí se la considera como el centro mismo de la tierra. Ver Jue_9:37.

39 3-6. La derrota de Gog, tal como la describen estos versículos, se debe a una intervención directa del Señor, que paraliza y aniquila sus fuerzas.

11. El "Mar" aquí mencionado es el Mar Muerto. "Hamón Gog" significa "multitud de Gog".

16. "Hamoná" significa "multitud".

40 1. La indicación cronológica corresponde al 573 a.C.

5. "A razón de codo y palmo": Ezequiel aclara que la unidad de medida es el "codo" antiguo. Este constaba de un codo nuevo (0,45 m.) más un "palmo" (0,075 m.).

46. Para Ezequiel, las funciones estrictamente sacerdotales están reservadas a "los hijos de Sadoc". En el culto del nuevo Templo, los demás levitas tienen a su cargo funciones subordinadas.

41 18. "Querubines y palmeras": Estos motivos ornamentales ya se encontraban en el Templo de Salomón ( 1Re_6:29).

43 2. Al entrar en el nuevo Santuario, "la gloria del Dios de Israel" rehace en sentido contrario el camino por el que se había alejado del antiguo Templo (10. 18-22; 11. 23-25).

3. Ver 1. 3-28.

7-9. En tiempos de la monarquía, las tumbas de los reyes se encontraban cerca del recinto del Templo. Para Ezequiel, esa proximidad contaminaba el Lugar santo, ya que el simple contacto con un cadáver era causa de "impureza" (44. 25-26; Lev_21:1-4; Num_19:11-20). Por eso, en la Jerusalén del futuro, la morada del príncipe estará emplazada fuera del espacio sagrado reservado al Templo ( Num_45:7-8).

13-17. A la manera de un templo babilónico en miniatura, este "altar" consta de varias plataformas superpuestas, que disminuyen de tamaño de abajo hacia arriba, formando así un escalón entre una y otra.

15. Sobre los "cuernos" del altar, ver nota Exo_27:2.