Lucas 21 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 38 versitos |
1
El óbolo de la viuda.
Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro;
2 vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas,
3 y dijo: «De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que nadie.
4 Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobra, ésta en cambio ha echado de lo que necesita, de todo lo que tiene para vivir.»
5
Discurso sobre la ruina de Jerusalén.
Introducción.
Como algunos hablaban del Templo, de cómo estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo:
6 «De esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.»
7 Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?»
8
Señales precursoras.
Él dijo: «Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: “Yo soy” y “el tiempo está cerca”. No les sigáis.
9 Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.»
10 Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas y grandes señales del cielo.
12 «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, os entregarán a las sinagogas y cárceles y os llevarán ante reyes y gobernadores por mi nombre;
13 esto os sucederá para que deis testimonio.
14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa,
15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.
16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros.
17 Todos os odiarán por causa de mi nombre.
18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza.
19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
20
Asedio de Jerusalén.
«Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación.
21 Entonces, los que estén en Judea que huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella;
22 porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito.
23 ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!

La catástrofe y el tiempo de los gentiles.
«Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.
24 Caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los gentiles , hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su cumplimiento.
25
Catástrofes cósmicas y manifestación gloriosa del Hijo del hombre.
«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de la gente, trastornada por el estruendo del mar y de las olas.
26 Los hombres se quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirán sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos se tambalearán.
27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.
28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.»
29
Parábola de la higuera.
Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los demás árboles.
30 Cuando veis que echan brotes, sabéis que el verano está ya cerca.
31 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el Reino de Dios está cerca.
32 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
34
Estar alerta para no ser sorprendidos.
«Cuidad que no se emboten vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida y venga aquel Día de improviso sobre vosotros,
35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.
36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza, logréis escapar y podáis manteneros en pie delante del Hijo del hombre.»
37
Los últimos días de Jesús.
Durante el día enseñaba en el Templo y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos.
38 Y todo el pueblo madrugaba para ir hacia él y escucharle en el Templo.

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Introducción a Lucas

El evangelio según San Lucas.
El mérito especial del tercer evangelio le viene de la atractiva personalidad de su autor, que se transparenta en él sin cesar. San Lucas es un escritor de gran talento y un alma delicada. Ha elaborado su obra de una manera original, con afán de información y de orden, Luc_1:3 . No quiere esto decir que haya podido dar a los materiales recibidos de la tradición una disposición más «histórica» que Mateo y Marcos; su respeto a las fuentes y su método de yuxtaponerlas no se lo permitían. Su plan sigue las grandes líneas del de Marcos con algunas transposiciones u omisiones. Algunos episodios se desplazan; Luc_3:19-20 ; Luc_4:16-30 ; Luc_5:1-11 ; Luc_6:12-19 ; Luc_22:31-34 , etc., ya por deseo de claridad y de lógica, ya por influencia de otras tradiciones, entre las cuales se ha de notar la que también se refleja en el cuarto evangelio. Otros episodios se omiten, o por ser menos interesantes para los lectores paganos, ver Mar_9:11-23 , o por evitar los duplicados, ver Mar_12:28-34 y comparar con Luc_10:25-28 . Es de observar sobre todo la ausencia del texto correspondiente a Mc 6:45-8:26. Pero la diferencia más notable con relación al segundo evangelio es la larga sección intermedia 9:51-18:14, que se nos presenta bajo la forma de una subida a Jerusalén recalcada con anotaciones repetidas, Luc_9:51 ; Luc_13:22 ; Luc_17:11 , ver Mar_10:1 , y en la que se ha de ver, más que el recuerdo real de diversos viajes, la insistencia intencionada en una idea teológica muy del agrado de Lucas: la Ciudad santa es el lugar donde debe tener cumplimiento la salvación, Luc_9:31 ; Luc_13:33 ; Luc_18:31 ; Luc_19:11 , es allí donde ha comenzado el Evangelio, Luc_1:5 s, y donde debe concluir, Luc_24:52 s —con apariciones y conversaciones que no tienen lugar en Galilea, Luc_24:13-51 ; y comp. Luc_24:6 con Mar_16:7 ; Mat_28:7 , Mat_28:16-20— , porque de allí debe partir la evangelización del mundo, Luc_24:47 ; Hch_1:8 . En un sentido más amplio, es la subida de Jesús (y del cristiano) hacia Dios.

Otros rasgos literarios de Lucas son el empleo de los géneros del simposio, Luc_7:36-50 ; Luc_11:37-54 ; Luc_14:1-24 , y del discurso de despedida, Luc_22:14-28 , su afición a los paralelismos (Juan el Bautista y Jesús, 1:5-2:52) y a las inclusiones, y el esquema promesa-cumplimiento que puntea su relato.

Si se compara en detalle a Lucas con Marcos y Mateo, se percibe al vivo la actividad siempre despierta de un escritor que se distingue por presentar las cosas de una manera que le es propia, evitando o atenuando lo que puede herir su sensibilidad o la de los lectores ( Luc_8:43 , comp. Mar_5:26 ; om. Mar_9:43-48 ; Mar_13:32 ; etc.), o puede serles menos comprensible (om. Mat_5:21 s, Mat_5:33 s; Mar_15:34 ; etc.), tratando con miramiento a los apóstoles (om. Mar_4:13 ; Mar_8:32 s; Mar_9:28 s; Mar_14:50 ) o excusándolos ( Luc_9:45 ; Luc_18:34 ; Luc_22:45 ), interpretando los términos oscuros ( Luc_6:15 ) o precisando la geografía ( Luc_4:31 ; Luc_19:28 s, Luc_19:37 ; Luc_23:51 ), etc. Con estas frecuentes y finas pinceladas, y sobre todo con la rica aportación debida a su investigación personal, Lucas nos brinda las reacciones y las tendencias de su alma; o mejor, por medio de este instrumento de elección, el Espíritu Santo nos presenta el mensaje evangélico de una forma original, rica en doctrina. Por lo demás, no se trata tanto de grandes tesis teológicas (las ideas maestras son las mismas que las de Marcos y Mateo) como de una sicología religiosa, donde se encuentran, mezcladas con una influencia muy discreta de su maestro Pablo, las inclinaciones propias del temperamento de Lucas. referir escenas de perdón, Luc_7:36-50 ; Luc_15:11-32 ; Luc_19:1-10 ; Luc_23:34 , Luc_23:39 . Insiste gustoso en la ternura de Jesús con los humildes y los pobres, mientras que los orgullosos y los ricos que disfrutan son severamente tratados, Luc_1:51-53 ; Luc_6:20-26 ; Luc_12:13-21 ; Luc_14:7-11 ; Luc_16:15 , Luc_16:19 ; Luc_18:9-14 . Sin embargo, hasta la justa condena no vendrá sino después de pacientes plazos de misericordia, Luc_13:6-9 ; comp. Mar_11:12-14 . No hace falta más que arrepentirse, renunciarse, y en este punto la generosidad viril de Lucas propende a repetir la exigencia de un desprendimiento decidido y absoluto, Luc_14:25-34 , especialmente por el abandono de las riquezas, Luc_6:34 s; Luc_12:33 ; Luc_16:9-13 . Son de notar también los pasajes propios del tercer evangelio sobre la necesidad de la oración, Luc_11:5-8 ; Luc_18:1-8 , y sobre el ejemplo que de ello ha dado Jesús, Luc_3:21 ; Luc_5:16 ; Luc_6:12 ; Luc_9:28 . Finalmente, como en Pablo y en los Hechos, el Espíritu Santo ocupa un lugar de primer plano que Lucas no se cansa de subrayar: Luc_1:15 , Luc_1:35 , Luc_1:41 , Luc_1:67 ; Luc_2:25-27 ; Luc_4:1 , Luc_4:14 , Luc_4:18 ; Luc_10:21 ; Luc_11:13 ; Luc_24:49 . Todo esto, junto con la atmósfera de gratitud por los beneficios divinos y de alegría espiritual, que envuelve todo el tercer evangelio, Luc_2:14 ; Luc_5:26 ; Luc_10:17 ; Luc_13:17 ; Luc_18:43 ; Luc_19:37 ; Luc_24:51 s, da a la obra de Lucas ese fervor que emociona y enfervoriza el corazón.

El estilo de San Marcos es rugoso, lleno de arameísmos y a menudo incorrecto, pero impulsivo y de una vivacidad popular que está llena de encanto. El de San Mateo es también arameizante, pero más cuidado; menos pintoresco, pero más correcto. El de San Lucas es complejo: de calidad excelente cuando depende sólo de sí mismo, acepta ser menos bueno por respeto a sus fuentes, de las que conserva algunas imperfecciones aunque trata de corregirlas; en fin, imita consciente y maravillosamente el estilo bíblico de los Setenta. Nuestra traducción ha tratado de respetar estos matices en la medida de lo posible, como asimismo se ha esmerado en reflejar en castellano el detalle de las semejanzas y de las diferencias en que se traslucen, en los originales griegos, las relaciones literarias que entre sí tienen los tres evangelios sinópticos.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Lucas 21,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mar_12:41-44


Lucas 21,5
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:1-3; |Mar_13:1-4

NOTAS

21:5 En Luc_17:22-37, Lucas, siguiendo una de sus fuentes, había tratado del retorno glorioso de Jesús al fin de los tiempos. Aquí, como Mc al que sigue y combina con alguna otra fuente, trata de la ruina de Jerusalén, sin mezclar en ello el fin del mundo como lo hace Mt, ver Mat 24+; Luc_19:44+.

Lucas 21,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:4-14; |Mar_13:5-13

Lucas 21,9
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Dan_2:28

Lucas 21,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_19:2; 2Cr_15:6

Lucas 21,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_10:17-22; Jua_15:20; Jua_16:1-2

Lucas 21,14
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_12:11 s

Lucas 21,15
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_6:10

NOTAS

21:15 Lc atribuye aquí a Jesús la iniciativa que Mat_10:20; Mar_13:11; Luc_12:12 reservan al Espíritu del Padre (Mt) o al Espíritu Santo (Mc y Lc). Ver Hch_6:10; Jua_16:13-15.

Lucas 21,17
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_12:7; Mat_10:30

Lucas 21,19
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Heb_10:36, Heb_10:39

Lucas 21,20
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:15-20; |Mar_13:14-18

NOTAS

21:20 Como en Luc_19:43-44, las expresiones son bíblicas y en nada se parecen a una descripción hecha después del acontecimiento.

Lucas 21,21
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_46:10; Ose_9:7

Lucas 21,22
NOTAS

21:22 Quizá alusión a Dan_9:26.

Lucas 21,23
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:21; Mar_13:19

[2] Rom_1:18+

Lucas 21,24
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_28:64

[2] Apo_11:2; Dan_12:7

NOTAS

21:24 Ver los setenta años de Jer_25:11; Jer_29:10; 2Cr_36:20-21; Dan_9:1-2, repetido en la profecía de las setenta semanas de años de Dan_9:24-27, cifras simbólicas y misteriosas del tiempo concedido por Dios a las naciones paganas para castigar a Israel culpable, después de lo cual éste verá su liberación.

Lucas 21,25
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:29-30; |Mar_13:24-26

[2] Sal_65:8 s [Sal_65:7]

Lucas 21,27
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Dan_7:13-14

Lucas 21,28
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Heb_10:37

NOTAS

21:28 O: «redención», término paulino, ver Rom_3:24+.

Lucas 21,29
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_24:32-35; |Mar_13:28-31

Lucas 21,31
NOTAS

21:31 No en su fase inicial, ya inaugurada, Luc_17:21, sino en su fase de desarrollo y de conquista, que se iniciará con la ruina de Jerusalén. Ver Luc_9:27.

Lucas 21,32
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_26:28; Mar_9:1; Luc_9:27

Lucas 21,34
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_17:26-30; Luc_8:14

[2] 1Ts_5:3; Ecl_9:12; Isa_24:17 s

Lucas 21,35
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Efe_6:18

NOTAS

21:35 Var.: «porque como un lazo vendrá».

Lucas 21,36
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Apo_6:17

Lucas 21,37
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_19:47+; Mat_21:17; Mar_11:11; Mar_11:19; Jua_18:2

Lucas 21,38
NOTAS

21:38 El contacto literario con Jua_8:1-2 es evidente. La perícopa de la mujer adúltera, Jua 7:53 - 8:11, que tantas razones invitan a atribuir a Lucas, tendría aquí un excelente contexto.