Amos  8 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 14 versitos |
1
Cuarta visión: la canasta de fruta madura.
Esto me hizo ver el Señor Yahvé:
una canasta de fruta madura.
2 Y me dijo: «¿Qué ves, Amós?»
Yo respondí: «Una canasta de fruta madura.»
Y Yahvé me dijo: «¡Ha llegado la madurez para mi pueblo Israel,
ni una más le volveré a pasar!
3 Los cantos de palacio serán lamentos aquel día
—oráculo del Señor Yahvé—,
muchos serán los cadáveres,
se arrojarán por todas partes, ¡silencio!
4
Contra los defraudadores y explotadores.
Escuchad esto los que pisoteáis al pobre
y queréis suprimir a los humildes de la tierra,
5 diciendo: «¿Cuándo pasará el novilunio
para poder vender el grano,
y el sábado para dar salida al trigo,
para achicar la medida y aumentar el peso,
falsificando balanzas de fraude,
6 para comprar por dinero a los débiles
y al pobre por un par de sandalias,
para vender hasta el salvado del grano?»
7 Ha jurado Yahvé por el orgullo de Jacob:
¡Jamás he de olvidar todas sus obras!
8 ¿No se estremecerá por ello la tierra,
y hará duelo todo el que en ella habita,
subirá toda entera como el Nilo,
se encrespará y bajará como el Nilo de Egipto?
9
Anuncio del castigo: oscuridad y duelo.
Sucederá aquel día
—oráculo del Señor Yahvé—
que yo haré ponerse el sol a mediodía,
y en plena luz del día cubriré la tierra de tinieblas.
10 Convertiré vuestra fiesta en lamento,
y en elegía todas vuestras canciones;
pondré en todos los lomos sayal
y tonsura en todas las cabezas;
la transformaré en lamento por el hijo único
y su final como día de amargura.
11
Hambre y sed de la Palabra de Dios.
He aquí que vienen días
—oráculo del Señor Yahvé—
en que yo mandaré hambre a la tierra,
no hambre de pan, ni sed de agua,
sino de oír la palabra de Yahvé.
12 Entonces vagarán de mar a mar,
andarán errantes de norte a levante
en busca de la Palabra de Yahvé,
pero no la encontrarán.
13
Nuevo anuncio de castigo.
Aquel día desfallecerán de sed
las muchachas hermosas y los jóvenes.
14 Los que juran por el pecado de Samaría,
los que dicen: «¡Vive tu Dios, Dan!»
y «¡Viva el camino de Berseba!»,
ésos caerán para no alzarse más.

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Introducción a Amos 

Amós.
Amós era pastor en Técoa, en el límite del desierto de Judá, Amó_1:1 . Extraño a las hermandades de profetas, fue tomado por Yahvé de detrás de su rebaño y enviado a profetizar a Israel, Amó_7:14 . Tras un corto ministerio que tuvo como marco principal el santuario cismático de Betel, Amó_7:10 s, y que probablemente también se ejerció en Samaría, ver Amó_3:9 ; Amó_4:1 ; Amó_6:1 , fue expulsado de Israel y volvió a sus antiguas ocupaciones.

Predica en el reinado de Jeroboán II, 783-743, época gloriosa humanamente hablando, en la que el reino del Norte se extiende y enriquece, pero en la que el lujo de los grandes es un insulto para la miseria de los oprimidos, mientras que el esplendor del culto encubre la ausencia de una religión verdadera. Con la rudeza sencilla y noble, y con la riqueza de las imágenes de un hombre del campo, Amós condena en nombre de Dios la vida corrompida de las ciudades, las injusticias sociales, la falsa seguridad que se pone en ritos en que el alma no se compromete, Amó_5:21-22 . Yahvé, soberano Señor del mundo, que castiga a todas las naciones, 1-2, castigará duramente a Israel, obligado por su elección a una mayor justicia moral, Amó_3:2 . El «Día de Yahvé» (expresión que aparece aquí por vez primera) será tinieblas y no luz, Amó_5:18 s, la venganza será terrible, Amó_6:8 s, ejecutada por un pueblo llamado por Yahvé, Amó_6:14 : Asiria, que, sin ser nombrada, ocupa, sin embargo, el horizonte del profeta. Con todo, Amós abre una pequeña esperanza, la perspectiva de una salvación para la casa de Jacob, Amó_9:8 , para el «resto» de José, Amó_5:15 (primer empleo profético de este término). Esta profunda doctrina acerca de Yahvé, dueño universal y omnipotente, defensor de la justicia, se expresa con una seguridad absoluta, siempre como si el profeta no dijera nada nuevo: su novedad reside en la fuerza con que recuerda las exigencias del Yahvismo puro.

El libro nos ha llegado con cierto desorden; en particular el relato en prosa, Amó_7:10-17 , que separa dos visiones, estaría mejor colocado al final de los oráculos. Se puede dudar sobre la atribución al mismo Amós de algunos cortos pasajes. Las doxologías, Amó_4:13 ; Amó_5:8-9 ; Amó_9:5-6 , quizá hayan sido añadidas para la lectura litúrgica. Los breves oráculos contra Tiro y Edom, Amó_1:9-12 , y Judá, Amó_2:4-5 , parecen datar del Destierro. Se discute más acerca de Amó_9:8-10 , y sobre todo de Amó_9:11-15 . No hay razón seria para sospechar del primero de estos pasajes, pero es probable que el segundo haya sido añadido; y esto no por razón de las promesas de salvación que contiene y que, desde un principio, fueron el tema de la predicación de los profetas, lo mismo aquí, Amó_5:15 , que en su contemporáneo Oseas; pero lo que se dice de la cabaña vacilante de David, de la venganza contra Edom, de la vuelta y restablecimiento de Israel, supone la época del Destierro y puede atribuirse, con algunos otros retoques, a una edición deuteronomista del libro.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Amos  8,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_7:7-9

NOTAS

8 Salvando el paréntesis del episodio de Betel, Amó_7:10-17, esta cuarta visión enlaza con la tercera, Amó_7:7-9, con la que la emparejan semejanzas de estructura y de pensamiento.


Amos  8,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Apo_14:15-18

NOTAS

8:2 La traducción intenta conservar el juego de palabras que hay en hebr. entre qes («fin» = «madurez») y qayis «fruta madura», lit. «fruta de verano».

Amos  8,3
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_6:10+

NOTAS

8:3 El texto del final del v. es dudoso.

Amos  8,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_2:6-8; Amó_4:1

NOTAS

8:4 Los oráculos que siguen, Amó_8:4-14, se intercalan con no mucho acierto entre la cuarta y la quinta visión. Su inserción en este lugar se explica porque precisan, justifican y desarrollan el anuncio del fin contenido en la cuarta visión.

Amos  8,5
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_25:13+; Miq_6:10-11; Ose_12:8 [Ose_12:7]

NOTAS

8:5 El novilunio, Lev_23:24+, lo mismo que el sábado, Éxo_20:8+, interrumpía las transacciones comerciales.

Amos  8,6
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] = Amó_2:6

Amos  8,7
NOTAS

8:7 El «orgullo de Jacob» puede designar un atributo de Yahvé, 1Sa_15:29, o bien, como en Amó_6:8, la arrogancia de Israel, tan firme que puede servir de base a un juramento, o también la tierra de Yahvé, Palestina, Sal_47:5 [Sal_47:4].

Amos  8,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_1:1

[2] = Amó_9:5

NOTAS

8:8 El profeta compara el terremoto, ver Amó_1:1+, con las crecidas y decrecidas del Nilo. En esta comparación hay más imaginación poética que observación. -«como el Nilo» versiones; «como una luz» hebr. -«bajará» qeré; «será bebida» ketib, ver Amó_9:5.

Amos  8,9
NOTAS

8:9 El día de Yahvé, Amó_5:18+, lleva consigo señales cósmicas: terremotos, Amó_8:8; Isa_2:10; Jer_4:24, eclipses de sol, Amó_8:9; Jer_4:23; los profetas posteriores lo amplifican sirviéndose de imágenes estereotipadas que no hay que tomar al pie de la letra: Sof_1:15; Isa_13:10, Isa_13:13; Isa_34:4; Eze_32:7, Eze_32:8; Hab_3:6; Joe_2:10, Joe_2:11; Joe_3:3-4 [Joe_2:30-31]; Joe_4:15-16 [Joe_3:15-16]; ver Mat_24:29; Apo_6:12-14 y véase Mat_24:1+.

Amos  8,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Tob_2:6; Ose_2:13 [Ose_2:11]; Isa_3:24; 1Ma_9:41

[2] Jer_6:26; Zac_12:10

NOTAS

8:10 Señal de aflicción y de duelo entre los pueblos vecinos, Isa_15:2, lo mismo que en Israel, Jer_7:29; Miq_1:16.

Amos  8,11
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_4:2

[2] Mat_5:6; Deu_8:3+

NOTAS

8:11 «la palabra» griego; «las palabras» hebr. -El profeta no anuncia una conversión, caracterizada por un hambre de oír la palabra de Dios a fin de obedecerla, sino un castigo. Cansado de hablar sin ser escuchado, Dios se calla. Ya no suscita profetas.

Amos  8,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Ose_5:6+

Amos  8,13
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Zac_9:17

Amos  8,14
NOTAS

8:14 (a) Se trata o de una diosa, 'Asimah, ver 2Re_17:30, cuyo nombre cambia adrede el profeta en 'asemah, «pecado», o más bien de una designación despectiva de un santuario de Samaría. Ver Deu_9:21, donde Aarón llama al becerro de oro «vuestro pecado».

8:14 (b) Donde se encontraba uno de los becerros de oro de Jeroboán, 1Re_12:30.

8:14 (c) Es decir, la peregrinación.