I Macabeos 12 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 53 versitos |
1
Relaciones de Jonatán con Roma y Esparta.
Viendo Jonatán que las circunstancias le eran favorables, escogió hombres y los envió a Roma con el fin de confirmar y renovar la amistad con ellos.
2 Con el mismo objeto envió cartas a los espartanos y a otros lugares.
3 Se fueron, pues, a Roma y entrando en el Senado dijeron: «Jonatán, sumo sacerdote, y la nación de los judíos nos han enviado para que se renueve con ellos la amistad y la alianza como antes.»
4 Les dieron los romanos cartas para la gente de cada lugar recomendando que se les condujera en paz hasta el país de Judá.
5 Ésta es la copia de la carta que escribió Jonatán a los espartanos:
6 «Jonatán, sumo sacerdote, el senado de la nación, los sacerdotes y el resto del pueblo judío saludan a sus hermanos los espartanos.
7 Ya en tiempos pasados, Areios, que reinaba entre vosotros, envió una carta al sumo sacerdote Onías en que le decía que erais vosotros hermanos nuestros, como lo atestigua la copia adjunta.
8 Onías recibió con honores al embajador y tomó la carta que hablaba claramente de alianza y amistad.
9 Nosotros, aunque no tenemos necesidad de esto por tener como consolación los libros santos que están en nuestras manos,
10 hemos procurado enviaros embajadores para renovar la fraternidad y la amistad con vosotros y evitar que vengamos a seros extraños, pues ha pasado mucho tiempo ya desde que nos enviasteis vuestra embajada.
11 Por nuestra parte, en las fiestas y demás días señalados, os recordamos sin cesar en toda ocasión en los sacrificios que ofrecemos y en nuestras oraciones, como es justo y conveniente acordarse de los hermanos.
12 Nos alegramos de vuestra gloria.
13 A nosotros, en cambio, nos han rodeado muchas tribulaciones y guerras, pues nos hemos visto atacados por los reyes vecinos.
14 Pero en estas luchas no hemos querido molestaros a vosotros ni a los demás aliados y amigos nuestros,
15 porque contamos con el auxilio del Cielo, que, viniendo en nuestra ayuda, nos ha librado de nuestros enemigos y a ellos los ha humillado.
16 Hemos, pues, elegido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatro, hijo de Jasón, y les hemos enviado a los romanos para renovar la amistad y la alianza que antes teníamos,
17 y les hemos dado orden de pasar también donde vosotros para saludaros y entregaros nuestra carta sobre la renovación de nuestra fraternidad.
18 Y ahora haréis bien en contestarnos a esto.»
19 Ésta es la copia de la carta enviada a Onías:
20 «Areios, rey de los espartanos, saluda a Onías, sumo sacerdote.
21 Se ha encontrado un documento relativo a espartanos y judíos de que son hermanos y que son de la raza de Abrahán.
22 Y ahora que estamos enterados de esto, haréis bien escribiéndonos sobre vuestro bienestar.
23 Nosotros por nuestra parte os escribimos: Vuestro ganado y vuestros bienes son nuestros, y los nuestros vuestros son. Damos orden de que se os envíe un mensaje en tal sentido.»
24
Jonatán en Celesiria, Simón en Filistea.
Tuvo noticia Jonatán de que los generales de Demetrio habían vuelto con fuerzas mayores que antes con ánimo de atacarle.
25 Partió, pues, de Jerusalén y fue a encontrarlos a la región de Jamat, sin darles tiempo a irrumpir en su país.
26 Envió exploradores al campamento enemigo y supo por ellos, a su vuelta, que los enemigos estaban dispuestos para caer sobre ellos a la noche.
27 Cuando se puso el sol, ordenó Jonatán a los suyos que se mantuviesen despiertos y sobre las armas toda la noche, preparados para entrar en combate, y dispuso avanzadillas alrededor del campamento.
28 Cuando supieron los enemigos que Jonatán y los suyos estaban preparados para el combate, sintieron miedo y, llenos de pánico, encendieron fogatas por su campamento y se retiraron.
29 Jonatán y los suyos, como veían brillar las fogatas, no se percataron de su partida hasta el amanecer.
30 Entonces se lanzó Jonatán en su persecución, pero no les pudo dar alcance porque habían atravesado ya el río Eléuteros.
31 Jonatán se volvió contra los árabes llamados zabadeos, los derrotó y se hizo con sus despojos.
32 Levantó luego el campamento, llegó a Damasco y recorrió toda la región.
33 Simón, por su parte, hizo una expedición hasta Ascalón y las plazas vecinas. Se volvió luego hacia Jope y la tomó,
34 pues había oído que sus habitantes querían entregar aquella plaza fuerte a los partidarios de Demetrio, y dejó en ella una guarnición para defenderla.
35
Trabajos en Jerusalén.
Jonatán, de vuelta, reunió la asamblea de los ancianos del pueblo, y decidió con ellos edificar fortalezas en Judea,
36 dar mayor altura a las murallas de Jerusalén y levantar un alto muro entre la Ciudadela y la ciudad para separarlas y para que quedara la Ciudadela aislada y no pudieran comprar ni vender.
37 Se reunieron, pues, para reconstruir la ciudad, pues había caído un trecho de la muralla que daba al torrente por la parte de levante; restauró también el barrio llamado Cafenatá.
38 Por su lado, Simón reconstruyó Jadidá en la Tierra Baja, la fortificó y la guarneció de puertas y cerrojos.
39
Jonatán cae en manos de sus enemigos.
Trifón aspiraba a reinar en Asia, ceñirse la diadema y extender su mano contra el rey Antíoco.
40 Temiendo que Jonatán se lo estorbara y le hiciera la guerra, trataba de apoderarse de él y matarle. Se puso, pues, en marcha y llegó a Betsán.
41 Jonatán salió a su encuentro con cuarenta mil hombres escogidos para la guerra y llegó a Betsán.
42 Vio Trifón que había venido con un ejército numeroso y temió extender la mano contra él.
43 Lo recibió con honores, le presentó a todos sus amigos, le hizo regalos y dio orden a sus amigos y a sus tropas que le obedeciesen como a él mismo.
44 Y dijo a Jonatán: «¿Por qué has fatigado a toda esta gente no habiendo guerra entre nosotros?
45 Envíalos a sus casas, elige algunos hombres que te acompañen y ven conmigo a Tolemaida. Te entregaré la ciudad, las demás fortalezas, el resto de las fuerzas y a todos los funcionarios, y luego emprenderé el regreso, pues para eso he venido.»
46 Le creyó Jonatán y obró como le decía: despachó sus tropas, que partieron para el país de Judá,
47 y conservó consigo tres mil hombres, de los cuales dejó dos mil en Galilea y mil le acompañaron.
48 Pero apenas entró Jonatán en Tolemaida, los tolemaiditas cerraron las puertas, lo apresaron y pasaron a filo de espada a cuantos con él habían entrado.
49 Envió Trifón tropas y caballería a Galilea y a la Gran Llanura para acabar con todos los partidarios de Jonatán,
50 pero éstos, enterados de que él había sido apresado y muerto con los que le acompañaban, se animaron unos a otros y avanzaron, cerradas las filas, prontos para combatir.
51 Sus perseguidores, al ver que luchaban por su vida, se volvieron.
52 Aquéllos llegaron todos en paz al país de Judá, lloraron a Jonatán y a sus compañeros y un gran temor se apoderó de ellos. Todo Israel hizo un gran duelo.
53 Todos los paganos circunvecinos trataban de aniquilarlos: «No tienen jefe —decían— ni quien les ayude. Ésta es la ocasión de atacarlos y borrar su recuerdo de entre los hombres.»

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Introducción a I Macabeos

LOS LIBROS DE LOS MACABEOS

Introducción
Los dos libros de los Macabeos no formaban parte del canon de la Escritura de los judíos, pero han sido reconocidos por la Iglesia cristiana como inspirados (libros deuterocanónicos). Se refieren a la historia de las luchas sostenidas contra los soberanos seléucidas para conseguir la libertad religiosa y política del pueblo judío. El título les viene del sobrenombre de Macabeo dado al héroe principal de esta historia, 1Ma_2:4 , y que también se aplicó a sus hermanos.

El Primer libro de los Macabeos fija en su introducción, 1-2 , los adversarios que se enfrentan: el helenismo invasor, que halla cómplices en algunos judíos, y la reacción de la conciencia nacional, adherida a la Ley y al Templo. Por un lado, Antíoco Epífanes que profana el Templo y desencadena la persecución; por el otro, Matatías que lanza el grito de guerra santa. El cuerpo del libro se divide en tres partes, consagradas a las actividades de los tres hijos de Matatías que sucesivamente se ponen a la cabeza de la resistencia. Judas Macabeo (166-160 a. C.), 3:1-9:22, obtiene una serie de victorias sobre los generales de Antíoco, purifica el Templo y logra para los judíos la libertad de vivir conforme a sus costumbres. Bajo Demetrio I, las intrigas del sumo sacerdote Alcimo le crean dificultades, pero continúan sus éxitos militares, y Nicanor, que quería destruir el Templo, es derrotado y muerto. Judas busca la alianza de los romanos para asegurar sus posiciones. Muere en el campo de batalla. Le sucede su hermano Jonatán (160-142), 9:23-12:53. Las maniobras políticas alcanzan entonces mayor importancia que las operaciones militares. Jonatán se aprovecha con habilidad de las rivalidades de los que pretenden el trono de Siria: es nombrado sumo sacerdote por Alejandro Balas, reconocido por Demetrio II y confirmado por Antíoco VI. Trata de concertar alianza con los romanos y los espartanos. Va dilatándose el territorio sometido a su control y parece asegurada la paz interior, cuando Jonatán cae en manos de Trifón, que le hace morir, así como al joven Antíoco VI. El hermano de Jonatán, Simón (142-134), 13:1-16:24, apoya a Demetrio II, que recupera el poder. Demetrio, y luego Antíoco VII, le reconocen como sumo sacerdote, estratega y etnarca de los judíos. Con esto, está ya conseguida la autonomía política. Estos títulos le son confirmados por un decreto del pueblo. Se renueva la alianza con los romanos. Es una época de paz y prosperidad. Pero Antíoco VII se vuelve contra los judíos, y Simón, con dos de sus hijos, es asesinado por su yerno, que creía hacer con esto un servicio al soberano.

La narración, pues, abarca cuarenta años, desde la subida de Antíoco Epífanes, el año 175, hasta la muerte de Simón, a quien sucede Juan Hircano, el 134 a. C. Se escribió en hebreo, pero sólo se conserva en una traducción griega. Su autor es judío de Palestina y ha compuesto su obra después del 134, pero antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo el 63 a. C. Las últimas líneas del libro, 1Ma_16:23-24 , indican que fue escrito hacia el final del reinado de Juan Hircano, como fecha más temprana, probablemente hacia el año 100 a. C. Es un documento precioso para la historia de aquel tiempo, siempre que se tenga en cuenta el género literario, imitación de las antiguas crónicas de Israel, y las intenciones del autor. Porque, por mucho que se extienda en narrar los sucesos de la guerra y las intrigas políticas, el autor quiere relatar una historia religiosa. Considera las desgracias de su pueblo como castigo del pecado y atribuye a la asistencia de Dios los éxitos de sus adalides. Es un judío celoso de su fe y ha comprendido que ésta era la que estaba en juego en la lucha entre la influencia pagana y las costumbres de los padres. Es, pues, un decidido adversario de la helenización y se siente lleno de admiración por los héroes que han combatido por la Ley y por el Templo, y que han conquistado para el pueblo la libertad religiosa y luego la independencia nacional. Es el cronista de una lucha en que se salvó el Judaísmo, portador de la Revelación.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

I Macabeos 12,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_8:17-32

NOTAS

12:1 Estas renovaciones de alianza son características de la época, ver 1Ma_14:18, 1Ma_14:22. Para el texto del tratado renovado, ver 1Ma_8:22 s.


I Macabeos 12,7
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_12:20-23; 2Ma_5:9

NOTAS

12:7 «Areios» conj. según Josefo; «Darío» griego. -Areios II había muerto con ocho años; no puede, pues, tratarse más que de Areios I (309-265) y por tanto de Onías I, contemporáneo de Alejandro. La respuesta a la carta ha tardado pues ¡siglo y medio (ver 1Ma_12:10)! Josefo, que no ha caído en la cuenta de que este primer documento solamente era una ficción diplomática, sitúa el asunto en tiempos de Onías III (muerto el 174).

I Macabeos 12,9
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_15:4

NOTAS

12:9 Los «libros santos» representan a un grupo más amplio que «el libro de la Ley», 1Ma_3:48, o «el libro santo», 2Ma_8:23; se trata de todos los libros a los que se reconoce una autoridad divina. Entonces se constituye el canon del AT: un Salmo es citado como «Escritura», 1Ma_7:17, y el Prólogo del Eclesiástico (132 a.C.) conoce la división en Ley, Profetas y «otros libros» (ver 2Ma_2:13), que será la de la Biblia hebrea, ver Rom_1:2; 2Ti_3:15+.

I Macabeos 12,16
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_14:22; 1Ma_15:15

I Macabeos 12,20
NOTAS

12:20 «a Onías: Areios» conj. según Josefo; «a Oniares» griego.

I Macabeos 12,21
NOTAS

12:21 Esta leyenda, conforme con las ficciones diplomáticas de la época, existía ya en Esparta cuando Jasón buscó allí asilo, 2Ma_5:9.

I Macabeos 12,23
NOTAS

12:23 Este cuadro idílico descubre al autor del escrito: un judío que ve su ideal en los relatos sobre los Patriarcas.

I Macabeos 12,28
NOTAS

12:28 «y se retiraron» 2 mss, griego luc., sir., Josefo; omitido por el resto del griego y el lat.

I Macabeos 12,30
NOTAS

12:30 El actual Nahr el-Kebir, que separa al Líbano de Siria. Era probablemente la frontera norte de la provincia de Celesiria y Fenicia, cuyo estratega era Jonatán.

I Macabeos 12,31
NOTAS

12:31 Este nombre se encuentra todavía en topónimos del Antilíbano, por ejemplo Zebdani.

I Macabeos 12,34
NOTAS

12:34 Simón actúa, pues, en cuanto estratega nombrado por Antíoco VI, 1Ma_11:59, pero en su elogio de Simón, el autor subrayará toda la importancia que para los judíos suponía la toma de este puerto tan disputado, 1Ma_14:5.

I Macabeos 12,36
NOTAS

12:36 Que seguía en poder de los mercenarios de Demetrio, 1Ma_11:20, a los que nada impedía pasar a la ciudad.

I Macabeos 12,37
NOTAS

12:37 Término que se debe relacionar con el arameo kafelta, «la doble»: es la traducción del hebr. ha-misneh que designa el barrio nuevo, al noroeste del templo, ver 2Re_22:14. -El «torrente» es el Cedrón.

I Macabeos 12,38
NOTAS

12:38 La Jadid de Esd_2:33, a 6 km al nordeste de Lida, de la que al parecer hizo su base, 1Ma_13:13.

I Macabeos 12,39
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_11:39 s; 1Ma_11:54

I Macabeos 12,45
NOTAS

12:45 Así pues, Trifón reconoce a Jonatán (o aparenta reconocer) su cualidad de estratega de Celesiria y Fenicia.