Sofonías.
El libro se divide en cuatro breves secciones: el Día de Yahvé, 1:2-2:3; contra las naciones, Sof_2:4-15; contra Jerusalén, Sof_3:1-8; promesas, Sof_3:9-20. Se ha querido eliminar sin razón suficiente algunos oráculos contra las naciones y todas las promesas de la última sección; como todas las colecciones proféticas, la de Sofonías ha recibido retoques y adiciones, pero son poco numerosos; especialmente los anuncios de la conversión de los paganos, Sof_2:11 y Sof_3:9-10, extraños al contexto, se inspiran en el Segundo Isaías; se discute mucho la autenticidad de los pequeños salmos Sof_3:14-15 y Sof_3:16-18 a y se acepta la fecha del tiempo del Destierro para los últimos versículos, Sof_3:18-20.
El mensaje de Sofonías se resume en un anuncio del Día de Yahvé (ver Amós), una catástrofe que alcanzará a las naciones tanto como a Judá. A ésta se le condena por sus culpas religiosas y morales, inspiradas por el orgullo y la rebeldía, Sof_3:1, Sof_3:11. Sofonías posee del pecado una noción profunda que anuncia la de Jeremías: es un atentado personal contra el Dios vivo. El castigo de las naciones es una advertencia, Sof_3:7, que debería llevar al pueblo a la obediencia y a la humildad, Sof_2:3, y la salvación sólo se promete a un «resto» humilde y modesto, Sof_3:12-13. El mesianismo de Sofonías se reduce a este horizonte, ciertamente limitado, pero que descubre el contenido espiritual de las promesas.
El opúsculo de Sofonías tuvo una influencia limitada y sólo una vez es utilizado en el Nuevo Testamento, Mat_13:41. Pero la descripción del Día de Yahvé, Sof_1:14-18, inspiró la de Joel y deparó a la Edad Media el comienzo del Dies irae.