Lucas 6 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 49 versitos |
1
Las espigas arrancadas en sábado.
Sucedió que, cruzando un sábado por unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas, las desgranaban con las manos y se las comían.
2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?»
3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban,
4 cómo entró en la Casa de Dios y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?»
5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado.»
6
Curación del hombre de la mano seca.
Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle.
8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se puso allí.
9 Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.»
10 Y, mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» Él lo hizo, y quedó restablecida su mano.
11 Ellos se ofuscaron y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.
12
Elección de los Doce.
Por aquellos días, se fue él al monte a orar y se pasó la noche en la oración de Dios.
13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles:
14 A Simón, a quien puso el nombre de Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé,
15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelota;
16 a Judas de Santiago y a Judas Iscariote, que fue el traidor.
17
La muchedumbre sigue a Jesús.
Bajó con ellos y se detuvo en un paraje llano; había un gran número de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
18 que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados.
19 Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
20
Discurso inaugural.
Las Bienaventuranzas.
Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre.
23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
24
Las maldiciones.
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
27
Amor a los enemigos.
«Pero a vosotros, los que me escucháis, yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien,
28 bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.
29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
30 A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames.
31 Y tratad a los hombres como queréis que ellos os traten.
32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman.
33 Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto!
34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.
35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio; entonces vuestra recompensa será grande y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos.
36
Misericordia y beneficencia.
«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.
38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
39
Celo bien ordenado.
Les añadió una parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
40 No está el discípulo por encima del maestro. Será como el maestro cuando esté perfectamente instruido.
41 ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?
42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo”, si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.
43 «Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno.
44 Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas.
45 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.
46
Necesidad de las obras.
«¿Por qué me llamáis: “Señor, Señor” y no hacéis lo que digo?
47 «Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante:
48 Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada.
49 Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.»

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Introducción a Lucas

El evangelio según San Lucas.
El mérito especial del tercer evangelio le viene de la atractiva personalidad de su autor, que se transparenta en él sin cesar. San Lucas es un escritor de gran talento y un alma delicada. Ha elaborado su obra de una manera original, con afán de información y de orden, Luc_1:3 . No quiere esto decir que haya podido dar a los materiales recibidos de la tradición una disposición más «histórica» que Mateo y Marcos; su respeto a las fuentes y su método de yuxtaponerlas no se lo permitían. Su plan sigue las grandes líneas del de Marcos con algunas transposiciones u omisiones. Algunos episodios se desplazan; Luc_3:19-20 ; Luc_4:16-30 ; Luc_5:1-11 ; Luc_6:12-19 ; Luc_22:31-34 , etc., ya por deseo de claridad y de lógica, ya por influencia de otras tradiciones, entre las cuales se ha de notar la que también se refleja en el cuarto evangelio. Otros episodios se omiten, o por ser menos interesantes para los lectores paganos, ver Mar_9:11-23 , o por evitar los duplicados, ver Mar_12:28-34 y comparar con Luc_10:25-28 . Es de observar sobre todo la ausencia del texto correspondiente a Mc 6:45-8:26. Pero la diferencia más notable con relación al segundo evangelio es la larga sección intermedia 9:51-18:14, que se nos presenta bajo la forma de una subida a Jerusalén recalcada con anotaciones repetidas, Luc_9:51 ; Luc_13:22 ; Luc_17:11 , ver Mar_10:1 , y en la que se ha de ver, más que el recuerdo real de diversos viajes, la insistencia intencionada en una idea teológica muy del agrado de Lucas: la Ciudad santa es el lugar donde debe tener cumplimiento la salvación, Luc_9:31 ; Luc_13:33 ; Luc_18:31 ; Luc_19:11 , es allí donde ha comenzado el Evangelio, Luc_1:5 s, y donde debe concluir, Luc_24:52 s —con apariciones y conversaciones que no tienen lugar en Galilea, Luc_24:13-51 ; y comp. Luc_24:6 con Mar_16:7 ; Mat_28:7 , Mat_28:16-20— , porque de allí debe partir la evangelización del mundo, Luc_24:47 ; Hch_1:8 . En un sentido más amplio, es la subida de Jesús (y del cristiano) hacia Dios.

Otros rasgos literarios de Lucas son el empleo de los géneros del simposio, Luc_7:36-50 ; Luc_11:37-54 ; Luc_14:1-24 , y del discurso de despedida, Luc_22:14-28 , su afición a los paralelismos (Juan el Bautista y Jesús, 1:5-2:52) y a las inclusiones, y el esquema promesa-cumplimiento que puntea su relato.

Si se compara en detalle a Lucas con Marcos y Mateo, se percibe al vivo la actividad siempre despierta de un escritor que se distingue por presentar las cosas de una manera que le es propia, evitando o atenuando lo que puede herir su sensibilidad o la de los lectores ( Luc_8:43 , comp. Mar_5:26 ; om. Mar_9:43-48 ; Mar_13:32 ; etc.), o puede serles menos comprensible (om. Mat_5:21 s, Mat_5:33 s; Mar_15:34 ; etc.), tratando con miramiento a los apóstoles (om. Mar_4:13 ; Mar_8:32 s; Mar_9:28 s; Mar_14:50 ) o excusándolos ( Luc_9:45 ; Luc_18:34 ; Luc_22:45 ), interpretando los términos oscuros ( Luc_6:15 ) o precisando la geografía ( Luc_4:31 ; Luc_19:28 s, Luc_19:37 ; Luc_23:51 ), etc. Con estas frecuentes y finas pinceladas, y sobre todo con la rica aportación debida a su investigación personal, Lucas nos brinda las reacciones y las tendencias de su alma; o mejor, por medio de este instrumento de elección, el Espíritu Santo nos presenta el mensaje evangélico de una forma original, rica en doctrina. Por lo demás, no se trata tanto de grandes tesis teológicas (las ideas maestras son las mismas que las de Marcos y Mateo) como de una sicología religiosa, donde se encuentran, mezcladas con una influencia muy discreta de su maestro Pablo, las inclinaciones propias del temperamento de Lucas. referir escenas de perdón, Luc_7:36-50 ; Luc_15:11-32 ; Luc_19:1-10 ; Luc_23:34 , Luc_23:39 . Insiste gustoso en la ternura de Jesús con los humildes y los pobres, mientras que los orgullosos y los ricos que disfrutan son severamente tratados, Luc_1:51-53 ; Luc_6:20-26 ; Luc_12:13-21 ; Luc_14:7-11 ; Luc_16:15 , Luc_16:19 ; Luc_18:9-14 . Sin embargo, hasta la justa condena no vendrá sino después de pacientes plazos de misericordia, Luc_13:6-9 ; comp. Mar_11:12-14 . No hace falta más que arrepentirse, renunciarse, y en este punto la generosidad viril de Lucas propende a repetir la exigencia de un desprendimiento decidido y absoluto, Luc_14:25-34 , especialmente por el abandono de las riquezas, Luc_6:34 s; Luc_12:33 ; Luc_16:9-13 . Son de notar también los pasajes propios del tercer evangelio sobre la necesidad de la oración, Luc_11:5-8 ; Luc_18:1-8 , y sobre el ejemplo que de ello ha dado Jesús, Luc_3:21 ; Luc_5:16 ; Luc_6:12 ; Luc_9:28 . Finalmente, como en Pablo y en los Hechos, el Espíritu Santo ocupa un lugar de primer plano que Lucas no se cansa de subrayar: Luc_1:15 , Luc_1:35 , Luc_1:41 , Luc_1:67 ; Luc_2:25-27 ; Luc_4:1 , Luc_4:14 , Luc_4:18 ; Luc_10:21 ; Luc_11:13 ; Luc_24:49 . Todo esto, junto con la atmósfera de gratitud por los beneficios divinos y de alegría espiritual, que envuelve todo el tercer evangelio, Luc_2:14 ; Luc_5:26 ; Luc_10:17 ; Luc_13:17 ; Luc_18:43 ; Luc_19:37 ; Luc_24:51 s, da a la obra de Lucas ese fervor que emociona y enfervoriza el corazón.

El estilo de San Marcos es rugoso, lleno de arameísmos y a menudo incorrecto, pero impulsivo y de una vivacidad popular que está llena de encanto. El de San Mateo es también arameizante, pero más cuidado; menos pintoresco, pero más correcto. El de San Lucas es complejo: de calidad excelente cuando depende sólo de sí mismo, acepta ser menos bueno por respeto a sus fuentes, de las que conserva algunas imperfecciones aunque trata de corregirlas; en fin, imita consciente y maravillosamente el estilo bíblico de los Setenta. Nuestra traducción ha tratado de respetar estos matices en la medida de lo posible, como asimismo se ha esmerado en reflejar en castellano el detalle de las semejanzas y de las diferencias en que se traslucen, en los originales griegos, las relaciones literarias que entre sí tienen los tres evangelios sinópticos.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Lucas 6,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_12:1-8; |Mar_2:23-28


Lucas 6,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_25:23+

Lucas 6,5
NOTAS

6:5 Un ms añade aquí una sentencia interesante, aunque probablemente no es auténtica: «El mismo día, viendo trabajar a uno en día de sábado, le dijo: Amigo, si sabes lo que haces, eres dichoso, pero si no lo sabes, eres un maldito y un transgresor de la Ley». Ver Mar_2:27+.

Lucas 6,6
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_12:9-14; |Mar_3:1-6; Luc_13:10-17; Luc_14:1-6

Lucas 6,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jua_1:48+

Lucas 6,11
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_11:53+

Lucas 6,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_10:1-4; |Mar_3:13-19

[2] Luc_3:21+

Lucas 6,13
NOTAS

6:13 Apóstol significa «enviado». Conocido ya en el mundo griego y en el mundo judío (seliah) este término ha llegado a designar en el cristianismo a los misioneros «enviados», ver Hch_22:21+, como testigos de Cristo, de su vida, de su muerte y de su resurrección, Hch_1:8+, ante todo a los Doce, Mar_3:14+ (este término queda reservado para ellos en los Hechos), pero también a un círculo más amplio de discípulos, ver Rom_1:1+, que figuran en primer lugar en las listas de carismas, ver 1Co_12:28; Efe_4:11. -Pudiera ser que sólo la primitiva comunidad hubiera dado el nombre de apóstol a los misioneros, pero sigue siendo verdad que Jesús mismo envió a sus discípulos en misión, primero a los pueblos de Galilea, Luc_9:6, y, después de su resurrección, al mundo entero, Luc_24:47; Hch_1:8; ver Jua_3:11+; Jua_4:34+.

Lucas 6,14
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Hch_1:13

Lucas 6,16
NOTAS

6:16 «Judas de Santiago» puede entenderse: «hijo» o también «hermano de Santiago». Ver Mat_10:2+.

Lucas 6,17
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_4:24-25; |Mar_3:7-12

Lucas 6,19
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_5:17; Luc_8:46; Mar_5:30+

Lucas 6,20
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_65:13-14

[2] |Mat_5:1

[3] |Mat_5:3

NOTAS

6:20 (a) La forma de este discurso es más breve que en Mt, porque Lc no ha insertado en él las mismas adiciones que Mt, e incluso ha quitado aquello que tendría menos interés para lectores no judíos, particularmente sobre la Ley, ver Mat_5:1+.

6:20 (b) Mt trae ocho bienaventuranzas, Lc cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones. Las de Mt, Mat_5:3-12+, trazan un programa de vida virtuosa con promesa de recompensa celeste; las de Lc anuncian la inversión de las situaciones, de esta vida a la vida futura, ver Luc_16:25. En Mt Jesús emplea la 3. ;xa persona, en Lc apostrofa a su auditorio.

Lucas 6,21
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:6

[2] |Mat_5:5

Lucas 6,22
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:11-12

Lucas 6,24
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_5:8-25; Hab_2:6 s

Lucas 6,27
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:44

Lucas 6,28
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:39-40

Lucas 6,30
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:42; Luc_12:33+

Lucas 6,31
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_7:12; Tob_4:15

Lucas 6,32
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:46

Lucas 6,33
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_14:12-14

Lucas 6,35
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_5:45; Sir_4:11

NOTAS

6:35 Texto difícil y traducción conjetural. Var.: «sin desesperar a nadie (o: de nadie)», «sin desesperar en nada».

Lucas 6,36
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_34:6-7

Lucas 6,37
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_7:1

Lucas 6,38
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_7:2; |Mar_4:24

NOTAS

6:38 En los pliegues de la túnica o del manto, doblado hasta la cintura, que servían de bolso o de alforja para las provisiones. Ver Rut_3:15.

Lucas 6,39
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_15:14

[2] |Mat_10:24-25; |Jua_13:16; Jua_15:20

NOTAS

6:39 Lc aplica a los discípulos lo que Mat_15:14 decía de los fariseos. Idéntica observación para los vv. Luc_6:43-45.

Lucas 6,42
NOTAS

6:42 O: «y entonces verás de sacar».

Lucas 6,43
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_12:33-35

[2] |Mat_7:16-18

Lucas 6,46
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_7:21

Lucas 6,47
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Mat_7:24-27

NOTAS

6:47 Expresión de sabor joánico, ver Jua_6:35+.