I Macabeos 10 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 89 versitos |
1
Rivalidad de Alejandro Balas.
Nombra a Jonatán sumo Sacerdote.
El año ciento sesenta, Alejandro Epífanes, hijo de Antíoco, vino por mar y ocupó Tolemaida, donde, siendo bien acogido, se proclamó rey.
2 Al tener noticia de ello, el rey Demetrio juntó un ejército muy numeroso y salió a su encuentro para combatir con él.
3 Envió también Demetrio una carta amistosa a Jonatán en que prometía engrandecerle,
4 porque se decía: «Adelantémonos a hacer la paz con ellos antes que Jonatán la haga con Filipo contra nosotros,
5 al recordar los males que le causamos a él, a sus hermanos y a su nación.»
6 Le concedía autorización para reclutar tropas, fabricar armamento y contarse entre sus aliados. Mandaba, además, que le fuesen entregados los rehenes que se encontraban en la Ciudadela.
7 Jonatán fue a Jerusalén y leyó la carta ante todo el pueblo y ante los que ocupaban la Ciudadela.
8 Les entró mucho miedo cuando oyeron que el rey le concedía autorización para reclutar tropas.
9 La gente de la Ciudadela entregó los rehenes a Jonatán y él los devolvió a sus padres.
10 Jonatán fijó su residencia en Jerusalén y se entregó a la reconstrucción y restauración de la ciudad.
11 Ordenó a los encargados de las obras levantar las murallas y rodear el monte Sión con piedras de sillería para fortificarlo, y así lo hicieron.
12 Los extranjeros que ocupaban las fortalezas levantadas por Báquides huyeron;
13 abandonando sus puestos, partieron cada uno para su país.
14 Sólo en Bet Sur quedaron algunos de los que habían abandonado la Ley y los preceptos, porque esta plaza era su refugio.
15 El rey Alejandro se enteró de los ofrecimientos que Demetrio había hecho a Jonatán. Le contaron además las guerras y proezas que él y sus hermanos habían realizado y los trabajos que habían sufrido.
16 Y dijo: «¿Podremos hallar otro hombre como éste? Hagamos de él un amigo y un aliado nuestro.»
17 Le escribió, pues, y le envió una carta redactada en los siguientes términos:
18 «El rey Alejandro saluda a su hermano Jonatán.
19 Hemos oído que eres un valiente guerrero y digno de ser amigo nuestro.
20 Por eso te nombramos hoy sumo sacerdote de tu nación y te concedemos el título de amigo del rey —le enviaba al mismo tiempo una clámide de púrpura y una corona de oro—. Por tu parte, haz tuya nuestra causa y guárdanos tu amistad.»
21 El séptimo mes del año ciento sesenta, con ocasión de la fiesta de las Tiendas, vistió Jonatán los ornamentos sagrados; reclutó tropas y fabricó gran cantidad de armamento.
22
Carta de Demetrio I a Jonatán.
Demetrio, al saber lo sucedido, dijo disgustado:
23 «¿Qué hemos hecho para que Alejandro se nos haya adelantado en ganar la amistad y el apoyo de los judíos?
24 Les escribiré también yo con ofrecimientos de dignidades y riquezas para que sean auxiliares míos.»
25 Y les escribió en estos términos:
26 «El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos enterado con satisfacción de que habéis guardado los términos de nuestra alianza y perseverado en nuestra amistad sin pasaros al bando de nuestros enemigos.
27 Continuad, pues, guardándonos fidelidad y os recompensaremos por todo lo que por nosotros hagáis.
28 Os descargaremos de muchas obligaciones y os concederemos favores.
29 Y ya desde ahora os libero y descargo a todos los judíos de las contribuciones, del impuesto de la sal y de las coronas.
30 Renuncio también de hoy en adelante a percibir el tercio de los granos y la mitad de los frutos de los árboles que me correspondían, del país de Judá y también de los tres distritos que le son anexionados de Samaría-Galilea ...a partir de hoy para siempre.
31 Jerusalén sea santa y exenta, así como todo su territorio, sus diezmos y tributos.
32 «Renuncio asimismo a mi soberanía sobre la Ciudadela de Jerusalén y se la cedo al sumo sacerdote, que podrá poner en ella de guarnición a los hombres que él elija.
33 A todo judío llevado cautivo de Judá a cualquier parte de mi reino, le devuelvo la libertad sin rescate. Todos queden libres de tributo, incluso sobre sus ganados.
34 Todas las fiestas, los sábados y los novilunios y, además del día fijado, los tres días que las preceden y los tres que las siguen, sean todos ellos días de inmunidad y franquicia para todos los judíos residentes en mi reino:
35 nadie tendrá autorización para demandarles ni inquietarles a ninguno de ellos por ningún motivo.
36 En los ejércitos del rey sean alistados hasta treinta mil judíos, que percibirán la soldada asignada a las demás tropas del rey.
37 De ellos, algunos serán apostados en las fortalezas importantes del rey y otros ocuparán puestos de confianza en el reino. Sus oficiales y jefes salgan de entre ellos, y vivan conforme a sus leyes, como lo ha dispuesto el rey para el país de Judá.
38 Los tres distritos incorporados a Judea, de la provincia de Samaría, queden anexionados a Judea y contados por suyos, de modo que, sometidos a un mismo jefe, no acaten otra autoridad que la del sumo sacerdote.
39 Entrego Tolemaida y sus dominios como obsequio al Lugar Santo de Jerusalén para cubrir los gastos normales del Lugar Santo.
40 Por mi parte, daré cada año quince mil siclos de plata, que se tomarán de los ingresos reales en las localidades convenientes.
41 Todo el excedente que los funcionarios no hayan entregado como en años anteriores, lo darán desde ahora para las obras del templo.
42 Además, los cinco mil siclos de plata que se deducían de los ingresos del Lugar Santo en la cuenta de cada año, los cedo por ser emolumento de los sacerdotes en servicio del culto.
43 Todo aquel que por deudas con los impuestos reales, o por cualquier otra deuda, se refugie en el templo de Jerusalén o en su recinto, quede inmune, él y cuantos bienes posea en mi reino.
44 Los gastos que se originen de las construcciones y reparaciones en el Lugar Santo correrán a cuenta del rey.
45 Los gastos de la construcción de las murallas de Jerusalén y la fortificación de su recinto correrán asimismo a cuenta del rey, como también la reconstrucción de murallas en Judea.»
46
Jonatán rechaza las ofertas de Demetrio. Muerte del rey.
Cuando Jonatán y el pueblo oyeron tales ofrecimientos, no les dieron crédito ni los aceptaron, porque recordaban los graves males que Demetrio había causado a Israel y la opresión tan grande a que les había sometido.
47 Se decidieron, pues, por el partido de Alejandro, que, a su parecer, les ofrecía mayores ventajas, y fueron aliados suyos en todo tiempo.
48 El rey Alejandro juntó un gran ejército y acampó frente a Demetrio.
49 Los dos reyes trabaron combate y salió huyendo el ejército de Alejandro. Demetrio se lanzó en su persecución y prevaleció sobre ellos.
50 Mantuvo vigorosamente el combate hasta la puesta del sol. Pero en aquella jornada Demetrio sucumbió.
51
Boda de Alejandro y Cleopatra.
Jonatán, estratega y gobernador.
Alejandro envió embajadores a Tolomeo, rey de Egipto, con el siguiente mensaje:
52 «Vuelto a mi reino, me he sentado en el trono de mis padres y ocupado el poder después de derrotar a Demetrio y hacerme dueño de nuestro país;
53 porque trabé combate con él y luego de derrotarle a él y a su ejército, nos hemos sentado en su trono real.
54 Establezcamos, pues, vínculos de amistad entre nosotros y dame a tu hija por esposa; seré tu yerno y te haré, como a ella, presentes dignos de ti.»
55 El rey Tolomeo le contestó diciendo: «¡Dichoso el día en que, vuelto al país de tus padres, te sentaste en el trono de su reino!
56 Pues bien, haré por ti lo que has escrito. Pero ven a encontrarme en Tolemaida, donde nos veamos el uno al otro, y te tomaré por yerno como has dicho.»
57 Tolomeo partió de Egipto llevando consigo a su hija Cleopatra y llegó a Tolemaida. Era el año ciento sesenta y dos.
58 El rey Alejandro fue a su encuentro y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra, y celebró la boda en Tolemaida con la gran magnificencia que suelen hacerlo los reyes.
59 El rey Alejandro escribió a Jonatán que fuera a verle.
60 Partió éste con gran pompa hacia Tolemaida, se entrevistó con los reyes, les dio a ellos y a sus amigos plata y oro, les hizo numerosos presentes y halló gracia a sus ojos.
61 Entonces se unieron contra él algunos rebeldes, peste de Israel, para querellarse con él, pero el rey no les hizo ningún caso;
62 antes bien, dio orden de que le quitaran a Jonatán sus vestidos y le vistieran de púrpura. Cumplida la orden,
63 le hizo el rey sentar a su lado y dijo a sus capitanes: «Salid con él por medio de la ciudad y anunciad a voz de heraldo que nadie le levante acusación alguna ni le molesten por ningún motivo.»
64 Sus acusadores, que vieron el honor que a voz de heraldo se le hacía y a él vestido de púrpura, huyeron todos.
65 El rey, queriendo honrarle, le inscribió entre sus primeros amigos y le nombró estratega y meridarca.
66 Jonatán regresó a Jerusalén con paz y alegría.
67
Demetrio II. Apolonio, gobernador de Celesiria, derrotado por Jonatán.
El año ciento sesenta y cinco, Demetrio, hijo de Demetrio, vino de Creta al país de sus padres.
68 Al enterarse el rey Alejandro, quedó muy disgustado y se volvió a Antioquía.
69 Demetrio confirmó a Apolonio como gobernador de Celesiria, el cual, juntando un numeroso ejército, acampó en Yamnia y envió a decir a Jonatán, sumo sacerdote:
70 «Tú eres el único en levantarte contra nosotros, y por tu causa he venido a ser yo objeto de irrisión y desprecio.¿Por qué ejerces tu poder contra nosotros desde las montañas?
71 Si es que tienes confianza en tus fuerzas, baja ahora a encontrarte con nosotros en la llanura y allí nos mediremos, que conmigo está la fuerza de las ciudades.
72 Pregunta y sabrás quién soy yo y quiénes nuestros auxiliares. Ellos dicen que no podréis manteneros frente a nosotros, que ya dos veces tus padres fueron derrotados en su país,
73 y que ahora no podrás resistir a la caballería y a un ejército tan grande en la llanura, donde no hay piedra, ni roca, ni lugar donde huir.»
74 Cuando Jonatán oyó las palabras de Apolonio, se le sublevó el espíritu. Escogió diez mil hombres y partió de Jerusalén. Su hermano Simón fue a su encuentro para ayudarle.
75 Acampó frente a Jope. Los de la ciudad le cerraron las puertas, porque había en Jope una guarnición de Apolonio. La atacaron
76 y la gente de la ciudad, atemorizada, les abrió las puertas, y Jonatán se hizo dueño de Jope.
77 Cuando Apolonio se enteró, puso en pie de guerra tres mil jinetes y un numeroso ejército y partió en dirección a Asdod, como que quería pasar por allí, pero al mismo tiempo se iba adentrando en la llanura, porque tenía mucha caballería y confiaba en ella.
78 Jonatán fue tras él persiguiéndole hacia Asdod y ambos ejércitos trabaron combate.
79 Había dejado Apolonio mil jinetes ocultos a espaldas de ellos.
80 Se dio cuenta Jonatán de que a sus espaldas había una emboscada. Éstos rodearon su ejército y dispararon tiros sobre la tropa desde la mañana hasta el atardecer;
81 pero la tropa se mantuvo firme, como lo había ordenado Jonatán, y los caballos de los enemigos se cansaron.
82 Sacó entonces Simón su ejército y atacó a la falange —pues ya la caballería estaba agotada—, la derrotó y puso en fuga,
83 mientras la caballería se desbandaba por la llanura. En su huida llegaron a Asdod y entraron en Bet Dagón, el templo de su ídolo, para salvarse.
84 Pero Jonatán prendió fuego a Asdod y a las ciudades que la rodeaban, se hizo con el botín y abrasó el templo de Dagón y a los que en él se habían refugiado.
85 Los muertos por la espada y los abrasados por el fuego fueron unos ocho mil hombres.
86 Partió de allí Jonatán y acampó frente a Ascalón, donde los habitantes salieron a recibirle con grandes honores.
87 Luego Jonatán regresó a Jerusalén con los suyos, cargados de rico botín.
88 Cuando el rey Alejandro se enteró de estos acontecimientos, concedió nuevos honores a Jonatán,
89 le envió una fíbula de oro, como es costumbre conceder a los parientes de los reyes, y le dio en propiedad Acarón y todo su territorio.

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Introducción a I Macabeos

LOS LIBROS DE LOS MACABEOS

Introducción
Los dos libros de los Macabeos no formaban parte del canon de la Escritura de los judíos, pero han sido reconocidos por la Iglesia cristiana como inspirados (libros deuterocanónicos). Se refieren a la historia de las luchas sostenidas contra los soberanos seléucidas para conseguir la libertad religiosa y política del pueblo judío. El título les viene del sobrenombre de Macabeo dado al héroe principal de esta historia, 1Ma_2:4 , y que también se aplicó a sus hermanos.

El Primer libro de los Macabeos fija en su introducción, 1-2 , los adversarios que se enfrentan: el helenismo invasor, que halla cómplices en algunos judíos, y la reacción de la conciencia nacional, adherida a la Ley y al Templo. Por un lado, Antíoco Epífanes que profana el Templo y desencadena la persecución; por el otro, Matatías que lanza el grito de guerra santa. El cuerpo del libro se divide en tres partes, consagradas a las actividades de los tres hijos de Matatías que sucesivamente se ponen a la cabeza de la resistencia. Judas Macabeo (166-160 a. C.), 3:1-9:22, obtiene una serie de victorias sobre los generales de Antíoco, purifica el Templo y logra para los judíos la libertad de vivir conforme a sus costumbres. Bajo Demetrio I, las intrigas del sumo sacerdote Alcimo le crean dificultades, pero continúan sus éxitos militares, y Nicanor, que quería destruir el Templo, es derrotado y muerto. Judas busca la alianza de los romanos para asegurar sus posiciones. Muere en el campo de batalla. Le sucede su hermano Jonatán (160-142), 9:23-12:53. Las maniobras políticas alcanzan entonces mayor importancia que las operaciones militares. Jonatán se aprovecha con habilidad de las rivalidades de los que pretenden el trono de Siria: es nombrado sumo sacerdote por Alejandro Balas, reconocido por Demetrio II y confirmado por Antíoco VI. Trata de concertar alianza con los romanos y los espartanos. Va dilatándose el territorio sometido a su control y parece asegurada la paz interior, cuando Jonatán cae en manos de Trifón, que le hace morir, así como al joven Antíoco VI. El hermano de Jonatán, Simón (142-134), 13:1-16:24, apoya a Demetrio II, que recupera el poder. Demetrio, y luego Antíoco VII, le reconocen como sumo sacerdote, estratega y etnarca de los judíos. Con esto, está ya conseguida la autonomía política. Estos títulos le son confirmados por un decreto del pueblo. Se renueva la alianza con los romanos. Es una época de paz y prosperidad. Pero Antíoco VII se vuelve contra los judíos, y Simón, con dos de sus hijos, es asesinado por su yerno, que creía hacer con esto un servicio al soberano.

La narración, pues, abarca cuarenta años, desde la subida de Antíoco Epífanes, el año 175, hasta la muerte de Simón, a quien sucede Juan Hircano, el 134 a. C. Se escribió en hebreo, pero sólo se conserva en una traducción griega. Su autor es judío de Palestina y ha compuesto su obra después del 134, pero antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo el 63 a. C. Las últimas líneas del libro, 1Ma_16:23-24 , indican que fue escrito hacia el final del reinado de Juan Hircano, como fecha más temprana, probablemente hacia el año 100 a. C. Es un documento precioso para la historia de aquel tiempo, siempre que se tenga en cuenta el género literario, imitación de las antiguas crónicas de Israel, y las intenciones del autor. Porque, por mucho que se extienda en narrar los sucesos de la guerra y las intrigas políticas, el autor quiere relatar una historia religiosa. Considera las desgracias de su pueblo como castigo del pecado y atribuye a la asistencia de Dios los éxitos de sus adalides. Es un judío celoso de su fe y ha comprendido que ésta era la que estaba en juego en la lucha entre la influencia pagana y las costumbres de los padres. Es, pues, un decidido adversario de la helenización y se siente lleno de admiración por los héroes que han combatido por la Ley y por el Templo, y que han conquistado para el pueblo la libertad religiosa y luego la independencia nacional. Es el cronista de una lucha en que se salvó el Judaísmo, portador de la Revelación.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

I Macabeos 10,1
NOTAS

10:1 (a) Este epíteto se lee en las monedas, pero la historia le conoce con el nombre de Alejandro Balas. Se hacía pasar por hijo de Antíoco Epífanes.

10:1 (b) La defección de Tolemaida en favor de Balas tuvo lugar el 152. Éste había recibido el asentimiento del Senado a comienzos del mismo año.


I Macabeos 10,11
NOTAS

10:11 «de sillería», lit. «de cuatro caras», griego luc., lat.; «de cuatro pies» griego.

I Macabeos 10,20
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_2:18+

NOTAS

10:20 Jonatán es descendiente de Joarib, jefe de una de las clases sacerdotales, ver 1Ma_2:1, 1Ma_2:54, y Alejandro, soberano reconocido, tenía el derecho de nombrarlo, ver 1Ma_7:9; 2Ma_4:24. Así quedaba suplantada la familia de los Oníadas, que tradicionalmente daba los sumos sacerdotes. Ésta fue sin duda la ocasión en que el hijo de Onías III se refugió en Egipto, donde levantó el templo de Leontópolis, ver 2Ma_1:1, y en que otro sacerdote, el «Maestro de Justicia» del que habla el escrito esenio llamado Documento de Damasco, se refugió en Qumrán. -Jonatán inaugura una dinastía de príncipes-sacerdotes, como otras que existían en aquella época. Con sus sucesores (los Asmoneos) las preocupaciones políticas se impondrán a las preocupaciones religiosas.

I Macabeos 10,21
NOTAS

10:21 Octubre del 152.

I Macabeos 10,30
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_11:34

NOTAS

10:30 (a) «el tercio» Vet. Lat., Vet. Sir; «a cambio del tercio» griego. -El «impuesto de la sal» (lit. «el precio de la sal») es el contravalor de la sal del mar Muerto debido al rey, ver 1Ma_11:35. Las «coronas» («palmas» o «ramos de olivo», 1Ma_13:37; 2Ma_14:4) son presentes ofrecidos al soberano, en realidad hechos en especies contantes y sonantes. -Estas pesadas tasas que, desde el 165 habían sustituido al tributo, ver 1Ma_3:36+, se explican por las pretensiones que los seléucidas tenían, como los Tolomeos de Egipto, de ser los propietarios de todas las tierras, que en cierto modo arrendaban a los indígenas. Pero ciertamente el tributo parece restablecido: en el texto habría que suplir «a cambio de 300 talentos», ver 1Ma_11:28.

10:30 (b) Los distritos conquistados por Judas, que los judíos consideraban suyos y que, por otra parte, Báquides había incluido en Judea, ver 1Ma_9:50.

I Macabeos 10,34
NOTAS

10:34 Generalización de la costumbre según la cual las deudas y derechos de fielato quedaban suspendidos durante las fiestas de peregrinación.

I Macabeos 10,39
NOTAS

10:39 Era como una invitación a que los judíos realizaran una incursión contra la base de operaciones de Balas, 1Ma_10:1; precisamente tenían una cuenta que ajustar con los Tolomeos, 2Ma_6:8; 1Ma_5:15, 1Ma_5:22.

I Macabeos 10,47
NOTAS

10:47 «les ofrecía mayores ventajas» conj.; el griego: «fue para ellos príncipe de palabras pacíficas» apenas tiene algún sentido. El traductor confundiría sil-lûm «ventaja» con salom «paz».

I Macabeos 10,57
NOTAS

10:57 En el otoño del 150 a.C. -Cleopatra Thea, hija de Tolomeo VI Filométor, se casaría sucesivamente con Alejandro Balas (de quien nacería Antíoco VI), Demetrio II, 1Ma_11:12, y el hermano de éste, Antíoco VII.

I Macabeos 10,61
NOTAS

10:61 Los judíos del partido griego consideraban, y no sin razón, que no se les recompensaba debidamente por su adhesión al helenismo. Algunos veían con disgusto que se rechazaran los derechos de otras familias sacerdotales.

I Macabeos 10,65
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_2:18+

NOTAS

10:65 El meridarca gobernaba una merida (ver Hch_16:12), es decir, una «parte» de territorio mayor que el de una estrategia, aquí la de Judea con los tres distritos, 1Ma_10:30. Ver el caso análogo de Apolonio el Misarca, 1Ma_3:10; 2Ma_5:24. Para el título de «primer amigo», ver 1Ma_2:18; 2Ma_8:9.

I Macabeos 10,67
NOTAS

10:67 El 147 a.C., pero de hecho sólo el 145 dará comienzo a su reinado, después de la muerte de Alejandro, 1Ma_11:17. Reinará hasta el 125, con una interrupción del 138 al 129, cuando, prisionero de los partos, será sustituido por su hermano Antíoco VII, ver 1Ma_14:3; 1Ma_15:1 s.

I Macabeos 10,69
NOTAS

10:69 Sin duda, el Apolonio que ayudó a Demetrio I a fugarse de Roma, ver 1Ma_7:1. Lleva el mismo nombre que su padre, que también fue gobernador de Celesiria y Fenicia, 2Ma_3:5.

I Macabeos 10,72
NOTAS

10:72 Esta alusión a la historia de los «padres», ver 1Sa_4:2, 1Sa_4:10, es redaccional; como la alusión a la debilidad de los hebreos en zonas llanas, 1Re_20:23, 1Re_20:28.

I Macabeos 10,83
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Sa_5:1 s; 1Ma_11:4

I Macabeos 10,89
NOTAS

10:89 Alejandro, queriendo pujar más alto, no duda en hacer a Jonatán su «pariente», ver 1Ma_3:32. La fíbula de oro que abrochaba el manto de púrpura era la insignia de este rango, superior incluso al de «primer amigo», 1Ma_10:65.