G& . amp . eacute . n 27,27-29
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Él se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, lo bendijo diciendo:
«Es el aroma de mi hijo
como el aroma de un campo
que ha bendecido Yahvé.
¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo
y la grosura de la tierra,
cantidad de trigo y mosto!
Sírvante pueblos,
adórente naciones,
sé señor de tus hermanos
y adórente los hijos de tu madre.
¡Quien te maldijere, maldito sea,
y quien te bendijere, sea bendito!»
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«Es el aroma de mi hijo
como el aroma de un campo
que ha bendecido Yahvé.
¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo
y la grosura de la tierra,
cantidad de trigo y mosto!
Sírvante pueblos,
adórente naciones,
sé señor de tus hermanos
y adórente los hijos de tu madre.
¡Quien te maldijere, maldito sea,
y quien te bendijere, sea bendito!»
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