G& . amp . amp . amp . amp . amp . amp . amp . amp . eacute . n 2,8-17

Luego plantó Yahvé Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahvé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. De Edén salía un río que regaba el jardín, y desde allí se repartía en cuatro brazos. Uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro. El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio y el ónice. El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Cus. El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

2:8 «Jardín» se traduce por «paraíso» en la versión griega, y luego en toda la tradición literaria. «Edén» es un nombre geográfico imposible de localizar, y tal vez significara «estepa». Podría compararse con el bit adini asirio-babilónico, región a orillas del Éufrates, de la que hablan también algunos textos bíblicos, Amó_1:5; 2Re_19:12; Isa_37:12; Eze_27:23. Pero los israelitas interpretaron la palabra según la raíz hebr. `dn: «delicias». La distinción entre Edén y el jardín, expresada aquí y en Gén_2:10, se difumina luego: se habla de «jardín de Edén», Gén_2:15; Gén_3:23-24. En Eze_28:13 y Eze_31:9, Edén es el «jardín de Dios», y en Isa_51:3 Edén, el «jardín de Dios», se contrapone al desierto y a la estepa.
Genesis 2, 8

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Pro_3:18; Apo_2:7; Apo_22:14

[2] Eze_47:1+; Apo_22:1-2; Jua_4:1+

NOTAS

2:9 Símbolo de la inmortalidad, ver Gén_3:22+. Sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal, ver Gén_2:17+.
Genesis 2, 9

NOTAS

2:10 Los vv. Gén_2:10-14 son un paréntesis; probablemente ha sido introducido por el yahvista mismo, que utilizaba antiguas concepciones sobre la configuración de la tierra. Su propósito no fue localizar el jardín del Edén, sino señalar que los grandes ríos, que son las «arterias vitales» de las cuatro regiones del mundo, tienen su manantial en el paraíso. No es extraño que esta geografía sea incierta. El Tigris y el Éufrates son bien conocidos y sus fuentes se hallan próximas, en los montes de Armenia; pero el Pisón y el Guijón son desconocidos. Javilá es, según Gén_10:29, una región de Arabia, y Cus designa en otras partes el Alto Egipto; pero no es seguro que estos dos nombres hayan de tomarse aquí en el mismo sentido.
Genesis 2, 10

NOTAS

2:12 Goma aromática.
Genesis 2, 12

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_6:23

NOTAS

2:17 (a) Esta «ciencia» es un privilegio que Dios se reserva y que el hombre usurpará por el pecado, Gén_3:5, Gén_3:22. No es, pues, ni la omnisciencia, que el hombre caído no posee, ni el discernimiento moral, que ya poseía el hombre inocente y que Dios no niega a su criatura racional. Es la facultad de decidir uno por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral, por la que el hombre no se conforma con su condición de criatura, ver Isa_5:20. El primer pecado ha sido un atentado a la soberanía de Dios, un pecado de orgullo. Esta rebelión se ha expresado concretamente con la trasgresión de un precepto impuesto por Dios y representado en la imagen de la fruta prohibida.

2:17 (b) La misma expresión se emplea en las leyes y las sentencias que prevén una pena de muerte. El comer la fruta no debe provocar una muerte instantánea: Adán y Eva sobrevivirán, y la condena de Gén_3:16-19 habla de la muerte como el término de una vida miserable. El pecado, simbolizado por el hecho de comer la manzana, merece la muerte: nada más dice el texto, ver Gén_3:3.
Genesis 2, 17

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