Hch 13,33-37

Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. Y que le resucitó de entre los muertos para nunca más volver a la corrupción, lo tiene declarado: Os daré las cosas santas de David, las verdaderas. Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu santo experimente la corrupción . Ahora bien, David, después de haber cumplido en sus días la voluntad de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción . En cambio aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_2:7

NOTAS

13:33 (a) Var.: «en nuestros hijos».

13:33 (b) «en los salmos»; Var.: «en el salmo primero» lectura occ. (según la costumbre antigua de unir los Sal 1 y 2); otra Var.: «en el salmo segundo» (según la costumbre que finalmente ha prevalecido).

13:33 (c) La resurrección de Cristo fue su entronización mesiánica; entonces su humanidad comenzó a disfrutar de los privilegios del Hijo de Dios. Ver Rom_1:4+.
Hechos 13, 33

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_2:36+; Hch_9:20+

[2] Isa_55:3

NOTAS

13:34 Promesa de la santidad como de un don reservado para los tiempos mesiánicos, que fluirá del nuevo David, Cristo resucitado.
Hechos 13, 34

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_16:10
Hechos 13, 35

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