“
Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os estaba predestinado, a Jesús, ”
3:20 (a) Este tiempo coincide con el de la venida de Cristo y la restauración universal, ver Hch_1:7+; Rom_2:6+; era también, en el pensamiento de los apóstoles, el tiempo de la restauración de la realeza en Israel, Hch_1:6-7. El arrepentimiento y la conversión apresuran su venida, ver 2Pe_3:12.
3:20 (b) O: «a Jesús que ha sido constituido Cristo para vosotros», ver Hch_2:36+.