“
yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos. ”
56:7 Estas palabras que Jesús cita en circunstancias graves de su vida, Mat_21:13 p., anuncian dos novedades: la oración se impone a los sacrificios, aun en el templo, a donde se invita a todos los pueblos.