Isaí . as 56,10


Indignidad de los jefes.
Sus vigías están ciegos, ninguno se entera;
todos ellos perros mudos, no pueden ladrar.
Los videntes se acuestan (porque) quieren dormir.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_3:12; Isa_9:15 [Isa_9:16]

NOTAS

56:10 (a) El profeta parece contraponer aquí a los jefes del pueblo (los «pastores», que son como perros perezosos) con los subalternos (los «perros», que son como verdaderos pastores, pero voraces y egoístas). -Este oráculo, quizá anterior al Destierro, desarrolla un tema que también se encuentra en Jeremías, Jer_2:8, Jer_2:26-27; Jer_5:4-5, Jer_5:31; Jer_10:21; Jer_23:1-2, Jer_23:11-12; ver también Eze_8:11-13; 34, el de la indignidad de los jefes de Judá en los años que precedieron al Destierro.

56:10 (b) El tercer inciso parece más bien comentario explicativo de la metáfora del profeta-vigía-perro. El falso profeta no avisa, y cuando se acuesta no es para soñar profecía, sino para dormir.
Isaías 56, 10

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