“
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: «He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado.» ”
6:7 El profeta es el mensajero de la palabra de Dios, es su «boca», ver Éxo_4:16. Igualmente, Yahvé toca la boca de Jeremías, Jer_1:9, y Ezequiel come el rollo que contiene la palabra de Dios, Eze_3:1-3. El fuego es purificador, Jer_6:29, ver Mat_3:11+; con mucha más razón el fuego del altar.