Daniel  5 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 31 versitos |
1

El festín de Baltasar

El rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos.
2 Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había robado en el templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas.
3 Cuando trajeron los vasos de oro que habían robado en el templo de Jerusalén brindaron con ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y concubinas.
4 Mientras saboreaban el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera.
5 De repente aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre la pared blanca del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo escribían los dedos.
6 Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas, las rodillas le entrechocaban.
7 A gritos mandó que vinieran los astrólogos, magos y adivinos, y dijo a los sabios de Babilonia:
– El que lea y me interprete ese escrito se vestirá de púrpura, llevará un collar de oro y ocupará el tercer puesto en mi reino.
8 Acudieron todos los sabios del reino, pero no pudieron leer lo escrito ni explicar al rey su sentido.
9 Entonces el rey Baltasar se inquietó mucho y cambió de color; sus nobles también estaban desconcertados.
10 Al saber lo que les ocurría al rey y a los nobles, la reina entró en la sala del banquete y dijo:
11 –¡Viva siempre el rey! No te inquieten tus pensamientos ni cambie tu semblante de color. En el reino hay un hombre a quien Dios ha concedido espíritu de profecía. En el reinado de tu padre demostró poseer inteligencia, prudencia y un saber sobrehumano. Tu padre, el rey Nabucodonosor, lo nombró jefe de los magos, astrólogos, hechiceros y adivinos,
12 porque demostró tener un don extraordinario de ciencia y de penetración para interpretar sueños, aclarar enigmas y resolver problemas. Se trata de Daniel, a quien el rey puso el nombre de Belsazar. Que llamen a Daniel y nos dará la interpretación.
13 Cuando trajeron a Daniel ante el rey, éste le preguntó:
–¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre?
14 Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario.
15 Aquí han traído a mi presencia los sabios y los astrólogos para que leyeran el escrito y me explicaran su sentido, pero han sido incapaces de hacerlo.
16 Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.
17 Entonces Daniel habló así al rey:
– Quédate con tus dones y da a otro tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido.
18 Majestad: el Dios Altísimo concedió imperio y poder, gloria y honor a tu padre, Nabucodonosor.
19 Y por aquel poder recibido, todos los pueblos, naciones y lenguas lo temieron y respetaron. Tenía poder sobre la vida y la muerte, engrandecía y humillaba a su antojo.
20 Pero se ensoberbeció y creció su soberbia; entonces lo derribaron del trono real y lo despojaron de su dignidad.
21 Tuvo que vivir lejos de los hombres, con instintos de bestia; en compañía de asnos salvajes, comiendo hierba como los toros, con su cuerpo empapado por el rocío de la noche, hasta que reconoció que el Dios Altísimo rige los reinos humanos y coloca en el trono a quien quiere.
22 Y tú, Baltasar, su hijo, aun sabiendo esto, no has querido humillarte.
23 Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Han alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de tu vida y tus caminos ni lo has honrado.
24 Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto.
25 Lo que está escrito es: Contado, Pesado, Dividido.
26 La interpretación es ésta: Contado: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite. Pesado:
27 Has sido pesado en la balanza y te falta peso.
28 Dividido: Tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas.
29 Baltasar mandó vestir a Daniel de púrpura, ponerle un collar de oro y pregonar que tenía el tercer puesto en el reino.
30 Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado aquella misma noche,
31 y Darío, el medo, le sucedió en el trono a la edad de sesenta y dos años.

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Introducción a Daniel 

DANIEL

La obra. Lo que hoy leemos como libro de Daniel es una obra compleja y aparte en el Antiguo Testamento. Empezando por la lengua, encontramos una serie de capítulos escritos en hebreo que imita el clásico, otros están escritos en arameo, otros en griego. Una obra trilingüe.
Es muy fácil separar los fragmentos griegos como adiciones posteriores, escritas en esa lengua o traducidas de un original semítico. No es fácil dar razón definitiva de la mezcla de hebreo con arameo; es más razonable pensar que los textos se escribieron primero en hebreo y que parte se tradujo al arameo, lengua corriente de la época.
La distribución de formas y temas no coincide con el reparto de lenguas. Encontramos tres tipos fundamentales: una serie de episodios narrativos, que tienen por protagonistas a Daniel y sus compañeros; una serie de visiones de Daniel explicadas por un ángel; dos plegarias amplias y otras breves. Los relatos están en hebreo (1), arameo (2-6) y griego (13-14); las visiones en arameo (7) y hebreo (8-12); las amplias plegarias en griego (3,24-90) y las demás en la lengua del contexto.

Autor. El personaje Daniel -«Dios es mi juez», en hebreo- es introducido unas veces en tercera persona (1-6); otras, en primera (8-12), como si fuera el autor. En el capítulo 7 pasa de la tercera a la primera. En los relatos aparece como adivino y jefe de magos (4,5; 5,10-12), y como político y administrador real (2,48; 6,3s; 8,27).
Parece ser que en la antigüedad hubo un personaje famoso por su bondad y sabiduría, llamado Daniel ( Eze_14:14 .20; Eze_28:3 ). Fuera de la Biblia aparece como «Dnil» en el poema ugarítico de Aqhat. ¿Existió un personaje semejante, del mismo nombre, en tiempo del destierro? No lo sabemos. El caso es que Daniel se hizo legendario y popular; por eso lo seleccionaron como protagonista para esta obra. La pseudonimia es normal en el género apocalíptico: hay Apocalipsis de Henoc, de Moisés, de Isaías, de Baruc, etc.

Época. El libro está compuesto durante la persecución de Antíoco IV (175-163 a.C.), después del 167 a.C. y algo antes de su muerte. Por la persecución religiosa y las rivalidades internas, los judíos atraviesan una grave crisis. El autor quiere infundirles ánimo y esperanza: lo hace con un personaje ficticio y aureolado, en un género literario nuevo, el apocalíptico.
Algunos piensan que los capítulos 1-6 fueron escritos al final del período persa o al comienzo del helenista, o sea en la segunda mitad del s. IV a.C. Las adiciones griegas, por su carácter ficticio o fantástico, no permiten una datación probable.

Género apocalíptico. Con el libro de Daniel entra en el Antiguo Testamento un género literario nuevo, el género apocalíptico. El libro fue admitido en el canon judío de las Escrituras, no como libro profético, pues la serie estaba clausurada, sino entre los «Escritos», concepto vago y acogedor. En realidad, Daniel es el único escrito apocalíptico, entre muchos, considerado como inspirado por Dios. En las versiones griega y latina y en la tradición cristiana, Daniel figura como uno de los cuatro «profetas mayores».
La apocalíptica es heredera de la profecía; surge cuando la profecía se ha extinguido («ya no vemos nuestros estandartes, ni tenemos un profeta, ninguno de nosotros sabe hasta cuándo» Sal_74:9 ) y pretende llevar adelante su misión.
En momentos de crisis, la apocalíptica trae un mensaje de esperanza: la tribulación es pasajera, el Señor actuará, pronto y de modo definitivo. En varias ocasiones la apocalíptica se presenta como la visión actualizada de una profecía.

Tema. El tema del libro es el drama de la historia. Luchan y caen y se suceden imperios y reinos. Los soberanos y emperadores actúan como protagonistas, pero la historia está gobernada por Dios y es conducida a un desenlace que llega de modo repentino, aunque previsto por el vidente y explicado por el intérprete. El paso dramático de un imperio a otro anticipa y prefigura el cambio final: la restauración del reino definitivo y universal del Señor de la historia en la que los sujetos pasivos y sufrientes de la misma, los «elegidos y consagrados», pasarán a primer plano con un nuevo poder concedido por Dios. Lo que sucede después, se anuncia, no se describe.
Los recursos principales del género y del libro son la ficción narrativa y la alegoría. El autor despliega a grandes trazos el pasado, lo estiliza y lo cuenta como profecía. Para ello inventa un personaje pretérito, a quien da un nombre ilustre y pone en su boca la historia pasada como profecía de futuro. La alegoría sirve también para comunicar en clave enseñanzas políticamente peligrosas.
En el uso de la alegoría el autor de 2-7 ha sido genial. Con función alegórica ha sabido crear unas cuantas imágenes poderosas que han fecundado el arte y el pensamiento occidental: la estatua de diversos materiales, el emperador convertido en fiera, el festín de Baltasar, los jóvenes en el horno, Daniel en el foso de los leones, las cuatro fieras con el anciano y la figura humana. ¿Cuántos escritores podrán exhibir semejante repertorio? Gracias a su vigor imaginativo, esos símbolos han sobrevivido al fracaso de la expectación del autor, se han desprendido de sus ataduras alegóricas y han comenzado una nueva vida como instrumentos para interpretar la historia.

Daniel y el Nuevo Testamento. Tres doctrinas principales han influido de algún modo en el Nuevo Testamento. La angelología, incluso con los nombres concretos de Miguel y de Gabriel (Lucas, Judas y Apocalipsis). La doctrina de la resurrección y retribución en la otra vida. La «figura humana» del capítulo 7, que por una falsa traducción se convirtió en «el Hijo del Hombre» trascendente, el de la parusía anunciada.
Además de éstos, Mar_13:14 y Mat_24:15 mencionan al «ídolo abominable» de Dan_9:27 y 12,11; Mar_13:19 y Mat_24:21 citan literalmente a Dan_12:1 . Finalmente 1Co_6:2 parece basado en Dan_7:22 . De los relatos griegos, el de Susana ha tenido gran aceptación en la teología y en el arte cristiano.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Daniel  5,1-31El festín de Baltasar. Se recurre a episodios del pasado para tomar postura respecto a los hechos del presente. Con toda seguridad, los lectores contemporáneos de esta obra entendieron perfectamente que lo narrado respecto a Baltasar se refería en realidad a Antíoco IV. De este modo, el presente no queda cerrado a las perspectivas de futuro. Todo lo contrario, el creyente fiel es impulsado a ver el futuro con mayor claridad porque al fin de cuentas la historia tiene una dinámica propia que Dios mismo le imprime.
Daniel es de nuevo reconocido como el máximo sabio, pero no por sí mismo, sino por causa de su Dios.