Rut 3 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 18 versitos |
1

La noche en el campo

Un día su suegra le dijo:
2 – Hija, tengo que buscarte un hogar donde vivas feliz. Resulta que Booz, con cuyas criadas has estado trabajando, es pariente nuestro. Esta noche va a ir a al campo a separar el grano de la paja.
3 Tú lávate, perfúmate, ponte el manto y baja allá. Que no te vea mientras come y bebe.
4 Y cuando se eche a dormir, fíjate dónde se acuesta; vas, le destapas los pies y te acuestas allí. Él te dirá lo que has de hacer.
5 Rut respondió:
– Haré todo lo que me dices.
6 Después bajó al campo e hizo exactamente lo que le había encargado su suegra.
7 Booz comió, bebió y se puso alegre. Luego fue a acostarse a una orilla de la parva de cebada. Rut se acercó de puntillas, le destapó los pies y se acostó.
8 A medianoche el hombre sintió un escalofrío, se incorporó y vio una mujer echada a sus pies.
9 Preguntó:
–¿Quién eres?
Ella dijo:
– Soy Rut, tu servidora. Extiende tu manto sobre tu servidora, porque tienes derecho a rescatarme casándote conmigo.
10 Él dijo:
– El Señor te bendiga, hija. Esta segunda obra de caridad es mejor que la primera, porque no te has buscado un pretendiente joven, pobre o rico.
11 Bien, hija, no tengas miedo, que haré por ti lo que me pidas; porque todos los del pueblo ya saben que eres una mujer virtuosa.
12 Es verdad que a mí me toca responder por ti, pero hay otro pariente más cercano que yo.
13 Esta noche quédate aquí, y mañana por la mañana, si él quiere cumplir su deber familiar, que lo haga enhorabuena; si él no quiere, lo haré yo, ¡te lo juro! Acuéstate hasta la mañana.
14 Ella durmió a sus pies hasta la mañana, y se levantó cuando la gente todavía no llega a reconocerse, porque Booz no quería que supiesen que la mujer había ido a ese lugar.
15 Booz le dijo:
– Trae el manto y mantenlo bien abierto.
Le midió seis medidas de cebada, la ayudó a cargarlas y Rut volvió al pueblo.
16 Al llegar a casa de su suegra, ésta le preguntó:
–¿Qué tal, hija?
Rut le contó lo que Booz había hecho por ella,
17 y añadió:
– También me regaló estas seis medidas de cebada, diciéndome: No vas a volver a casa de tu suegra con las manos vacías.
18 Noemí le dijo:
– Quédate tranquila, hija, hasta que sepas cómo se arregla todo esto; que él no descansará hasta resolver hoy mismo este asunto.

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Introducción a Rut

RUT

El libro. El breve libro de Rut -de sólo siete páginas en esta edición-, está considerado como una de las obras maestras de la narrativa hebrea. El escenario geográfico es elemental: la región de Moab aparece en la introducción y pasa pronto a una lejanía recordada, el resto se desenvuelve en la aldea de Belén. En cuanto al tiempo, todo sucede en un día, una noche y una mañana, saltando tiempos intermedios.
Ni la sustentación narrativa está desarrollada ni los personajes son analizados. Muchas circunstancias se suponen conocidas de los lectores. El patetismo se concentra en algunas frases y unas pocas lágrimas, el júbilo estalla en breves felicitaciones. Todo el relato discurre bajo el signo de la contención; pero la sencillez es uno de los atractivos del relato.
El autor construye sabia y discretamente su relato. Se puede reducir a cuatro escenas centrales con su respectivo cortejo de preparación, desenlace parcial y pasajes de enlace. La sucesión de las escenas es lineal, en sugerente alternancia: no sería difícil transformar la narración en un drama de cuatro actos.

Autor, fecha y valor histórico. No conocemos al autor ni tenemos medios para adivinarlo. Tampoco sabemos con certeza la fecha de composición. Algunos indicios hacen pensar en una fecha tardía, otros en un origen antiguo. La historia se sitúa en el pasado, en tiempos de los jueces: puede ser el modo de hablar durante la monarquía o bien un intento de enlazar con el pasado remoto un presente en que ya no hay monarquía.
El interés por David, su patria y su tribu, puede ser recuerdo nostálgico en tiempos de desolación y de esperanza. La actitud frente a matrimonios con extranjeras es liberal, como en textos antiguos; o bien puede ser polémica frente a la reforma de Esdras y Nehemías.
El análisis interno del libro no permite su datación, aunque entre los comentaristas actuales, predomina la datación tardía, post-exílica, que define el sentido. La misma incertidumbre se extiende al valor histórico, aunque la mayoría de los expertos lo consideran hoy un relato de ficción

Lectura religiosa del libro.
A primera vista, el libro de Rut es un hermoso cuento que narra la vida doméstica de dos mujeres. Este libro se mueve de la tristeza a la alegría, de la angustia a la esperanza, del desamparo a la protección, y de la escasez a la abundancia. Rut y Noemí como personajes principales, emergen con la fortaleza de la amistad/amor en la narración, para poder vencer todos los obstáculos que se les presentan.
El libro comienza con una hambruna generalizada, muerte inesperada de todos los hombres de una familia, expatriación, incertidumbre, «abandono» de parte de Dios y soledad de unas viudas desamparadas en medio de una cultura machista. Después que el autor nos dramatiza esta historia con tantas calamidades, nos presenta el valor, la creatividad, la fortaleza y fidelidad de estas dos mujeres que saben amarse y solidarizarse para descubrir la presencia de Dios en medio de sus tragedias.
A pesar de que Noemí y Rut son dos mujeres de fe, que confían plenamente en Dios, el Señor «interviene» solamente dos veces en todo el relato. En 1,6 Noemí ha escuchado que Dios se ha compadecido de su pueblo y ha puesto fin a la época de hambre. En 4,13 Dios bendice a Rut al darle un hijo. En el resto de la narración Dios está en «silencio», no se comunica a través de sueños, no envía a sus ángeles para aliviar necesidades, tampoco se nos narra ningún ser celestial que anuncie profecías.
La audiencia es invitada a descubrir la presencia callada de Dios, que provee pan/sustento, que engendra vida, que bendice la tierra, que manda la lluvia, que multiplica las cosechas, y que suscita un redentor -Booz- para hacer justicia a las mujeres viudas. Al final de la narración la audiencia tendrá que descubrir que Dios esta «detrás» de cada evento, solidarizándose con las personas pobres, marginadas, extranjeras y viudas.
El libro, sin embargo, puede también ser leído como parábola del destierro y la repatriación. Apoyándose en el esquema: emigración a Moab-vuelta a Belén. Noemí podría representar a la comunidad judía, antes madre fecunda, ahora viuda y sin hijos; antes, hermosa y feliz, ahora desgraciada, desterrada y volviendo vacía; y con todo, puede esperar un futuro dichoso de fecundidad en su tierra, pues todavía la comunidad del Señor es fecunda, todavía la tierra dará sus frutos. Todavía se espera a un nuevo David que entronca con Jesé y hunde sus raíces en Belén de Judá. De ahí es fácil dar el salto a la escatología realizada: Belén, patria de Jesús el Mesías. Así lo han visto la liturgia y los Santos Padres.
Pero también la historia de Rut y Noemí nos muestra el proceso de lucha que realizan estas dos mujeres hasta obtener sus derechos, aún más allá de lo que la ley exigía. En este contexto, nuestro pueblo afro-indio-latinoamericano que al igual que Rut y Noemí pasa hambre, tiene que emigrar a otros países, ser dispersado por los sistemas de muerte del imperialismo, perder su identidad cultural... puede encontrar en este libro las esperanzas y las fuerzas para creer en el Dios de la Vida, en el Dios de Jesús, de Rut y Noemí, que aunque parezca que guarda silencio, va transformando la historia.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Rut 3,1-18La noche en el campo. El capítulo tercero es muy similar al anterior. Los dos capítulos comienzan y terminan con un diálogo entre Noemí y Rut. En medio de los dos capítulos tenemos un diálogo entre Rut y Booz. En el capítulo segundo, la escena se desarrollaba en pleno día, en un lugar abierto -campo de Booz-, donde se tenían que seguir ciertas normas sociales entre Booz y Rut.
Ahora el autor nos sitúa en la arena opuesta, en plena noche y en un espacio privado. En esta escena no existe la necesidad estricta de seguir las normas impuestas por el género, la nacionalidad, la edad y clase. Rut y Booz interactúan de una manera muy diferente. Rut nuevamente es la que inicia y toma decisiones, Booz simplemente reacciona a las propuestas de Rut. El autor ha creado un ambiente de misterio, de secretos y de ambigüedad entre los dos personajes. Rut sabe más que Booz. ¡Escándalo para la audiencia! Noemí que en el capítulo anterior estaba resignada a un futuro incierto, ahora emerge astutamente con un plan -aunque peligroso- que puede asegurarles la vida. Noemí le da ciertas instrucciones a Rut, y ésta fiel a su suegra las cumple «al pie de la letra».
Una vez que Booz come y bebe, tal y como había predicho Noemí, el autor nos informa de otro detalle: «Booz comió, bebió y se puso alegre» (7). La borrachera de Booz ayudará a los planes de estas intrépidas mujeres. De pronto despierta y se encuentra a Rut. Booz no cumple con el rol que ha dicho Noemí, no sabe qué hacer ni qué decir. Ante la indecisión e ignorancia de Booz, Rut toma la iniciativa y le ordena la obligación que tiene para con ella y para con Noemí. Booz acepta ser el «redentor» y «salvador» de estas dos mujeres. Rut llega a casa, le reporta todo lo que sucedió a Noemí, y ésta conforta a Rut. Noemí nos anticipa el desenlace de esta historia porque sabe que Booz no descansará hasta que se resuelva enseguida la situación de ella y de Rut.