Jeremí . as  . 4,4

Circuncídense para el Señor
quiten el prepucio de sus corazones,
habitantes de Judá y Jerusalén,
no sea que por sus malas acciones,
estalle como fuego mi cólera
y arda
sin que nadie pueda apagarla.

El enemigo del norte
Is 5,26-30

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