Zacarías 9 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 17 versitos |
1

Contra las naciones
Am 1,3-10

La Palabra del Señor
llega al territorio de Jadrac,
y se detiene en Damasco;
porque al Señor le pertenece
la capital de Siria
como todas las tribus de Israel;
2 y también la vecina Jamat,
y Tiro y Sidón,
con toda su sabiduría.
3 Tiro se construyó una fortaleza,
amontonó plata como polvo
y oro como barro de la calle;
4 pero el Señor se apoderará de ella,
arrojará al mar sus riquezas
y ella será consumida por el fuego.
5 Ascalón al verlo temblará,
Gaza se retorcerá y también Ecrón,
porque su esperanza
quedó defraudada.
Será eliminado el rey de Gaza,
Ascalón quedará deshabitada.
6 En Asdod habitarán bastardos,
y aniquilaré el orgullo de los filisteos.
7 Les arrancaré de la boca la sangre
y de los dientes
las comidas prohibidas:
entonces un resto de ellos
será de nuestro Dios,
será como una tribu de Judá
y Ecrón como los jebuseos.
8 Pondré una guarnición en mi casa
contra los que merodean,
y no volverá a pasar el tirano,
porque ahora vigilo con mis ojos.
9

Paz y guerra

Alégrate, ciudad de Sión:
grita de júbilo, Jerusalén;
mira a tu rey que está llegando:
justo, victorioso, humilde,
cabalgando un burro,
una cría de burra.
10 Destruirá los carros de Efraín
y los caballos de Jerusalén;
destruirá los arcos de guerra
proclamará la paz a las naciones;
dominará de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
11 Por la sangre de tu alianza,
libertaré a los presos del calabozo.
12 Regresen a la ciudad fortificada,
cautivos esperanzados;
hoy te envío un segundo mensajero.
13 Tensaré a Judá como un arco
y lo cargaré con Efraín;
Sión, te convierto
en espada de campeón,
e incitaré a tus hijos
contra los de Grecia.
14 El Señor se les aparecerá
disparando flechas como rayos,
el Señor tocará la trompeta
y avanzará entre huracanes del sur.
15 El Señor Todopoderoso
será su escudo:
se tragarán como carne
a los honderos,
beberán como vino su sangre,
se llenarán como copas
o como salientes de altar.
16

Fecundidad

Aquel día el Señor los salvará,
y su pueblo será
como un rebaño en su tierra,
como piedras agrupadas
en una diadema.
17 ¡Qué felicidad, qué belleza!
El trigo hará florecer a los jóvenes,
el vino nuevo a las muchachas.

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Introducción a Zacarías

ZACARÍAS

Uno o dos Zacarías. La mayoría de los comentaristas modernos distinguen dos partes en el libro (1-8 y 9-14), diversas por el contenido, estilo e intención. La primera se ocupa del templo, la segunda prescinde de él; la primera da mucha importancia a la actividad humana, la segunda sólo se fija en la acción de Dios; la primera estima mucho la profecía, la segunda asiste a su desaparición; la primera es libro de visiones, la segunda de oráculos; en la primera abundan los datos biográficos, en la segunda son escasos; en la primera abundan las fórmulas proféticas, en la segunda las apocalípticas. La primera parte recogería la predicación de Zacarías, contemporáneo de Ageo; la segunda sería obra de otro autor de época posterior.

Zacarías y su época.
Aparece citado, junto con Ageo, en Esd_5:1 y 6,14, como inspirador de la reconstrucción del templo. Probablemente perteneció a una familia sacerdotal y, como tal, fue llamado desde muy joven al servicio del templo. Su actividad se extiende hasta diciembre del 518 a.C. Coincidió por poco tiempo con Ageo, con quien compartió los dos grandes temas de predicación, reconstrucción del templo y la restauración escatológica.
Sobre la época véase la introducción a Ageo. En cuanto al contexto histórico de la segunda parte del libro: Zacarías II (9-14), es muy difícil de precisar. Los nombres mencionados, tales como Asiria, Egipto, etc., más que referirse a una situación presente, evocan el pasado para resaltar que lo que Dios hizo con esos pueblos lo sigue y seguirá haciendo, como Señor de la historia, con otros pueblos.

Mensaje religioso. Zacarías se inserta conscientemente en la línea de los antiguos profetas (1,4), predica la conversión, inculca exigencias éticas, critica el culto sin justicia. Depende de Isaías II (2,10-17) y más de Ezequiel en procedimientos literarios.
Como para Ageo, también para Zacarías la reconstrucción del templo es garantía de la restauración de la era mesiánica. Este futuro mesiánico es descrito en la segunda parte del libro en un estilo visionario que está anticipando ya la literatura apocalíptica. Aunque difícil de entender para nosotros, este Zacarías II es el más citado en el Nuevo Testamento, cuyos autores vieron realizados en la pasión de Jesucristo el simbólico mensaje del profeta.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Zacarías 9,1-8Contra las naciones. Oráculo de condenación contra varias naciones de las cuales Israel tiene ingratos recuerdos del pasado. El profeta tiene en mente la irrupción de una época nueva para su pueblo, pero no puede dejar de anunciar la desgracia para las naciones que oprimieron a Israel en tiempos pasados. Se resalta así el señorío universal de Dios sobre todos los pueblos y se abre una ventana a la posible incorporación de los paganos al Israel restaurado (7). Dios mismo se encargará de vigilar y proteger a su pueblo (8).


Zacarías 9,9-15Paz y guerra. La mención de los griegos en el versículo 13 refleja el período de dominación griega que sobrevino con las conquistas de Alejandro Magno y su victoria sobre el poder persa. Estaríamos hablando de finales del s. IV a.C., época en que la ideología mesiánica presenta ya dos vertientes: una de tipo triunfalista, nacionalista, y militar, y otra de carácter más bien sobrio, centrada en la espera de un Mesías humilde, sin pretensiones triunfalistas. Esta última es la que se ve reflejada en versículo 9.
El Nuevo Testamento va a ver en Jesús al Mesías humilde descrito aquí por Zacarías, al hombre de dolores (Isa_53:3) que cargó con nuestras culpas (Isa_53:6). Su poder no está determinado por su ejército ni por sus guerreros, está determinado por su constitutivo esencial que es la paz, único bien que hace florecer la vida en la tierra. La mención de los jóvenes y las doncellas (16s), sirve para ilustrar la nueva generación marcada por la paz y la prosperidad, características de la era mesiánica.
Zacarías 9,16-17Fecundidad. Todavía en conexión con el tema de la era mesiánica, estos dos versículos refuerzan la bondad del reinado del Mesías, único capaz de proporcionar la lluvia necesaria para esa fecundidad descrita al final de la sección anterior. Este presupuesto sirve para recordar que fuera del Señor nada ni nadie puede proporcionar vida, alegría, estabilidad y paz. La mención de los pastores irresponsables que abandonan a sus ovejas, prepara la siguiente sección dirigida contra ellos precisamente.